La combinación hombre y cabello largo no es habitual. Las causas son muchas: porque la alopecia androgenética se ceba con la parte frontal de la cabeza y el hombre prefiere concentrarse en disimular estas zonas en vez de crear nuevas preocupaciones en forma de una melena; porque el pelo rizado u ondulado no es tan fácil de domar como el liso y resulta frustrante comprobar que tu imagen ideal con cabello largo no se parece mucho a tu imagen real; o porque en muchas cabezas masculinas, y en algunas femeninas, todavía el pelo largo se asocia con la feminidad. Sea cual sea la razón, muy pocos hombres llevan el pelo largo.
Sea cual sea tu caso, si estás pensando en dejarte crecer el pelo, aquí explicaremos varios consejos.
La clave: sé paciente. Por regla general, tu pelo crecerá en un mes en torno a 1 cm, así que si quieres tener una media melena, de unos 25 cm, echa cuentas. Pero considera además la primera regla básica en el crecimiento de una melena: recortar las puntas es obligatorio. Cada dos meses visita al peluquero para que te recorte las puntas. De esta forma sanarás esa parte tan delicada del cabello.
Es posible que en las primeras visitas a la peluquería sientas que con cada corte te están robando algo del tiempo invertido en tu melena, pero, créenos, es mejor así: si no cuidas las puntas de tus cabellos deshilachados, este problema se extenderá hacia la raíz y al final el daño será mayor. La pregunta es sencilla: ¿prefieres perder de una pasada 2 cm de pelo o 10?
El cepillado del pelo corto es tan sencillo que incluso aquellos que nunca han visto un peine pueden hacer algo aparente con ayuda de sus manos. Con el pelo largo esto no pasa. El cepillo será tu mejor aliado para el crecimiento saludable de tu cabello. Huye de los peines baratos de plástico y gástate unos euros más en comprar un buen cepillo de cerdas naturales. Y como refuerzo, un peine de madera con los dientes bien separados, que te servirá para desenredar los nudos menos resistentes y abrir camino para el cepillo.
El peinado del cabello largo con un cepillo de cerdas tiene que ser siempre suave, evitando los tirones descontrolados, y en dos tramos muy diferenciados. Primero, desde la raíz a la mitad de la melena. Esta sección servirá para desenredar los nudos situados más cerca de la raíz o, si no es posible, bajarlos hacia la mitad inferior de tu pelo, donde será más fácil deshacerlos.
En este segundo tramo, que va desde la mitad de la melena hasta las puntas, podemos ser un poco más agresivos con el cepillado. La idea aquí es desenredar los nudos que hayan descendido desde la raíz. Para ello, iremos cogiendo mechones de pelo y, férreamente sujetos con una mano, usaremos el peine con la otra para tirar hacia abajo y desenredar. De esta forma amortiguaremos el tirón del pelo con nuestra mano y evitaremos que afecte a la raíz, lo que sería no sólo contraproducente, pues arrancaríamos parte del cabello, sino también bastante doloroso.
Otra parte importante. Un buen champú neutro, o uno adaptado a nuestras necesidades (cabellos grasos, rizados, para volumen…), será el punto de partida perfecto, pero tendremos que combinarlo con un acondicionador. Si este complemento lo considerábamos opcional cuando hablábamos de los cuidados para cabellos cortos en hombres, ahora será muy necesario: además de por su contribución al brillo, el acondicionador nos interesa porque facilita el desenredado de cabellos. Dos o tres lavados a la semana con acondicionador serán suficiente. Y si no lo es y nuestro cabello tiene querencia a entrelazarse, habrá que ponerse serios y que al menos uno de los lavados semanales sea con mascarilla.
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