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Qué es la tricofagia: causas y tratamiento

¿Sabías que comer pelo de forma compulsiva es un problema que afecta a millones de personas? Se conoce como tricofagia o síndrome de Rapunzel.

Es un trastorno muy raro que tiene consecuencias graves, está relacionado con dos desórdenes que pueden sufrir algunos niños y adolescentes. La tricotilomanía y la tricofagia, en la primera, las personas se arrancan el pelo y en la segunda, ingieren su propio cabello.

A continuación detallaremos de qué se trata y cuáles son los tratamientos para curar esta condición.

Qué es la tricofagia o síndrome de Rapunzel

Rapunzel es la historia de una princesa con el pelo largo que fue encerrada en un castillo desde niña por una malvada bruja.

Sin embargo, el síndrome no tiene nada que ver con la historia, sino que utiliza el nombre de la protagonista para referirse a la tricofagia, más popularmente conocida como síndrome de Rapunzel.

El trastorno psicológico lleva a quien lo padece a comerse de forma compulsiva su propio pelo.

Como ya mencionamos, esta afección está relacionada con la tricotilomanía, que provoca una obsesión por manipular y arrancarse el cabello. Es muy común que quienes sufren tricotilomanía desarrollen tricofagia.

De acuerdo con la Asociación Española de Pediatría en su publicación “Anales de Pediatría” la primera descripción del síndrome de Rapunzel fue del cirujano Vaughan ED Jr. en 1968. En la actualidad, solo se han descrito 108 casos pediátricos en el mundo, dos de ellos publicados en España.

Los síntomas de la tricotilomanía, además de la acción compulsiva de arrancarse el cabello, están ligados con el tema psicológico.

Algunos de ellos son sentimientos de alivio al quitarse el pelo, ansiedad, depresión o episodios de nervios. También negar que se sufre tricotilomanía es considerado un síntoma de la patología.

Cuando se registra casos extremos, la enfermedad se transforma en tricobezoar que se trata de la obstrucción del tracto gastrointestinal por acumulación de material no digerido.

Se ha calculado que la tricofagia a nivel mundial solo afecta a una pequeña porción de la población, entre 0.6 % a 1.6 %, aunque no se descarta que los bebés lo puedan desarrollar.

Las personas que sufren el trastorno acostumbran a jugar con el pelo, si es largo lo saborean, lo arrancan y se lo tragan. Estas acciones son inconscientes e incontrolables para ellos.

Se han registrado casos de tricofagia en que los pacientes también se quitan las cejas, las pestañas y el cabello de personas que estén cerca.

Causas de la tricofagia

En realidad, las causas que originan la tricofagia son inexactas.

Al igual que sucede con otros trastornos obsesivo-compulsivos, los estudios indican que se genera por situaciones de depresión, mucho estrés, poca autoestima y ansiedad.

Algunas personas que padecen de tricofagia y tricotomía son víctimas en casos de maltrato psicológico, hambruna o padecen de trastornos intelectuales.

Por otro lado, según el Manual Estadístico de los Trastornos Mentales, la tricotilomanía está considerada como un problema del control de los impulsos que puede aparecer en la primera infancia, pero la mayoría de los casos en la adolescencia.

Consecuencias más comunes de la tricofagia

La enfermedad trae consigo graves complicaciones a la salud de quien la sufre, ya que al consumir grandes cantidades de cabello que no se puede digerir, se almacena dentro del sistema gastrointestinal como bolas, llamadas tricobezoar.

Cuando estas bolas de pelo llegan a ser muy grandes, obstruyen las paredes intestinales generando síntomas como:

  • Náuseas.
  • Halitosis.
  • Vómitos.
  • Dolor de estómago.
  • Tensión abdominal.
  • Sangrado intestinal.
  • Estreñimiento.
  • Pérdida de peso.
  • Diarrea.

Tratamiento para la tricofagia

¿Tiene cura el síndrome de Rapunzel? ¿Se puede tratar? Sí.

La clave está en eliminar las conductas compulsivas de comer cabello y disminuir las causas que lo provocan.

Al tratarse de un problema psicológico, la solución a la tricofagia pasa por la intervención de un especialista en el área que combina la terapia con el abordaje farmacológico:

  • Terapia conductual de privación de respuesta. Tiene como finalidad conocer cómo se evita la conducta de comer el pelo.
  • Terapia de inversión de hábitos. Consiste en ofrecer alternativas saludables cómo respuesta a la necesidad de la ingestión de cabello. Por ejemplo, cada vez que surge la urgencia de comer pelo, dar un paseo rápido y aplicar técnicas de respiración profunda.
  • Terapia cognitivo conductual. Se enfoca en cambiar el comportamiento, sentimientos y pensamientos negativos que producen la enfermedad.

¿Puedo tratar la alopecia si sufro tricofagia?

Sí, para lograrlo necesitas la ayuda de profesionales en psicología y psiquiatría.

Lo habitual es que el paciente aprenda a controlar el impulso nervioso que le lleva a esa práctica que puede provocar baja autoestima y temor a socializar con otras personas.

Si crees que sufres de tricofagia, no dudes en buscar apoyo para recuperar tu salud emocional y capilar.

Para ello, cuenta con el equipo de expertos de IMD. Pide tu cita gratuita, estamos aquí para ayudarte.

Mindfulness para el cabello

Está ampliamente demostrado que gran parte de nuestras afecciones físicas tienen un componente psicológico importante; los trastornos de la piel no son la excepción. La psicodermatología es una de las disciplinas aplicadas en IMD. Con frecuencia, los problemas capilares tienen su raíz en el estrés, la ansiedad y la depresión.
Vivimos en una era de mucho estrés, pero también en una era de información. A lo largo de la historia de la humanidad, las más diversas civilizaciones han desarrollado métodos efectivos para prevenir, combatir y atenuar el estrés y la ansiedad. Una de las que está más en boga es el mindfulness.

¿Qué es el mindfulness?

Imagen de una persona en la mitad de una zona rocosa en comunión con la naturaleza
Existen varias definiciones e interpretaciones de lo que se suele denominar mindfulness; la traducción más común al español es “atención plena”. Hay un consenso sobre el hecho de que se trata de estar presentes en el momento y el lugar, y enfocarse en el ahora. Por lo general, esto suele resultar en una gestión más saludable de las preocupaciones y las tareas de la vida cotidiana.
Si bien no pretendemos abarcar aquí todas las aristas y complejidades de esta técnica, sí queremos dejarte 3 simples ejercicios que puedes practicar en casa para tratar de controlar el estrés y la ansiedad, evitando así que esto pueda repercutir en tu salud capilar.

Pasa revista a tu cuerpo

Imagen de una chica en una bañera con flores, parece estar mirándose las piernas, repasando su cuerpoDeja lo que estás haciendo y concéntrate por un momento en tu cuerpo. Ve zona por zona y haz conscientes las señales corporales que habías relegado en un segundo y hasta tercer plano: ¿tu espalda está en una posición cómoda?, ¿tienes sed?, ¿tus ojos están resecos o fatigados?
Mírate como desde fuera y trata de obtener un estado de bienestar corrigiendo tu postura, hidratándote, liberando tensiones, etc. Intenta hacer esto cada hora durante tu jornada laboral. Así, evitarás que las tensiones del trabajo se apoderen de tu cuerpo, desencadenando efectos adversos.
Al principio, necesitarás hacerlo sirviéndote de algún recordatorio, pero con el tiempo lo incorporarás a tu rutina. Esto te llevará a ser más responsable con tu cuerpo y, por lo tanto, a tener una mejor salud.

Elimina las distracciones

Imagen en la que se ven muchos cables conectados a sus clavijas
El principio del nuevo milenio fue una apología colectiva al multitasking, o la capacidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo. Aunque inicialmente se percibió como una cualidad positiva y potenciadora de productividad, con el tiempo se fueron descubriendo sus efectos adversos en la concentración, la eficiencia y hasta en la felicidad y el cerebro mismos.
Por suerte, la tendencia se está revirtiendo, pero bombardeados como estamos de estímulos, ser multitasking ha pasado de ser una elección a ser una obligación impuesta por el entorno. Para recuperar la capacidad de hacer una sola cosa a la vez, es necesaria una reeducación de la mente. Esta tarea de autopedagogía es casi imposible si no se eliminan (o por lo menos se limitan) las distracciones.
Imagen de un plato de comida visto desde arriba
Puesto así, parece una tarea titánica, pero “hasta el viaje más largo comienza con un solo paso”, como diría Lao-Tse. Elige un momento y una actividad específicas del día; por ejemplo, el momento de la comida. Apaga el móvil, no enciendas la televisión o la radio ni busques un vídeo en YouTube; en cambio, elige un lugar tranquilo y solitario y hazte con un platillo delicioso. A continuación, empieza a comer pensando únicamente en la comida que te estás llevando a la boca: su sabor, su textura, el efecto que causa en ti, etc.
Una vez que hayas dominado este ejercicio, puedes comenzar a extender la práctica a otros ámbitos de tu vida, incluso cuando haya distracciones por doquier. Esto te permitirá disfrutar más de los momentos que vives, sentir mayor plenitud e, incluso, ejecutar mejor tus acciones: comiendo de forma consciente, digerirás mejor; andando de manera consciente, mejorarás tu postura…

Medita

Imagen de un budista meditando
A pesar de que la práctica ha adquirido un número de adeptos sin precedentes, todavía existen muchos miedos en torno a la meditación entre las personas que nunca la han practicado. El temor más recurrente es no saber meditar.
Se encuentran numerosas aplicaciones móviles gratuitas que puedes utilizar para iniciarte en esta práctica y hacer meditaciones guiadas. También existen distintos tipos y niveles de meditación, solo debes encontrar lo que mejor te funcione y aplicarlo.
Muchos de nuestros pacientes requieren que su problema capilar sea tratado simultáneamente desde dos frentes: el psicológico y el físico. Esto es posible gracias a nuestra Unidad de Psicología. Si crees tu problema capilar está vinculado con factores psicológicos, solicita una cita de evaluación gratuita.

Los trastornos de ansiedad

La angustia es sentir miedo pero sin saber decir a que se tiene o siente ese miedo. Tanto el miedo como la angustia son respuestas adaptativas necesarias para la supervivencia.
Trastornos de ansiedad
Una respuesta que en principio es adaptiva y favorable al individuo, puede llegar a convertirse en desadaptativa cuando aumenta tanto la intensidad como la frecuencia de la misma, de tal manera que si se hace crónica, hablamos de un trastorno de ansiedad.
La ansiedad se puede producir de dos formas: de manera permanente o intercalada con periodos de normalidad.

Clasificación de los trastornos de ansiedad:

  • Ataque de Ansiedad: Consiste en un cuadro de ansiedad, de máxima intensidad cuya aparición es repentina. El paciente no manifiesta síntomas previos a la aparición del ataque y piensa que se va a morir porque no entiende que es lo que le está pasando. Los síntomas corporales de un ataque de ansiedad suelen ser: taquicardia, opresión en el pecho, sudor, palpitaciones, sensación de ahogo, respiración acelerada, nauseas, dolor abdominal, sensación de hormigueo o entumecimiento de las extremidades superiores e inferiores, miedo a morir o a volverse loco. El episodio suele durar unos pocos minutos pero puede prolongarse varias horas.
  • Trastorno por Ansiedad Generalizada, se suele caracterizar por síntomas más leves pero persistentes del ataque de ansiedad. Normalmente el paciente suele notar palpitaciones, diarrea, sudor, temblor, dificultad para poder hablar. Es bastante habitual que el paciente presente una combinación del Ataque de Ansiedad y el Trastorno de Ansiedad, es decir, que sufra un episodio repentino y que, posteriormente a este, se muestra alerta ante cualquier estímulo (salir a la calle, utilizar transporte público, etc….). Para poder realizar un diagnóstico de este trastorno es necesario que el paciente lo haya padecido la mayoría de los días, durante no menos de 6 meses, al menos tres de los síntomas citados anteriormente.
  • Fobias, se trata de respuestas ansiosas desproporcionadas frente a un estímulo concreto, como puede ser: viajar en avión, a los insectos o animales, a padecer enfermedades graves, a salir a la calle, a espacios cerrados, etc….Entre las fobias, debemos destacar las siguientes:
  • Agorafobia, se trata de una respuesta de ansiedad a los espacios abiertos o a aquellas situaciones en las que la huida es difícil. Las personas que sufren este tipo de fobia, al temer sufrir un episodio, acaban por recluirse en casa sin salir.
  • Fobias simples, se trata de miedo a estímulos específicos, como por ejemplo, a las arañas (aracnofobia), al agua (hidrofobia), a la sangre (hematofobia). Las fobias específicas o simples se caracterizan por ser miedos irracionales y excesivos que aparecen y desaparecen según la presencia o ausencia del estímulo aversivo. Cuando el estímulo objeto de la fobia está presente, la persona respuesta con un cuadro de ansiedad, desapareciendo este cuando lo hace dicho estímulo.
  • Fobias sociales. Es el miedo que presenta una persona cuando se encuentra alrededor o se siente observado por otras personas. Se trata de una fobia que puede aparecer de manera brusca, cuando por ejemplo, la persona ha sufrido una situación humillante o incómoda por parte de terceros o, bien, de forma paulatina.
  • Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT). Es un trastorno que se produce cuando la persona ha sufrido de forma real un acontecimiento o episodio en el que su vida ha corrido peligro y, aunque se trate de un episodio aislado, la experiencia es revivida en forma de pesadillas y miedos. También se considera como suceso traumático las catástrofes naturales, las violaciones, accidentes y/o enfermedades mortales, torturas, secuestros….La principal respuesta al evento traumático es volver a experimentar dicho suceso en forma de pesadillas, recuerdos y malestar psicológico al pensar o enfrentarse a situaciones o acontecimientos parecidos. Puede aparecer una incapacidad para recordar determinados detalles del trauma, un desinterés por las actividades que antes resultaban placenteras, desapego afectivo, sensación de un futuro. Suele aparecer de forma aguda y a cualquier edad, inclusive en la infancia. Dichos síntomas deben prolongarse como mínimo durante un mes porque si no es considerado como un Trastorno por Estrés Agudo.
  • Trastorno por Estrés Agudo, consistiría en lo mismo que en el TEPT, pero cuyos síntomas tienen una duración inferior al mes. Los síntomas más comunes suelen ser disminución en la expresión de los sentimientos, incapacidad o dificultad para recordar el acontecimiento traumático y despersonalización. Hay una alta probabilidad de que las personas que sufren este trastorno terminen desarrollando un TEPT.
  • Trastorno de Ansiedad Inducido por Sustancias. En este caso, la persona presenta síntomas ansiosos como consecuencia del consumo de sustancias (drogas o medicamentos). Los síntomas deben persistir después de un periodo de abstinencia de más de un mes. Suele tratarse de un trastorno transitorio que desaparece una vez que la sustancia ha sido metabolizada y se ha restaurado el equilibrio fisiológico del organismo. Normalmente, las sustancias cuyo consumo producen la aparición de dicho trastorno son el alcohol, la cocaína, las anfetaminas y sus derivados, alucinógenos y cannabis.
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC). Las obsesiones son pensamientos, ideas, sensaciones o sentimientos recurrentes que producen una gran ansiedad. Las personas los perciben como ajenos a su control aunque son conscientes que son productos de su mente. Las compulsiones más habituales son las relacionadas con la limpieza, la higiene personal, las comprobaciones, el orden y los actos repetitivos. Suele tratarse de un trastorno muy invalidante por la gran inversión de tiempo que la persona realiza en el objeto u objetos de obsesión.

TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE ANSIEDAD

Durante el ataque de ansiedad se suele administrar medicación ansiolítica o tranquilizante para aliviar toda la sintomatología que presenta el paciente. Posteriormente el tratamiento medicamentoso se debe completar con terapia psicológica, fundamentalmente con técnicas cognitivo-conductuales, como pueden ser las técnicas de relajación y los ejercicios de respiración (que son fundamentales para aliviar el miedo y la ansiedad anticipada), la exposición al estímulo aversivo, la desensibilización sistemática.
Ansiedad
También es recomendable realizar terapia grupal y familiar que ayudará a que las diferentes personas que forman parte de la vida del paciente de adapten a las diferentes dificultades psicosociales que lleva asociado el trastorno.
La combinación de ambos tratamientos es efectivo en el 80-90% de los pacientes, observándose una mejoría significa aproximadamente a las 8 semanas después de iniciarse el tratamiento.

Perder cabello por ansiedad, ¿qué podemos hacer?

La ansiedad es uno de los males que más sufrimos en nuestros tiempos, siendo de hecho la patología más extendida en el mundo dentro del ámbito psicológico.
Sus consecuencias son muchas y, aunque no es el espacio de este artículo, se concentran en preocupaciones extremas, dificultad para concentrarse y cambios fisiológicos. Es en estos últimos donde encontramos la caída del cabello que se produce tanto por el efecto que tiene la ansiedad en nuestras defensas naturales como en el cambio conductual que llevamos a cabo, incluso de forma inconsciente. (más…)