Tal vez porque mi abuelo era un erudito del refranero español, ya desde mi niñez he escuchado frases célebres que, aunque en su momento no me hacían ninguna gracia, no cabe duda han encajado como anillo al dedo en el devenir de mi vida.
Aquella reprimenda velada de “noches alegres mañana tristes”, frases alentadoras “ánimo que no hay mal que cien años dure” e incluso aquellas producto de la experiencia “zapatero a tus zapatos” o “quien mucho abarca poco aprieta”, me declaro una verdadera devota de su uso y disfrute.


No cabe duda que hay para todos los gustos, incluidos esos con cierto aire frívolo que son como el comodín de las cartas, que encajan perfectamente y siempre tienen su gracia. Por eso he utilizado uno de estos últimos como título de esta opinión
“donde hay pelo hay alegría”. Adicta al refranero como me he confesado,
saltó en mi cabeza como termostato que se activa por cambio de temperatura cuando leí lo que más abajo os cuento.
Hace unos días, cayó en mis manos un estudio médico presentado en la Reunión Anual del grupo de
Tricología de la Asociación Española de Dermatología y Venereología celebrado en Barcelona, donde han analizado, y se pone de manifiesto, la repercusión psicológica negativa que tiene la alopecia en las mujeres, y puedo dar fe por los hombres de mi vida, que también a ellos les repercute y si no, que se lo pregunten.
Dicho estudio demuestra
un antes y un después psicológico de mujeres con falta de pelo, que mediante distintos métodos de integración de cabello vuelven a recuperar ese bien preciado cuya falta había minado su estabilidad emocional. Como digo, dicho estudio se había realizado en mujeres, pero indaguemos entre los famosos, “celebrities”, políticos y menos políticos, que se someten cada día a verdaderas luchas encarnizadas por no perder la eterna juventud, machos Alfa que no quieren pasar a Beta y
donde el “oso cuanto más feo más hermoso” pasó a la historia, y comprobamos que esto nos toca a tod@s.
Pues bien, el estudio certifica que antes de la integración de cabello un 83% mostraba un cuadro de ansiedad importante y un 66% signos de depresión, y que 3 meses post integración, el 74% redujo notablemente dicha ansiedad y en el 100% de los casos desaparecieron los signos de depresión. Concluye el estudio, que la alopecia repercute negativamente en el psiquismo de ellas -y ellos- insisto, y que la integración de pelo aporta efectos positivos casi inmediatos. Así pues, vistos los beneficios de este “Prozac Piloso” ,
¿¿¿¿¿ Es o no verdad que
DONDE HAY PELO HAY ALEGRÍA????.