Cómo proteger el pelo teñido en verano

El verano es perjudicial para cualquier tipo de cabello, pero se ceba con las cabelleras teñidas

. En el post de hoy repasaremos algunos consejos para que protejas tu cabello teñido del sol veraniego. Empecemos.

Pero antes, una explicación. El mayor daño del sol está en los rayos ultravioleta, o UV, que debilitan poco a poco la cutícula del cabello, la capa que protege cada pelo de los peligros del exterior. Seguro que esto empieza a sonarte si hablamos de la queratina. Una queratina fuerte es la mejor defensa para el cabello, y lo mantiene brillante, elástico y con cuerpo. ¿Qué pasa si la queratina se daña? Pues justo lo contrario: el pelo se vuelve mate, quebradizo y las puntas se abren. Estos son los problemas que causan los rayos UV.

Cabellos teñidos: los peor preparados para combatir el verano

El verdadero problema de los cabellos teñidos es que esta cutícula de protección ya viene algo dañada. De hecho, la clave de los tintes es dañar esta capa para que el color penetre en la capa interna del cabello y así se mantenga ese nuevo color más tiempo. Cuanto más potente es el tinte, más daño causa a la cutícula de protección y peor preparado está el pelo para enfrentarse a los terrores del verano. (Una regla de andar por casa para saber rápidamente cómo de poderoso es tu tinte es fijarte en el color: por regla general, oscurecer cuesta mucho menos que aclarar).
Hay otro punto importante si tienes el pelo teñido: el sol lo va a aclarar. Este problema es culpa también de los rayos UV, que tienden a rebajar unos tonos el cabello. En los cabellos no teñidos, los rayos UV afectan también a la melanina, la responsable del color de nuestro pelo (o de la ausencia de él: las canas), y se produce menos color. En el caso de los cabellos tintados, simplemente el sol desgasta el color.
Una recomendación para evitar esta decoloración natural es teñirse el pelo unos tonos más oscuros que lo normal. De esta forma, evitaremos que haya una gran diferencia entre el color antes del verano y durante. Y otra cosa, al oscurecer el tinte, no dañaremos tanto la cutícula porque el producto será ligeramente más suave que el color que usábamos antes, más claro. (Esto suele ser la norma, pero a veces no hay tanta diferencia entre productos separados por uno o dos tonos).

El equipamiento

A estas alturas ya debe quedar claro que el sol es el mayor peligro, así que será fundamental alejarse lo máximo posible de él. O protegerse. Si solemos recomendar el uso de sombreros y gorras para cualquier tipo de cabello, cuando hablamos de pelos teñidos, es o-bli-ga-torio. Tu cutícula te lo agradecerá. Si no te convence la idea, pasa una tarde en unos grandes almacenes, o en la tienda de tu barrio, probándote sombreros. ¡Seguro que encontrarás alguno que te guste! De nuevo, piensa en tu pelo.
Una vez hayas conseguido tu complemento de protección, hay otro producto del que no te puedes olvidar: protectores UV. Son espráis que tienen un filtro UV especialmente diseñado para reducir los daños del sol. Si quieres proteger tu pelo, haz que el ‘chis chis’ sea el sonido del verano.

Los cuidados para un pelo teñido

El punto final tiene que ver con la higiene capilar diaria. Para cabellos sin teñir se recomienda aumentar el lavado con champú y doblar las veces que se usa el acondicionador. En el caso de cabellos teñidos, añade además el uso semanal de una mascarilla que proporcione un extra de hidratación que, seguro, tu pelo agradecerá. En este post encontrarás los productos IMD que tu pelo necesita.