Nos guste o no, la forma de nuestra cara limita lo que podemos hacer con nuestro pelo. Hay caras que admiten unos peinados y no otros, y por mucho que le insistas a tu peluquero o peluquera con que quieres parecerte a la Mia Farrow de La semilla del diablo, es posible que un corte a lo chico no vaya con la forma de tu cara. No podemos hacer nada contra esto, pero lo que sí podemos hacer es observar bien la forma de nuestra cara y conocer qué cortes y peinados nos van a sentar bien. Hemos seleccionado las formas más comunes:
La línea de la frente forma una especie de V porque el nacimiento del pelo no es regular (algo como el peinado típico de Drácula, pero sin llegar a eso) y la barbilla se estrecha. El resultado es una cara con forma de corazón más largo que ancho. Para reducir la importancia de la forma característica de la barbilla, lo mejor es dar volumen en los laterales de la cabeza, en la zona parietal. Con esto no sólo armonizaremos el rostro, sino que impediremos que aumente la sensación de cara alargada. Por esta razón, todo peinado que dé volumen en la zona superior de la cabeza está descartado.
Es mucho más larga que ancha y la barbilla se estrecha, aunque no tanto como en otras formas. Es una de las caras que más limita, pues los peinados con volumen en lo alto están descartados y también los cabellos lisos y rectos en melena larga. El objetivo es buscar la asimetría con flequillos desiguales y peinados en los que el cabello caiga por uno de los lados. Los peinados muy cortos también pueden funcionar. (Y si no, siempre puedes posar en las fotos con la cara inclinada, como Parker)
La forma ovalada admite cualquier peinado y corte, así que hay poco que recomendar. Todo vale.
(Fuente: Marie Claire)
Se parece al rostro ovalado en longitud, aunque es más chato, pero la cara triangular tiene los ángulos de los pómulos y de la barbilla más marcados. Admite todo tipo de peinados y cortes y sólo hay que tener cuidado con pasarse con el volumen en los laterales y con los flequillos rectos; en ambos casos se reforzaría la forma triangular de la cara. (En la foto de Taylor Swift vemos justo lo contrario: su intención es recalcar esa forma.)
Es una forma singular, pues no se parece a ninguna otra. La barbilla no forma un triángulo, sino que se extiende casi en línea con los pómulos y cierra sin apenas curva. (En la foto, Rosario Dawson aparece sonriendo, lo que curva un poco su barbilla, pero aun así se aprecia la forma cuadrada de su cara). En esta ocasión el objetivo puede ser alargar la cara con un peinado con volumen en la zona superior o suavizar los ángulos con asimetrías. Hay margen de maniobra y lo único que hay que evitar son los peinados que carguen volumen a los lados de la cabeza.
Las caras redondeadas abundan. Tienen pocos ángulos y la barbilla no cae tan lejos de los pómulos como en otras formas de cara. Se agradecen los peinados lisos con caídas rectas y también los flequillos asimétricos para quienes tengan el carácter más atrevido. En esta ocasión hay que evitar cualquier corte redondeado, salvo que estemos en una fiesta de los 50.
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