La tiroides es una glándula con forma de mariposa que se encuentra en la base del cuello. Su función principal es regular el metabolismo, es decir, el desarrollo y los cambios que se producen en el organismo. La tiroides guarda mucha relación con el cabello, pues gestiona el ciclo de vida del cabello, y dice a cada folículo piloso cuándo hay que crecer y cuándo hay que descansar. Las dos afecciones principales de la tiroides, hipotiroidismo e hipertiroidismo, afectan de forma decisiva a la caída del cabello.
Hipotiroidismo
Es una enfermedad provocada por una
actividad insuficiente de la tiroides. La causa principal de esta dolencia es que
no se toma suficiente yodo, presente en la sal yodada, en el marisco y en el pescado azul, aunque esta carencia es más habitual en los países subdesarrollados. En los países desarrollados, donde los alimentos con yodo entran dentro de la dieta habitual, el hipotiroidismo se debe fundamentalmente a la
Tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune que ataca directamente a la tiroides.
El hipotiroidismo afecta al ciclo de vida del cabello alargando la fase telógena (de reposo) y acortando la anágena (de crecimiento). Es decir,
aumenta el número de cabellos que entran en fase de caída y alarga el tiempo que pasan así y, a su vez,
disminuye el número de cabellos que crecen y hace que esta fase de desarrollo dure menos. Una combinación perfecta que desemboca en una de las
alopecias difusas más comunes.
El cabello se desprende del cuero cabelludo por mechones, dejando zonas despobladas de pelo.
Hipertiroidismo
El hipertiroidismo es justo lo contrario que el hipotiroidismo: es la
actividad exagerada de la tiroides. Su causa más común es, de nuevo, una enfermedad autoinmune: la
Enfermedad de Graves-Basedow o bocio tóxico difuso, que superestimula la actividad de la tiroides, provocando disfunciones importantes en el organismo.
Una de estas disfunciones es la
aceleración del ciclo de vida del cabello. Si antes veíamos que la fase de reposo se alargaba, ahora sucede lo contrario: se acorta. Y lo mismo ocurre con la fase de crecimiento: si antes se reducía, ahora se alarga. La consecuencia de este desorden en las fases de vida del cabello es que,
pese a que ahora hay más pelo en crecimiento, también hay más pelo cayendo al mismo tiempo, por lo que el efecto es semejante al del hipotiroidismo:
pelos en la almohada y el cepillo y calvas localizadas en algunas zonas de la cabeza.
Solución
Las alopecias derivadas de la tiroides se consideran alopecias difusas y, por tanto,
reversibles. Hay que tratar la enfermedad para que remita
la caída del pelo.