El síndrome de la bella durmiente (o síndrome de Kleine-Levin)

Todos hemos leído el cuento o hemos visto la película de “La bella durmiente”. En ellos, se cuenta la historia de una joven princesa llamada Aurora. El día de su nacimiento es celebrado con casi todas las

personas del reino…todos menos un hada malvada. Indignada por no haber sido invitada a tan magno acontecimiento, decide regalar a la recién nacida un hechizo: “Cuando llegue a la mayoría de edad se pinchará con una rueca y morirá”. Gracias a la intervención de un hada bondadosa, el hechizo, aunque no puede ser anulado, es modificado; y es que la princesita no morirá sino que dormirá durante cien años, hasta que un apuesto príncipe rompa el hechizo con un beso de amor.
Lo que le pasa Aurora en el cuento de “La bella durmiente”, es bastante parecido a lo que sufren las personas que padecen el síndrome de Kleine-Levin (por este motivo es llamado también Síndrome de la Bella Durmiente. Las personas que presentan esta enfermedad padecen periodos largos de sueño durante la noche (hipersomnio).

¿Cuáles son los síntomas?

Los principales síntomas del Síndrome de La Bella Durmiente son:

• El síntoma más evidente es el hipersomnio, pudiendo a llegar a dormir entre 18 y 20 horas seguidas.
• Se acompaña de periodos cortos de lucidez en lo que la persona es capaz de realizar actividades básicas como comer o ir al baño.
• Desorientación.
• Irritación.
• Confusión.
• Incapacidad para trabajar, estudiar y realizar actividades sociales.
• Inestabilidad emocional
• Ingesta compulsiva de alimentos (en muchas ocasiones sufren atracones).
• Signos de desorientación en el espacio y en el tiempo.
• Amnesia (no recordar nada de lo sucedido)
• El episodio aparece de forma brusca y repentina.
• Su duración puede ser de varios días a incluso semanas de duración.
• El paciente puede estar largas temporadas asintomático (libre de síntomas).
• Aparece con mayor frecuencia durante la adolescencia y, suele desaparecer, en la mayoría de los casos, alrededor de los 30-40 años.
• Lo sufren en mayor medida los hombres

¿Por qué se produce?

Las causas exactas del síndrome se desconocen actualmente, aunque se barajan dos posibles hipótesis que explicarían porque se producen. Estas serían:

• La existencia de una patología en el Sistema Límbico, más concretamente, una alteración en el funcionamiento del hipotálamo. El hipotálamo es uno de los principales encargados de funciones básicas como el sueño.
• Que exista una alteración en el metabolismo de algunos neurotransmisores, más concretamente, en el caso de la serotonina.

¿Existe tratamiento?

Desgraciadamente, al no conocer con exactitud el motivo por el que se produce el síndrome, tampoco existe un tratamiento específico para el mismo.
Actualmente, se suelen utilizar fármacos psicoestimulantes, como las anfetaminas, que ayudan a reducir tanto la intensidad como la duración de los episodios.
Es recomendable, combinar dicho tratamiento farmacológico, con apoyo psicológico, el cual ayudará al paciente a conocer en que consiste y cuáles son las características de la patología que presenta, así como desarrollar las habilidades necesarias para manejar todos los síntomas secundarios que lleva asociados (irritabilidad, atracones, desorientación, inestabilidad emocional…..)