La alopecia cicatricial se produce por la existencia de un daño. Este daño produce la destrucción o malformación de los folículos pilosos,  sustituyéndolos por tejido cicatricial, por lo que es imposible que ese pelo vuelva a nacer.

Cabe pensar que este tipo de alopecia solo pueden producirse por golpes o traumatismos, pero realmente, en la mayoría de los casos se producen por patologías que deben ser tratadas médicamente. (Lupus, Liquen Plano, Alopecia frontal fibrosante, Pseudopelada de Brocq, Alopecia mucinosa, Foliculitis Decalvante, Folliculitis (acne) keloidalis, Folliculitis (acne) necrotica, Dermatosis Erosiva pustular…)

La mayoría de este tipo de alopecias se manifiestan con pequeños parches de pérdida de cabello que empeoran con el tiempo, y aumentan de tamaño.

En algunos casos, la pérdida de cabello es gradual y no provoca ningún síntoma aparente, por lo que en muchos casos pasa desapercibida durante mucho tiempo hasta que se hace evidente. En cambio, en otros casos su aparición es muy rápida y va acompañada de síntomas muy evidentes como picor o quemazón.

En ocasiones, no es fácil reconocer este tipo de alopecia, el diagnóstico no es rápido, ya que se requiere hacer una o dos biopsias de la zona afectada para confirmar que se trata de una alopecia cicatricial.

Este tipo de alopecia aparece por causas congénitas (aplasia circunscrita del vertex) o bien por causas adquiridas (traumatismos, infecciones, tumores…)

¿Puede volver a nacer el cabello en la zona afectada?

Las alopecias cicatrizales se caracterizan por tener el folículo destruido, por lo tanto, la alopecia en esa zona es irreversible.
Existen tratamientos estéticos que ofrecen resultados excelentes, haciendo que sea totalmente imposible apreciar el problema.