Higiene diaria del cabello
En términos generales, el cabello ha de lavarse conforme a su nivel de suciedad. Las personas que por su trabajo o actividades lúdicas estén diariamente expuestos a la suciedad como deportistas, obreros de la construcción, guardia civil de tráfico, pintores o jardineros deberán lavarse el pelo a diario.
Si la exposición a un entorno sucio no es diaria, bastará con dejar un día de reposo entre lavado y lavado. Estas indicaciones están dirigidas a personas con cabellos saludables; para cabellos excesivamente grasientos o secos o quebrados o con escamas de caspa fácilmente visibles, será necesario que un especialista recomiende la periodicidad del lavado y los productos a usar.
El mejor lavado de cabello
Para un lavado común, un champú y un acondicionador neutros son suficientes para mantener el pelo y el cuero cabelludo sanos. La aplicación del champú ha de realizarse primero en las manos y de ahí al cabello. Esta precaución ayuda a dispersar mejor el champú por el cabello, al tiempo que impide que mucha cantidad de champú se acumule en una parte concreta del cuero cabelludo, lo que sucede si se echa el champú directamente sobre el pelo.
El masaje de las manos sobre el cuero cabelludo debe ser lento y suave, poniendo con la punta de los dedos sobre la piel, pero sin ejercer una presión excesiva. Un movimiento circular, pausado y constante estimulará los vasos sanguíneos del cuero cabelludo y mejorará la alimentación de los folículos pilosos, las cavidades donde crece el cabello. Un folículo piloso bien alimentado generará un cabello brillante, resistente y elástico. El masaje deberá tomar unos 2 ó 3 minutos, tras los cuales habrá de pasar otro minuto más para dejar actuar al champú.
El aclarado ha de hacerse con agua tibia, ni muy caliente, pues estimula la generación de grasa, ni muy fría, ya que impide la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. El objetivo es que el cuero cabelludo quede completamente limpio tras la aplicación del champú, así que será conveniente alargar el aclarado durante unos 2-3 minutos.
El acondicionador se aplicará también sobre la mano, y desde ahí a las puntas del cabello. El acondicionador no tiene ningún efecto sobre el cuero cabelludo, así que hay que concentrar su aplicación en las puntas del cabello y en el tallo, pero sin llegar a la superficie de la piel. Dado que los acondicionadores son más grasientos, el aclarado, que durará también unos 3 minutos, no dejará un cabello tan elástico como tras el champú, pero sí más suave y manipulable.
El secado debe hacerse con movimientos lentos, empezando por secar la humedad posando la toalla sobre el cabello, sin frotar. Si fuera necesario usar un secador, hay que mantener una distancia entre el aparato y el cabello de, por lo menos, 30 centímetros.
Equipo médico acreditado
Doctor Gustavo Galindo
Director Médico del Instituto Médico Dermatológico. Es experto en trasplante capilar y cuenta con 20 años de experiencia.
Premio Nacional de Medicina 2020 en la especialidad de Cirugía Capilar, por la creación de la técnica Action – Reaction para los Transplantes Capilares y su trabajo de investigación e innovación para el desarrollo de soluciones estéticas y médico-quirúrgicas.
Premiado con la Estrella de Oro a la Excelencia Profesional, en 2018, por la labor que desempeña en esta compañía.
Licenciado en Medicina y Cirugía, cuenta con un Máster en Trasplante y Medicina Capilar por la Universidad Alcalá de Henares y un Máster en Medicina Estética y Antienvejecimiento por la Universidad Complutense de Madrid, entre otros.