El cuerpo humano es un sistema extremadamente complejo y eficiente que tiende a la autopreservación. Cuando existen circunstancias internas o externas que dificultan su correcto funcionamiento, el cuerpo grita: «Ey, ¡haz algo!». El problema es que el cuerpo habla su propio idioma, y con frecuencia nos cuesta entenderlo, así que nos enfocamos en lo mucho que nos fastidian los gritos en lugar de centrarnos en el mensaje.
Sin embargo, comprenderlo y atenderlo es fundamental: muchos de los problemas estéticos del cabello son, en realidad, un síntoma de que algo no anda bien con nuestra salud. Sin embargo, cuando se nos resquebraja el cabello o nos aparecen canas, pensamos en cremas hidratantes y tintes, en lugar de pensar en una visita médica. Las soluciones cosméticas pueden paliar temporalmente el problema, pero para solucionarlo, debemos ir a la causa.
Aquí van tres enfermedades que tu cabello podría estar intentando ayudar a diagnosticar.
Síndrome de Cushing
Es una condición que se genera por exceso de cortisol en el cuerpo. Puede estar causado por la exposición a ciertos medicamentos o porque el cuerpo genera más cortisol del que debería. Diagnosticarlo pronto es fundamental para su tratamiento y recuperación. Algunas de las consecuencias que puede tener son pérdida ósea, hipertensión y diabetes tipo 2.
Entre los síntomas de este síndrome se encuentran la fatiga y el aumento de peso, pero también el cabello emite una señal de alerta: las fibras quebradizas.
Anemia
Existen varios tipos de anemia, pero en este caso nos referimos a la deficiencia de hierro. Esto ocasiona una baja producción de glóbulos rojos y, como consecuencia, las células del cuerpo no reciben suficiente oxígeno. La anemia puede ocasionar enfermedades del corazón y problemas en el crecimiento y el embarazo.
Las causas de la anemia suelen ser nutricionales. Generalmente, las personas que sufren de anemia no ingieren suficientes alimentos que contienen hierro; sin embargo, a veces se trata de un problema de absorción. Una mala absorción del hierro puede deberse a una baja ingesta de vitamina C o a condiciones intestinales.
Algunos síntomas de la anemia pueden ser: fatiga extrema, palpitaciones, mareos y caída de cabello.
Hipotiroidismo
Se trata de un trastorno de la glándula tiroidea que le impide producir una cantidad normal de hormonas. Puede deberse a múltiples causas (genética, embarazo, problemas autoinmunes, medicamentos, etc.) y ocasionar gran cantidad de efectos adversos (infertilidad, depresión, bocio, etc.). Es relativamente común y puede aparecer desde la temprana infancia, aunque con frecuencia no presenta síntomas evidentes durante las primeras etapas.
El hipotiroidismo puede cambiar el aspecto del cabello, haciéndolo más delgado y disminuyendo su volumen (debido a una mayor caída de las hebras). Además, esta condición es un factor de riesgo para la alopecia areata.
Si notas algún cambio en tu cabello, siempre es recomendable acudir a un especialista para identificar correctamente las causas y tratarlas de manera pertinente. Solicita una cita diagnóstica gratuita en cualquiera de nuestras clínicas.