Son muchos los pacientes que acuden a nuestras clínicas planteando la misma pregunta: ¿Si mi padre está calvo, yo también lo estaré? Esta inquietud responde a la creencia generalizada de que el padre transmite los factores genéticos que determinarán la salud futura del cabello de sus hijos pero, ¿qué hay de cierto en ello?
Lo primero que hay que señalar es que en la aparición de la alopecia androgenética existe un factor genético, unido a otros hormonales androgénicos, vinculado al cromosoma X, y éste se hereda de la madre, no del padre, por lo tanto se puede decir que una persona tendrá más posibilidades de ser calva si lo era su abuelo materno que si lo es su padre. Así que suele ser muy habitual pensar en la herencia para suponer que determinará la aparición de calvicie genética.
Otros estudios apuntan que la herencia poligénica es la más probable, por lo tanto consideran que el gen de la pérdida de cabello también puede provenir de la abuela materna, que dona un cromosoma X a la confección del código genético de una mujer.
Evidentemente, la observación de los parientes directos puede indicarnos si en un futuro sufriremos alopecia, aunque no es un factor definitivo. Existen otros adicionales que también pueden influir, como los riesgos del cáncer de próstata o la enfermedad de la arteria coronaria en los hombres y el síndrome de ovarios poliquísticos en las mujeres.
La investigación en la actualidad no ha avanzado lo suficiente como para permitir modificar los factores genéticos que inciden en la calvicie, por lo que la prevención es el mejor tratamiento. Existe una gran variedad de técnicas para evitar la caída del cabello, por lo que lo más aconsejable es acudir a un médico especialista que determine la mejor solución para cada problema.
En IMD, nuestra primera cita es gratuita, y nuestros médicos especialistas le realizarán un estudio capilar sin compromiso. Si presenta los primeros síntomas de caída del cabello, no dude en contactar con nosotros.