Veinte años antes de que Marilyn Monroe cautivara a los espectadores con el intenso platinado de su cabello, la hermosa Jean Harlow la antecedió como la rubia más sensual de Hollywood.
Harlean Harlow Carpenter (su nombre real) fue una de las primeras glamour girls, expresión reservada en la meca del cine para aquellas pocas actrices que reunían éxito en taquilla, belleza, algunos escándalos y poder frente a las cámaras. Por su imagen de vampiresa, Harlow interpretó en la gran pantalla a mujeres seductoras y expertas, con mucho atractivo.
Como sus personajes, esta rubia llevó una vida muy estremecida: se casó varias veces y tuvo muchos problemas con los maridos. Un rumor de entonces, que ha persistido hasta nuestros días, es que gustaba de explorar su sexualidad al máximo.
Su carrera duró menos de diez años, pero fue muy productiva, con más de 30 filmes en su haber. En 1930 esta Venus lograría un contrato de 100 mil dólares por semana para protagonizar Los ángeles del infierno, una producción del excéntrico magnate Howard Hugues. El famoso aviador invirtió en la película 3,8 millones de dólares.
Eventualmente el departamento de publicidad de Hugues se encargaría de conseguir para Harlow un epíteto que acompañara su sensual imagen. “La Avalancha Rubia” o “El Querido Ciclón” fueron algunos de los apodos que más sonaron, pero Harlow terminaría siendo bautizada como “La Rubia Platino”. Con este mismo apodo se conocería luego, en los salones de belleza, el color de cabello muy claro con algunos reflejos ceniza que la actriz iría decolorando progresivamente hasta volverlo casi blanco.
Para promocionar la película, los publicistas del estudio ofrecieron 10 mil dólares por un vestido que concordara con el cabello de Harlow. La actriz se haría famosa vestida en trajes blancos y sensuales que hacían juego con su cabello ondulado y cuyos modelos de satén parecían deslizarse sin irregularidades por su cuerpo escultural, de apenas 1,57 cm y 50 kilos. Harlow solía no llevar ropa interior para evitar las marcas.
Su apodo fue tan importante que incluso una película de Frank Capra que iba a titularse La jaula de oro cambió su nombre a La rubia platino cuando se confirmó que contaría con Harlow y su intensa cabellera como protagonistas. ¿Qué mujer no hubiera querido ser Jean Harlow?
La manera más sencilla y accesible de acercarse al ideal de este icono hollywoodense era el color de cabello. Lamentablemente, para los años 30 no se contaba en el mercado con un tinte que pudiera ofrecer el blanco extra puro de Harlow. Su peluquero personal, Alfred Pagano, mantenía la fórmula en secreto. Sin embargo, confesó décadas después el secreto de la diva: “Utilizábamos peróxido, amoniaco puro, cloro y hojuelas de jabón. ¿Puedes creerlo?”.
A esta tóxica mezcla se suma la frecuencia con que Harlow, desesperada por mantener su lugar entre las celebridades, se teñía el cabello. La actriz repetía cada semana este proceso ya de por sí muy doloroso. Hasta hace relativamente poco, teñirse el pelo era un verdadero suplicio. En los años 30 las mujeres debían armarse de coraje y resistir la hinchazón y los dolores de cabeza, además de las ampollas en la piel. Estaban dispuestas a pagar caro, si querían disimular las canas o lucir una seductora melena rubia.
Harlow sabía muy bien que su cabello era tan primordial para su imagen como su voluptuoso cuerpo. Con el tiempo se vería obligada a detener el tratamiento tan tóxico al que sometía su cabello. Poco a poco empezó a perder el pelo. Cuando estaba casi totalmente calva, la rubia platino usó pelucas.
Como muchas celebridades, infelizmente, Jean Harlow falleció muy joven, el 7 de junio de 1937, con apenas 26 años. Aún hoy muchas lagunas rodean su muerte.
Harlow se encontraba estaba filmando Saratoga con su galán habitual, Clark Gable. El rodaje había comenzado con retraso debido a que la actriz tuvo que ser internada por una infección después de arrancarse unos dientes, para afinar la “manzana” del rostro. Durante el rodaje Harlow comenzó a sufrir constantemente de fatiga, y la producción tuvo que ser interrumpida por dos semanas para que la actriz descansara, después de que sufriera un colapso en medio del set.
Estuvo varios días en cama, creyendo que había pescado una simple gripe. Harlow sufría de náuseas, fatiga, dolor de estómago y sudoración. Al parecer la madre de la artista, quien era miembro de la Iglesia de la Ciencia Cristiana, prescindió de un médico por motivos religiosos. Otros afirman que la propia actriz no quiso acudir al hospital y rechazó hacerse una cirugía.
Cuando la situación se agravó, el fundador de la Metro-Goldwyn-Mayer, Louis B. Mayer, y la pareja de Harlow en ese momento, el actor William Powell, internaron a la actriz a la fuerza. Pero ya era demasiado tarde. La rubia platino falleció el día siguiente de ser ingresada al hospital por insuficiencia renal. Su acta de defunción señala que su muerte se debió a una infección respiratoria, uremia y nefritis aguda.
Años después, Gable declararía que, en las últimas semanas que trabajaron juntos, sentía que compartía escena con un fantasma pálido. La muerte de Harlow aun hoy guarda cierto misterio. Algunos creen que el peligroso proceso de teñido al que sometía su cabello podría ser una causa importante de su padecimiento. La mezcla de amoniaco y cloro produce ácido clorhídrico, un gas sumamente nocivo que entre muchas otras afecciones puede dañar los riñones cuando se inhala.
Aun así, esta trágica muerte no persuadió a las admiradoras de soñar con el perfecto tono rubio. Veinte años después Marilyn Monroe llegaría muy lejos con su look de rubia platinada, aunque también tuviera que pagar las consecuencias. Muchos recuerdan como, con el paso del tiempo y distintos tratamientos, el cabello de Marilyn se asemejaba a “algodón de azúcar”.
En cuanto a Saratoga, película que estaba casi lista al momento de la muerte de su protagonista, la MGM contrató a la actriz Mary Dees para que sustituyera a Harlow en las escenas restantes, de este modo no perderían el material filmado ni la publicidad generada con su trágico fallecimiento.
Saratoga sería el mayor éxito de taquilla en toda la carrera de esta seductora actriz.
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