Entre las causas conocidas más habituales que provocan la caída del cabello se encuentran el propio ciclo de vida del pelo, la genética -principal causa de la alopecia androgenética, la más común en hombres-, la mala alimentación y algunas enfermedades y tratamientos.
El ciclo de crecimiento del cabello está super estudiado y sabemos con certeza, que tiene 3 fases:
El Ciclo vuelve a comenzar, utilizando un nuevo reemplazo del cabello y aquí es donde está la clave: se calcula que cada persona dispone de 20 reemplazos del cabello y si todo es normal, tiene cabello para toda la vida, salvo que viva más de 140 años.
Es cuando esas fases se aceleran que se produce una calvicie o alopecia, ya que cuando agotamos esos reemplazos totales, no vuelve a crecer más pelo.
Por eso es importante diagnosticar el problema, tratarlo y así frenar cada fase para retrasar parcial o totalmente una alopecia definitiva.
Y aún así, en IMD tenemos soluciones definitivas médicas y estéticas para que si es tu caso, vuelvas a verte con tu pelo de antes:
Tratamientos preventivos y para Frenar la caída:
Exosomas capilares
Láser capilar
Terapia capilar con Ozono
Mesoterapia
Vita X Regeneración (Minoxidil)
Radiofrecuencia Capilar Indiba
Bioestimulación Transdérmica BET
Tratamientos definitivos y soluciones:
Sistemas de Integración Capilar
Injertos capilares
Pelucas de pelo natural
Razones realmente hay muchas pero lo importante es que si notas que se te cae el pelo, desde hace poco o desde hace más tiempo, hay solución casi con seguridad.
En unos casos para frenar y prevenir la alopecia y en casos más avanzados, hay tratamientos médicos y estéticos para volver a verte como antes.
Ven a una 1ª consulta gratuita y te regalamos 1 caja para que pruebes su efectividad.
La respuesta no es fácil porque hay varios tipos de calvicie y muchas causas variadas que generan una caída del cabello anormal.
Dos de las causas más habituales de la alopecia androgenética, la más común de todas las especialidades, son la herencia genética y las hormonas. A veces aparecen juntas: el cambio hormonal por sí sólo desencadena un proceso que finaliza con la caída del pelo; si la persona está predispuesta genéticamente a sufrir alopecia, entonces los efectos del cambio hormonal son todavía más influyentes.
La alopecia androgenética afecta al 90% de los hombres mayores de 21 años, aunque ésta puede no ser visible hasta pasados los 40. En cuanto a la mujer, el 15% de las menores de 40 años la sufren, y, pasada la menopausia, la cifra asciende hasta el 40%.
En el caso de los hombres, el proceso consiste en la trasformación de la testosterona en dihidrotestosterona o DHT, una hormona menos influyente que la testosterona en los cambios físicos del hombre. En consecuencia, el pelo no recibe tanto estímulo y se vuelve fino y débil, hasta que finalmente cae para no volver a crecer.
En el caso de la mujer sucede algo parecido: un número demasiado elevado de hormonas masculinas debilita los folículos pilosos. Al contrario de lo que sucede con los hombres, el pelo de las mujeres no llega a caer, pero sí se debilita tanto que las zonas afectadas, como el nacimiento del pelo, se vuelven visibles.
Ven a una 1ª Cita sin coste, donde te haremos un diagnóstico certero y te propondremos el tratamiento más recomendable en tu caso.
El cabello necesita proteínas, vitaminas A, B y C y minerales como el hierro, el zinc o el manganeso, entre otros nutrientes.
Aunque hay algunas de estas sustancias que sí se generan en el propio cuerpo en cantidades suficientes, como el manganeso, el resto han de llegar a los folículos pilosos por medio de la alimentación. La carencia de proteínas o de hierro determina un cabello débil y fino.
El cabello puede sufrir daño por dos vías: un daño procedente del exterior, del entorno, y un daño procedente del interior, del propio organismo. Este doble riesgo multiplica el número de enfermedades que puede sufrir el cabello.
A la larga lista de problemas derivados del entorno y de los malos hábitos, entre los que destacan la polución o el abuso de productos estéticos agresivos, se suman las enfermedades propias de la piel que también pueden afectar al cuero cabelludo: el liquen plano, Síndrome de Graham-Little, lupus eritematoso cutáneo o Esclerodermia, entre otras.
Y a las enfermedades de la piel se suman otras tantas que afectan directamente al cabello, como la pseudopelada de Brocq, la foliculitis decalvante, la dermatitis pustulosa erosiva o la alopecia parvimaculata.
Y, por si fuera poco, hay que añadir las enfermedades que no están dirigidas directamente contra el cabello o el cuero cabelludo pero entre cuyas consecuencias sí se encuentra la caída del cabello: diabetes, tiroides, anemia, colitis ulcerosa o Enfermedad de Crohn.
Además de todo lo anterior, la quimioterapia y la radioterapia también provocan la caída del cabello, si bien en el caso de la quimioterapia es, por lo general, una alopecia reversible.
Ven a una 1ª consulta, te realizamos un análisis capilar y sales de dudas con un diagnóstico certero.
IMD– 2025 © – Todos los derechos reservados. Autorización Sanitaria Inscrita en el registro con el Nº CS12.269