¿Algunas veces nos hemos preguntado porque unos tienen el cabello rubio y otros son morenos o ese pelirrojo tan llamativo? La respuesta está determinada a la genética; el color del cabello depende de una sustancia natural llamada melanina (pigmento) que proviene de unas células denominadas melanosomas.
Existen dos tipos de melanina:
1. La eumelanina.- Es aquella que da el color negro al cabello y está producida por melanocitos con melanosomas (estructuras a modo de sacos) grandes y elípticos.
2. La feomelanina.- Esta a su vez da el color rubio o rojo y está producida por melanocitos con melanosomas pequeños y redondos.
Conforme avanza la edad, la producción de melanina disminuye y los cabellos se vuelven blancos o canosos.
Las células que se encuentran en la base del folículo, arrastran la melanina hasta producir la coloración del tallo del pelo; esta producción se lleva a cado en la fase de crecimiento o anagen.
A lo largo de la vida, el tono del cabello puede cambiar. Por ejemplo, los cabellos rubios en la infancia se oscurecen cuando el individuo se hace adulto. Esto se debe a las pequeñas modificaciones en el tipo y distribución de la melanina.
Genéticamente no se puede cambiar el tono del cabello, pero el mundo de la estética te presenta una gama de coloración hecha para todos los gustos; siguiendo unas pautas adecuadas lucirás una cabellera espectacular.