La llegada de la menopausia se asocia a muchas emociones tanto positivas (para algunas mujeres puede suponer un alivio) como negativas (sin embargo, para otras, puede acompañarse de sentimientos de tristeza y/o ansiedad).
La menopausia suele producirse a mediados de los 40 años, si bien, la inmensa mayoría de pacientes en torno a los 50 años ya comienzan a notar variaciones en sus periodos menstruales. También pueden comenzar a notar cambios psicológicos, como irritabilidad, tristeza, enlentecimiento del pensamiento y lapsos de memoria.
Los cambios hormonales que se producen en la menopausia pueden ser lo que provoquen cambios a nivel emocional, pueden pasar de la tristeza a la euforia en poco tiempo.
Los principales síntomas que acompañan a la menopausia son:
- Menstruaciones irregulares
- Sofocos
- Sudores durante la noche
- Alteraciones en el ritmo del sueño e incluso insomnio
- Cansancio
- Molestias en músculos y/o articulaciones
- Pérdidas de orina
- Disminución de la líbido o deseo sexual
- Sequedad e la piel
- Cambios de humor, irritabilidad
- Ansiedad
- Tristeza y depresión
- Disminución de la autoestima
Consecuencias psicológicas de la menopausia
Diferentes investigaciones han demostrado que entre los 45 y los 65 años es cuando las mujeres gozan de un menor bienestar emocional, comparado con otros periodos vitales, siendo más probable desarrollar síntomas depresivos y ansiógenos que en otros momentos de la vida.
En parte, los causantes del estado anímico deprimido y ansiógeno son los cambios hormonales que se producen en la menopausia, aunque por sí solos no podemos decir que sean los causantes de dichas alteraciones emocionales. Existen muchas mujeres que sufren menopausia y no experimentan ninguna alteración en su estado de ánimo.
El estado de ánimo deprimido durante la menopausia es más probable que se produzca si, además, se combinan con estos otros factores:
- Niveles elevados de estrés
- Presentar sentimientos negativos hacia la vida en general
- Autoestima baja
- Tener relaciones insatisfactorias
- Haber tenido previamente episodios de depresión o bajo estado anímico
- Hábitos de vida poco saludables como no hacer ejercicio físico, fumar o tomar alcohol.
Muchos de los síntomas emocionales que acompañan a la menopausia pueden superarse introduciendo cambios en nuestro estilo de vida, tales como practicar ejercicios que nos enseñen a relajarnos, reducir los niveles de estrés, dejar de fumar y/o beber…En otras ocasiones, es necesario utilizar terapias complementarias, como pueden ser:
- Yoga
- Pilates
- Taichi
- Ejercicios de respiración
- Terapia de relajación
- Mindfulness
- Terapia de reemplazo hormonal, que aunque se usa para tratar los síntomas físicos también se ha demostrado que puede aliviar la ansiedad y la depresión.
La llegada de la menopausia se asocia a muchas emociones tanto positivas (para algunas mujeres puede suponer un alivio) como negativas (sin embargo, para otras, puede acompañarse de sentimientos de tristeza y/o ansiedad).