Por mucho que queramos, el crecimiento del cabello es sólo la parte final de un proceso muy complejo que empieza por nuestra alimentación y que depende de muchos factores, entre ellos nuestro estilo de vida. ¿Comes suficientes vitaminas B, C, E y A, es decir, verduras verdes, carnes y pescados, cítricos y frutos secos? ¿Cómo te secas la cabeza, con violentos tirones o posando la toalla y dejando que absorba la humedad? ¿Sigues un estilo de vida saludable, con mucho deporte, poco alcohol y nada de tabaco? Todo suma en tu objetivo hacia un pelo fuerte, vigoroso y brillante, y si has respondido negativamente a alguna de las preguntas, no lo estás haciendo del todo bien.
Pero, ¿y si vives de forma saludable todos y cada uno de los días de tu vida pero, a pesar de todo, el cabello no crece como debiera? ¿Por qué pasa esto? ¿Sabe tu dermatólogo que te haces estas preguntas? Entonces, empieza por ahí. Como hemos dicho, la salud capilar depende de muchos factores, algunos ocultos a simple vista, y tu dermatólogo seguro que conocerá las respuestas.
La ciencia que estudia el cabello, también llamada tricología, avanza con paso seguro, y hoy se puede afirmar que hay métodos que ayudan a que el cabello crezca con mejor aspecto. Vamos a destacar varias opciones que tienes disponibles en IMD:
IMD dispone de varios tratamientos para ayudarte a que el cabello crezca más sano y fuerte. Uno de los más eficaces es Carolvita, un complemento vitamínico especialmente pensado para aportar los nutrientes necesarios para favorecer el crecimiento.
Prácticamente todas las vitaminas que refuerzan la regeneración celular, la base del desarrollo de nuestro interior, cabello incluido, están dentro de una capsula de Carolvita. Veamos: vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B8, B12, C, E y H (también llamada biotina); además de proteínas, zinc, hierro y otros compuestos necesarios. Si crees que tienes un déficit de estos compuestos, Carolvita puede ser tu mejor aliado.
Las ampollas regeneradoras IMD son otra solución muy eficaz. Son un tratamiento regenerador que focaliza su efecto en las zonas dañadas del cabello, quizá por efecto del sol, por el abuso de tintes, por otras causas del entorno o por haber superado una enfermedad que acabó por afectar al cabello. Sea cual sea la causa del cabello deteriorado, estas ampollas actúan directamente sobre el mismo para regenerarlo.
También llamado Láser de Baja Potencia (o LLLT, Low Level Light Therapy, en inglés), consiste en la aplicación de un láser sobre el cabello que estimula el riego sanguíneo, lo que hace que los folículos pilosos estén mejor regados y alimentados y sea más fácil que produzcan un cabello fuerte y sano.
El láser capilar tiene además una función limpiadora dentro del riego sanguíneo, pues elimina toxinas y cualquier obstrucción que pudiera dificultar la circulación de la sangre.
Para el desarrollo celular, nuestro cuerpo necesita de vitaminas, como ya se ha comentado, pero también de otros factores. Aquí entran los factores de crecimiento, una serie de componentes que se encuentran en nuestra sangre y cuya misión es precisamente esa: contribuir a la regeneración celular para que nuestros tejidos, músculos y demás componentes funcionen y no se vean afectados por su uso ni por el paso del tiempo.
El tratamiento de Bioestimulación comienza con la extracción de la sangre del paciente, continúa con un tratamiento y enriquecimiento de esa sangre en el laboratorio −aquí es donde se añaden los factores de crecimiento a la sangre del paciente−, y finaliza cuando la sangre, ya enriquecida, regresa al paciente. Una pequeña ayuda a los folículos pilosos para que hagan mejor su trabajo.
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