Investigadores españoles consiguen regenerar cabello en ratones con un tratamiento de células madre. ¿Esta cerca el fin de la calvicie?
La alopecia androgénica: un problema común en España
La calvicie, o alopecia androgénica, es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, y España no es la excepción. Se estima que hasta el 80% de los hombres españoles sufrirá pérdida de cabello en algún momento de su vida, comenzando en muchos casos antes de los 50 años. En las mujeres, aunque menos visible, la incidencia es también significativa: cerca del 40% la padece a partir de los 50, con un impacto emocional y psicológico que muchas veces es subestimado.
Este tipo de alopecia se presenta de forma progresiva: en los hombres, normalmente se manifiesta mediante entradas frontales o pérdida en la coronilla, mientras que en las mujeres suele haber un afinamiento difuso del cabello, especialmente en la zona superior de la cabeza. Aunque no representa un problema de salud física grave, sí puede comprometer la autoestima, la imagen personal y la calidad de vida de quienes la padecen.
Un hallazgo esperanzador desde Madrid
En este contexto, un equipo de investigadores del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, liderado por el dermatólogo Eduardo López Bran, ha dado un paso significativo en la lucha contra esta forma de alopecia. Su investigación ha sido publicada en la reconocida revista científica Stem Cell Research & Therapy, y ha logrado revertir los efectos de la calvicie en modelos animales mediante un tratamiento experimental combinado.
El estudio se enfocó en la aplicación de dos componentes principales:
- Células madre derivadas del tejido adiposo, conocidas por su capacidad de convertirse en distintos tipos celulares y favorecer procesos de reparación tisular.
- Trifosfato de adenosina (ATP), una molécula “energizante” que estimula el metabolismo celular.
Ambos compuestos fueron combinados y aplicados en ratones con alopecia inducida artificialmente. ¿Esto puede ser el fin de la calvicie?
Hablamos del tratamiento. ¿Una cura para la alopecia?
Para el ensayo, los investigadores seleccionaron 200 ratones de laboratorio. A la mayoría se les indujo alopecia mediante la administración de dihidrotestosterona (DHT), una hormona relacionada directamente con la caída del cabello, especialmente en la alopecia androgénica. Luego se rasuraron determinadas zonas para facilitar la observación de los efectos.
A partir de allí, los roedores se dividieron en grupos: unos recibieron tratamientos combinados en diferentes proporciones, mientras que otros actuaron como grupo control, recibiendo placebo.
Tras un seguimiento de 21 días, los resultados fueron sorprendentes:
- En los ratones macho, el 100% mostró una repoblación significativa del cabello: un 50% total y otro 50% intensa, incluso con dosis bajas del tratamiento.
- En las ratonas hembra, el 90% respondió con alta eficacia: un 50% con repoblación total y un 40% con repoblación intensa al recibir dosis medias.
- Por el contrario, en el grupo que recibió solo placebo, solo el 40% mostró un crecimiento limitado.
La diferencia entre los grupos tratados y no tratados ilustra el enorme potencial terapéutico de esta combinación celular, marcando un antes y después en la investigación capilar.
¿Qué lo hace diferente de otros tratamientos?
La mayoría de los tratamientos actuales contra la calvicie se basan en:
- Fármacos hormonales como el finasteride o el minoxidil, que reducen la caída, pero no regeneran folículos dañados.
- Terapias tópicas o vasodilatadoras.
- Trasplantes capilares, eficaces pero invasivos, costosos y limitados por la cantidad de cabello donante.
A diferencia de estas opciones, esta nueva técnica no solo previene la caída, sino que regenera el folículo piloso, es decir, estimula el crecimiento del cabello desde cero. Además, se trataría de un procedimiento inyectable, con la posibilidad de aplicarse en una monodosis, lo que también podría mejorar la accesibilidad y reducir los costes a futuro.


¿Cuáles son los próximos pasos?
El estudio es una investigación preclínica, lo que significa que, aunque sus resultados son muy prometedores, aún no se ha probado en humanos. Según el equipo liderado por el Dr. López Bran, los ensayos clínicos podrían comenzar entre 2026 y 2027, siempre que se aprueben los protocolos y exigencias de las agencias reguladoras correspondientes.
En caso de obtener resultados similares en personas, esta técnica podría estar disponible en no menos de cinco años. Aun así, los expertos son cautos: toda innovación médica necesita tiempo y validaciones extensas para garantizar su eficacia, seguridad y escalabilidad.
La importancia emocional de abordar la alopecia
Es fundamental comprender que la calvicie, aunque no compromete la salud física, tiene un impacto real en la vida de quienes la experimentan. Afecta el autoconcepto, las relaciones interpersonales e incluso la percepción en entornos profesionales. En una sociedad cada vez más visual, el pelo sigue siendo un símbolo de juventud, vitalidad y salud.
Por ello, encontrar un tratamiento que no solo ralentice la pérdida de cabello, sino que ofrezca una regeneración real y duradera, representa un hito que va mucho más allá de lo estético.
Como indica el propio Dr. López Bran: > “Con esta publicación, revalidamos nuestro liderazgo en la investigación de la alopecia con células madre. En el futuro podremos ofrecer nuevas soluciones que nos permitan responder a las expectativas de los pacientes, priorizando su bienestar”.
Conclusión: ciencia e ilusión, con cautela
El tratamiento desarrollado por el Hospital Clínico San Carlos es el primero en el mundo que combina células madre y ATP con un efecto documentado tan positivo en modelos animales de alopecia androgénica. Representa una vía innovadora, científica y potencialmente revolucionaria para una condición que afecta a millones de personas.
Aunque el camino hacia su aplicación en humanos aún está en curso, este estudio abre una puerta a la esperanza. Será crucial seguir con atención el desarrollo de los ensayos clínicos, sus resultados y la aprobación de las autoridades regulatorias para valorar el verdadero alcance de este tratamiento.
Por ahora, se trata de una investigación prometedora, pero aún experimental. La ciencia avanza, y con ella, la posibilidad de que la calvicie deje de ser un destino inevitable.