Teñirse el pelo en casa en vez de en la peluquería tiene algunos puntos positivos y otros tantos negativos. Entre los positivos:
ahorrarás tiempo y dinero. Entre los negativos: si te sale mal, arrastrarás un pelo que no te gusta durante algunas semanas. Pero esto no tiene por qué ser así. En el post de hoy hablaremos de algunos consejos para que puedas teñirte el pelo sin pisar una peluquería.
Obvio: tienes que elegir bien el tinte que vas a usar. Y esto significa una cosa: si cambiar el color de tu cabello te provoca muchas dudas, no lo hagas, pues si finalmente no aciertas con el color, verás ese mismo error todas las mañanas cuando te mires al espejo. Ahora, si sólo tienes algunas dudas, entonces adelante. Eso sí, para la primera vez escoge un tinte de corta duración. En este post podrás leer sobre los distintos tipos de tintes según su resistencia.
Para cabellos cortos, una sola cajita puede valer, pero para melenas largas… Compra dos y elimina las posibilidades de que te quedes a medias.
Sí, es una guarrería, pero tiene sentido: un pelo limpio es un cabello firme, con la cutícula tensa y resistente a cualquier influencia exterior, como el tinte. En cambio, un pelo descuidado tendrá la cutícula porosa, lo que favorecerá la absorción del tinte y mejorará el resultado.
No son muchas cosas, pero es preferible prepararlas a conciencia antes que estar rebuscando por la casa con todo el potingue ya montado. Recuerda que todo el proceso tiene unos tiempos que hay que cumplir, así que cuanto mejor sea la preparación, menos riesgo habrá de que haya sorpresas.
El tinte mancha, así que necesitarás toallas que no quieras enseñar y vestirte con ropa que no te importe manchar. También necesitarás guantes, una brocha y un recipiente (todo esto quizá venga incluido en la caja, quizá no). Pinzas para el pelo, esenciales como diremos más abajo para poder hacer los mechones. Un reloj o un cronómetro, fundamental para respetar los tiempos. No te valdrá con el móvil, pues cuando estés en faena no querrás estar desbloqueando la pantalla para mirar la hora. Antes de nada, localiza un reloj (de pared, el del microondas, el del horno…) o carga un cronómetro en Internet y asegúrate de que permanezca visible mientras dure todo el proceso. Y para terminar: crema hidratante, que servirá para echarte en la raíz y en aquellas zonas que no quieras teñirte, como la nuca, la frente o las orejas.
Eso es: lee las instrucciones y respeta el tiempo recomendado en la caja. A rajatabla.
Si sueles hacerte recogidos, entonces sabrás que el pelo se vuelve mucho más manejable cuando lo divides en mechones. Aquí pasa lo mismo. Divide el cabello en mechones usando pinzas y ve tiñendo uno a uno.
Tienes dos opciones: puedes usar un pequeño espejo para desvelar cómo te está quedando el pelo de la nuca, o puedes pedir a alguien que te diga si te has pasado o no has llegado. Escoge cualquier opción, pero no te olvides de comprobar cómo ha quedado tu nuca antes de terminar.
La luz natural es muy distinta a la del baño, incluso a la del salón. Si tienes una terraza o un salón con ventanales, escoge estas zonas para teñirte y aléjate del baño. Si no dispones de un lugar cómodo con luz natural, entonces no olvides comprobar cómo te está quedando el pelo bajo luz natural. (Y comprueba también la nuca)
Es tan importante como incómodo. Con el agua fría la cutícula se tensará y asegurará mejor el color. Si no puedes aguantar el agua fría, que sea tibia, pero nunca caliente. Haz la prueba: si quieres alargar el aclarado porque te encuentras a gusto bajo el chorro de agua, esa agua está caliente. Abre más el grifo de agua fría.
El cabello teñido está más débil que el cabello sin teñir. Por eso hay una línea de productos especialmente pensados para proteger los cabellos teñidos. Úsalos. Y si el kit del tinte viene con un acondicionador, empieza por ese.
Teñir el pelo es un proceso químico que desgasta el cabello: cuanto más fuerte sea el tinte, más dañado deja el pelo. Por eso es importante usar productos específicos, como decíamos justo arriba, pero también reforzar los nutrientes que llevamos a nuestro cabello. Si necesitabas una excusa para comer más ensaladas y carne a la plancha y dejar de lado las bebidas gaseosas y el alcohol, que esta excusa sea el tinte. Las vitaminas y minerales de la comida saludable harán muy bien a tu cabello teñido.
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