Esta semana ha comenzado oficialmente el otoño, así que, hasta el próximo diciembre, Internet se llenará de distintas versiones de una misma pregunta: ¿por qué se cae el pelo en otoño? A día de hoy no hay una respuesta clara. No existe una causa demostrada que provoque la caída del cabello. Pero la almohada dice lo contrario: en verano no estaba así y tampoco en invierno ni en primavera. Otoño es la estación de la caída de las hojas y también del cabello. ¿Por qué?
Encontrar una única causa que explique la caída del cabello es muy complicado, pero no lo es tanto encontrar varias posibilidades. Una de ellas tiene que ver con el estrés acumulado por el cabello durante el verano: altas temperaturas y enormes contrastes entre el sol tórrido y el aire acondicionado, persistentes rayos UV sobre la cabeza, deterioro prolongado debido al agua salada y al de la piscina, contaminación en las ciudades… Generalmente recomendamos acudir a un tricólogo para que determine el verdadero motivo de la mayor caída del cabello.
Podría decirse que con el cambio de estación, que coincide precisamente con la desaparición de todo lo que acabamos de comentar (se relajan las temperaturas, se cierran las piscinas, hay menos sol…), el pelo llega a su punto más débil y, simplemente, no aguanta más y se cae. No es que cambie la fase, es que está tan débil que se cae.
Otra explicación tiene que ver con la vitamina D, que nos llega fundamentalmente a través del sol. La vitamina D es importante porque facilita la absorción del calcio y, en relación al cabello, mantiene los folículos pilosos más sanos. Si nos falta la vitamina D, nuestros folículos pierden vigor y pueden interrumpir la generación de cabello, lo que puede suponer la caída del pelo. A menos horas de sol, menos vitamina D y, por tanto, folículos pilosos menos activos. También tiene sentido, aunque es una teoría un poco floja porque olvidamos que hay otras vitaminas que siguen estando ahí y que son fundamentales para el cabello, como la A, la B, la C y la E.
Otra teoría tiene que ver con los cambios hormonales. Dado que hay varias diferencias importantes entre el verano y el otoño a nivel de luz solar, temperatura y hábitos, nuestro cuerpo modifica su funcionamiento para adaptarse a los cambios. La vuelta a la rutina, y al estrés, hace que el cuerpo desvíe nutrientes que hasta ahora podían estar en la reserva porque estábamos de vacaciones. La maquinaria vuelve a activarse y esto hace que, si no modificamos nuestra dieta, lo que comíamos antes no sea suficiente para mantenernos totalmente nutridos, cabello incluido.
Una última teoría tiene que ver con la percepción. A estas alturas la idea de que en otoño se cae más el pelo está muy, muy extendida, y esta creencia general puede predisponernos a pensar que, si vemos cabello en el baño, por ejemplo, rápidamente asumamos que el pelo cayó porque estamos en otoño. Nuestra cabeza tiende a funcionar así y a veces se queda con la explicación general, tenga ésta sentido o no.
Aunque no sepamos a ciencia cierta qué causa la caída de cabello otoñal, sí sabemos qué puedes hacer para luchar contra ella.
Suena tan duro como efectivo: si el verano ha pasado factura a tu cabello y ha recibido al otoño sin brillo ni vigor, córtalo. Intentar salvarlo te supondrá un gasto y no tienes todas las garantías de que recupere su aspecto pre-veraniego.
Se acabaron tanto los excesos como los defectos del verano: nada de comer y cenar paella ni pasar el día con una ensalada de pepino y unos dados de sandía. Come bien, especialmente alimentos con las supervitaminas del grupo B, que ayudan a la regeneración celular (hígado, carnes y pescados, huevo y lácteos) y con vitaminas A, C, D y E, ricas en antioxidantes (cítricos, verduras de hoja verde, frutos secos y zanahoria). Y más hierro (lentejas, vísceras y cereales integrales).
Ni alisadores ni rizadores ni secadores. Los electrodomésticos capilares desgastan el cabello con cada uso, y si éste viene ya tocado del verano, el daño es mayor. Se seca, se rompe y se abren las puntas. Como el tiempo seguirá siendo caluroso, sécate el pelo posando una toalla sobre la cabeza y deja que lo que quede de humedad se vaya sola.
Si tienes problemas de caída o alopecia y quieres ponerle solución, lo primero es un diagnostico médico correcto.
Reserva tu primera cita gratuita sin compromiso que incluye Diagnóstico y Test Capilar de tu cabello.
La clave para solucionar un problema es conocerlo. Te damos toda la información sobre qué tipos de alopecia existen y qué tratamientos son eficaces para tratarla.
Más de 20 años siendo líderes del sector capilar. Descubre porqué.
Contamos con una red de 14 clínicas en toda España dotadas de tecnología de vanguardia en diagnóstico y tratamiento.
En IMD contamos con un equipo multidisciplinar para satisfacer de manera integral las necesidades de tratamiento de nuestros pacientes.
Info por WhatsApp - L-V de 10h a 20h