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Tratamientos capilares: Laser capilar, mitos y verdades

Uno de los tratamientos capilares más actuales que existe hoy en día es el uso del láser capilar en el cuidado de nuestro cabello.

Este tipo de tratamiento también llamado Láser de Baja Potencia o en ingés, Low Level Light Therapy (LLLT), consiste en la aplicación de un dispositivo láser sobre las zonas despobladas, o amenazadas, del cuero cabelludo pero…¿Conoces todos los mitos que hay detrás de este tratamiento capilar?

1. Mito: Este tipo de tratamiento capilar puede causar quemaduras

Verdad: Es imposible que causen quemaduras.
El tratamiento de láser capilar anticaída, también conocido como Láser de Baja Potencia o Low Level Light Therapy (LLLT), funciona causando reacciones fotoquímicas en la zona tratada. Como su nombre indica, la potencia utilizada en este tratamiento es tan baja que ni siquiera produce calor, por lo que no puede causar quemaduras.

2. Mito: Los láseres son nocivos para la salud

Verdad: No lo son. De hecho, tienen propiedades curativas.
Estudios han demostrado que la longitud de ondas que son usadas en este tipo de tratamientos —entre 600 nm y 1000 nm— tiene propiedades analgésicas y puede mejorar el funcionamiento de varios tipos de células.

3. Mito: Los láseres exponen el cuerpo del paciente a radiación.

Verdad: No es cierto.
Los láseres utilizados en tratamientos capilares tienen una longitud de onda que no emite radiación ionizante. Estos láseres son tan seguros que ni siquiera pueden compararse con la radiación de la luz del sol.

4. Mito: Los tratamientos capilares de láser duelen.

Verdad: La terapia de láseres de baja potencia no causa dolor.
Como ya fue mencionado, la baja potencia de estos láseres evita que pueda causar ningún tipo de abrasión. Por esta razón, y a diferencia de otros tratamientos de láser como los de la depilación —que sí utilizan láseres que producen calor—, esta terapia no produce dolor alguno.

5. Mito: Los láseres debilitan la piel

Verdad: No operan sobre la piel, sino debajo de ella.
Los láseres utilizados en esta terapia estimulan los vasos sanguíneos bajo piel tratada, promoviendo la circulación sanguínea. Los efectos de este tratamiento, aunque visibles en la superficie, no se aplican en la piel.

6. Mito: El tratamiento es solo luz brillando sobre la cabeza.

Verdad: Pareciera ser así, pero es mucho más sofisticado que eso.
Los láseres utilizados en esta terapia deben aplicarse a un rango, con una longitud de onda, y en un tiempo determinado. Los efectos fotoquímicos buscados por el tratamiento solo ocurren bajo circunstancias específicas. El trabajo del dermatólogo es determinar con qué exposición se obtendrá mayor efectividad.

7. Mito: Los tratamientos capilares con láseres causan cáncer

Verdad: La potencia de estos láseres no es tan alta como para ser considerada peligrosa.
Como se dijo anteriormente, los láseres utilizados en los tratamientos capilares no emiten radiación ionizante, la longitud de onda de la luz del láser no tiene efectos cancerígenos.

8. Mito: Los tratamientos de láser son innecesarios y solo cosméticos

Verdad: Existen numerosos problemas médicos para los cuales el tratamiento láser de baja potencia puede ser útil.
Se ha demostrado que las terapias con láseres de baja potencia tienen propiedades antiinflamatorias, antiedematosas y cicatrizales, por lo que pueden funcionar como una terapia complementaria durante periodos de recuperación.

9. Mito: El tratamiento láser es inefectivo

Verdad: Los efectos se hacen evidentes desde la tercera sesión.
Además de ser una alternativa para pacientes en los cuales otros tratamientos contra la alopecia no han funcionado, el tratamiento láser ha demostrado ser efectivo tanto en hombres como en mujeres. Los primeros efectos pueden empezar a verse entre la tercera y quinta sesión.

10. Mito: Todos los tratamientos capilares con láser son iguales

Verdad: Los tratamientos pueden variar dependiendo de algunos factores.
Las máquinas de láser pueden diferir unas de otras. Además, la longitud de onda del láser que será utilizado varía dependiendo del tratamiento y el dermatólogo que opera la máquina. La máquina, el dermatólogo y el paciente son los tres factores que entran en juego.

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¿Cuándo deja de crecer el cabello y qué podemos hacer?

El cabello, símbolo de belleza y expresión personal, forma parte de nuestra identidad. Sin embargo, en ocasiones nos encontramos con la frustrante realidad de que su crecimiento parece estancarse. ¿Existe un límite en la longitud del cabello? ¿Qué hay de cierto en las creencias populares sobre su crecimiento?

En este artículo, desmitificamos las ideas erróneas y te guiamos hacia un cabello sano y fuerte, con información precisa y consejos prácticos.

Mitos sobre el crecimiento del cabello

1. El cabello tiene un límite de crecimiento: Falso. El cabello puede crecer continuamente durante toda la vida, siempre que se cuide adecuadamente.

2. Cortar el cabello lo hace crecer más rápido: Falso. Cortar las puntas solo elimina las partes dañadas, no acelera el crecimiento.

3. Lavar el cabello con frecuencia lo hace crecer más lento: Falso. Lavarlo con regularidad ayuda a eliminar la suciedad y el exceso de grasa, lo que puede beneficiar su crecimiento.

4. Los productos anticaída hacen crecer el cabello: Algunos productos pueden ayudar a prevenir la caída del cabello y estimular su crecimiento, pero no garantizan resultados milagrosos.

Factores que determinan la longitud del cabello

Como hemos comentado anteriormente, el cabello no tiene un límite de crecimiento predeterminado. Sin embargo, la longitud final dependerá de diversos factores, como:

  • Genética: La predisposición a la alopecia o a un crecimiento lento del cabello puede ser hereditaria. Por tanto, la longitud máxima del cabello estará predeterminada genéticamente.
  • Edad: El crecimiento del cabello tiende a ser más rápido en la juventud y se ralentiza con el paso del tiempo. Como dato de interés, se estima que el crecimiento del cabello disminuye alrededor de un 1 cm por década después de los 40 años.
  • Hormonas: Los cambios hormonales, como los que se producen durante la pubertad, el embarazo o la menopausia, pueden afectar el crecimiento del cabello e incluso ocasionar su caída.
  • Nutrición: Una dieta deficiente en vitaminas y minerales esenciales puede afectar el crecimiento del cabello. La falta de hierro, zinc, biotina y vitaminas del grupo B puede ser un factor determinante en el crecimiento del cabello.
  • Estrés: El estrés puede tener un impacto negativo en el ciclo de crecimiento del cabello.
  • Hábitos: El calor excesivo, los productos químicos y la tensión mecánica pueden debilitar el cabello y romperlo, impidiendo su crecimiento.

¿Por qué el crecimiento capilar parece estancarse?

El crecimiento capilar puede parecer estancado por diversos motivos:

1. Fase Telógena: El cabello tiene un ciclo natural de crecimiento que incluye tres fases: anágena (crecimiento), catágena (transición) y telógena (reposo). La fase telógena dura alrededor de 3 meses, durante los cuales el cabello se desprende y cae. Si esta fase se prolonga o si hay un desequilibrio en las fases del ciclo capilar, puede parecer que el crecimiento del cabello se ha detenido.

2. Factores mencionados anteriormente: La genética, la edad, las hormonas, la nutrición, el estrés y los hábitos pueden influir en el crecimiento del cabello y hacer que parezca estancado.

3. Otros factores:

  • Enfermedades: Ciertas enfermedades como la alopecia areata, el hipotiroidismo o el lupus pueden afectar el crecimiento del cabello.
  • Medicamentos: Algunos medicamentos como los antidepresivos, los anticoagulantes o los anticonceptivos pueden tener como efecto secundario la caída del cabello o un crecimiento lento.
  • Deficiencias: La falta de vitaminas y minerales esenciales, como hierro, zinc o vitamina D, puede afectar el crecimiento del cabello.

Tenemos la solución: Diagnóstico capilar personalizado en IMD

Si tu cabello no crece como deseas, es esencial consultar con un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado.

En clínica capilar IMD, expertos en salud capilar, te ofrecemos un diagnóstico capilar personalizado completamente gratuito. Este diagnóstico incluye:

  • Análisis de tu cabello y cuero cabelludo con un microscopio de última generación.
  • Evaluación de tu historial médico y hábitos para identificar posibles causas del estancamiento del crecimiento capilar.
  • Diseño de un plan de tratamiento personalizado que se ajuste a tus necesidades y objetivos.

En IMD, tu cabello está en las mejores manos.

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El cabello de Buda

Antes de convertirse en un iluminado, preceptor de la vida equilibrada, Buda fue un aristócrata. Los datos biográficos del período en el que vivió son inexactos y discrepan de forma más o menos considerable en algunos detalles. Algunas fuentes señalan que Buda era un príncipe, otras dicen que era el hijo de un oligarca electo. Lo cierto es que los primeros años de vida del Buda fueron de opulencia.

Según la mayoría de los relatores, el nombre que se le dio al momento de su nacimiento fue Sidarta, «el que logra su propósito», y los adivinos de toda clase llamados por su padre para anticipar su futuro predijeron que Sidarta sería un gran rey o monje, pero sin poder descifrar cuál de los dos sería su destino. Solo uno de ellos, Kaundinya, predijo unívocamente que Sidarta se convertiría en un Buda.

La renuncia

Una vez más, la historia varía según las fuentes. Algunas dicen que Sidarta descubrió la miseria que existía fuera de las puertas de su palacio, otras que se sumió en la depresión al hacerse consciente de la naturaleza mortal del ser humano. Lo cierto es que un día huyó de palacio para convertirse en un asceta y vivir, así, despojado de todo bien material, en la más absoluta pobreza.
En su vida aristócrata, Sidarta tenía una cabellera rizada y larga (ushnisha). Esta se asocia al estatus y la decadencia. Buda se representa con una cabellera larga atada en lo alto de la cabeza cuando se hace referencia a los momentos previos al inicio de su camino a la iluminación. Esta representación suele compaginarse con el ūrṇā un único rizo que cae al centro de la frente y que funciona como una anticipación de la iluminación por venir simbolizando una inteligencia especial en Sidarta.
Una vez que Sidarta deja la casa paterna, junto con los lujos que esta le proveía, corta su larga cabellera con su espada. Según la leyenda, sus rizos cortos se adhirieron a la cabeza y no volvieron a crecer. Las representaciones de Buda que muestran esta versión de su cabellera, sin ningún otro aditamento simbólico, se refieren al inicio de su camino a la iluminación.

108 caracoles secos

En torno a figuras tan especiales como la de Buda se entretejen la historia y la leyenda. Otras fuentes biográficas aseguran que, al abandonar su condición privilegiada, Sidarta no se cortó el pelo con la espada, sino que afeitó su cabeza por completo.
Una leyenda cuenta que, en su camino a la iluminación, Buda se encontraba sentado bajo un árbol meditando desde hacía muchas horas; tantas, que la posición del sol había cambiado y los rayos se ubicaban directamente sobre su cabeza desnuda. Un caracol que pasaba se sintió angustiado por que el calor interrumpiera la meditación del Buda, así que trepó a su cabeza y utilizó su cuerpo viscoso para refrescarla. Otros caracoles lo siguieron.

Al final del día, cuando Buda se levantó de su meditación, descubrió que tenía un sombrero de 108 caracoles que habían muerto disecados para proteger su concentración. Según esta leyenda, desde entonces se representan los caracoles en la cabeza de Buda como un homenaje a estos mártires que dieron su vida para que pudiera alcanzar el Nirvana.

Una vida equilibrada

Bien con caracoles, bien con rizos, después de experimentar tanto una vida de lujos como una vida de pobreza absoluta, el Buda descubrió que el verdadero camino al Nirvana no se encuentra en ninguno de los dos extremos, sino en una vida intermedia y equilibrada. Es ahí cuando se agregan otros atributos a las representaciones de Buda.

El bindu se posiciona como un tercer ojo, al centro de la frente, y simbólicamente representa la visualización del absoluto a través de un «ojo» que no es físico, sino que es el ojo de la mente. Además, en las esculturas del Buda iluminado aparecen también las orejas descolgadas, vestigio físico de las grandes joyas de sus primeros años de vida, que simbolizan el vínculo del pasado. Como afirma hermosamente Cristina Richie en su ensayo Simbolismo en las esculturas asiáticas de Buda, «las personas pueden reinventarse y transformarse en seres compasivos, pero siguen atadas a su pasado». Las orejas son también un recordatorio de que los signos de nuestro pasado permanecen y son parte de nosotros, pero no definen nuestro ser.

La historia de Buda y su simbolismo es solo un ejemplo de los significados profundos que las culturas de todo el mundo han atribuido al cabello. ¿Te gustaría conocer otras?

¿Es sano teñirse el pelo?

Teñirse el pelo es una técnica estética muy extendida, practicada por aproximadamente 6 de cada 10 mujeres y 1 de cada 10 hombres en Europa. Si hace unos años la causa principal era disimular las canas que aparecían pasados los 30 y durante la menopausia, hoy en día sigue siendo así, pero ha surgido una razón más coqueta: cambiar de estilo. Este deseo de cambio está haciendo que tanto los hombres como las mujeres empiecen a teñirse el pelo en edades más tempranas, cuando aún no han salido las primeras canas.
Imagen de una chica con el pelo largo teñido de rosa claro

¿Es sano teñirse el pelo?

Por ello es importante responder a esta pregunta. Depende. Para tu salud es irrelevante teñirte el pelo si no tienes alergia a los componentes tóxicos de los tintes ni una predisposición genética a que ciertos de estos tóxicos puedan provocarte enfermedades como el cáncer. (Más adelante repasaremos este tema). ¿Es sano para tu pelo teñirte el pelo? Por regla general, influye poco si los tintes no son muy agresivos, no te aplicas el cambio de color cada semana y potencias la hidratación de tu cabello teñido. Conclusión rápida: los tintes no son malos, por lo general, para tu salud pero sí pueden influir en la salud de tu pelo.

¿Cómo funciona el tinte?

Los tintes pueden cambiar el color del pelo de dos formas: aplicando color en la superficie del tallo piloso, el pelo propiamente dicho, que sería el proceso menos dañino, semejante a colorear algo previamente pintado; o penetrando en la corteza capilar del cabello, un proceso mucho más agresivo, de resultados más duraderos y que ofrece una variedad de colores más amplia. Sea cual sea el método, los tipos de tintes pueden clasificarse en tres según su origen: vegetales, minerales y sintéticos.
El tinte vegetal más extendido es la henna, que se puede vender sola o con añadidos imaginativos como el vino tinto, que promete tonos rojizos, o el plomo y otros metales, que mejoran la durabilidad de la henna a costa de resultar tóxicos para el cabello. Los tintes vegetales puros, sin metales ni añadidos, son los menos duraderos y no ofrecen una amplia gama de colores, pues se limitan a matizar el color de origen.
Los tintes minerales se sitúan entre los vegetales y los sintéticos: son más duraderos que los vegetales y no tan tóxicos como los sintéticos. No tan tóxicos, pero sí son tóxicos: la plata o el plomo que contienen resultan agresivos para el cabello.
Los tintes sintéticos ofrecen una enorme gama de colores y una durabilidad máxima a cambio de unos niveles de agresividad importantes, pues la mayoría no se limitan sólo a colorear la superficie del cabello sino que penetran en su corteza. Los tintes sintéticos tienen su propia clasificación, que depende de la duración del tinte:

  • Temporales. Sirven para cubrir algunas canas y dar reflejos. La opción preferida para bodas, bautizos y comuniones, pues en una semana desaparece el tinte.
  • Semipermanentes. Duran de 6 a 8 lavados y sirven para realzar colores y oscurecer en torno a la mitad de las canas.
  • Permanentes. Modifican la corteza del cabello, de tal forma que se puede conseguir casi cualquier color independientemente del color de origen; las canas quedan completamente tapadas. Este tipo de tintes duran tanto como tarda en crecer el nuevo pelo.

Riesgos de teñir el cabello

Si quien usa el tinte no tiene alergias a sus componentes ni tampoco una predisposición genética a la toxicidad de sus productos químicos, como el amoniaco, muy presente en los tintes sintéticos, los mayores riesgos que se pueden sufrir son sequedad del cabello y pérdida de brillo. Estos problemas vendrán derivados del sobreuso del tinte y de su agresividad. Por regla general, un tinte será más agresivo conforme el cambio de color sea más radical, teniendo en cuenta que el cambio más agresivo consiste en pasar de un cabello claro a uno oscuro. Los componentes más agresivos son el amoniaco, el peróxido de hidrógeno, la monoetanolamina y la parafenilendiamina (PPD).
Si se conoce una alergia a cualquiera de los productos del tinte, especialmente a la parafenilendiamina (PPD), presente en 2 de cada 3 tintes sintéticos, no se recomienda su uso, como es lógico. Una reacción alérgica prolongada conlleva picazón, descamación, hinchazón del cuero cabelludo y, si no se trata, incluso daño irreversible al folículo piloso, lo que ocasiona la caída del cabello.

¿Los tintes pueden producir cáncer?

Algunos tintes sintéticos tienen componentes catalogados como de riesgo carcinogénico, como la monoetanolamina y otros químicos de la familia de las arilaminas, pero no está demostrado que haya una relación directa entre el uso de tintes y la aparición de cáncer. Cabe recordar aquí que aunque un producto sea catalogado como producto de riesgo, no significa que se haya demostrado una relación directa. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) también cataloga como riesgo carcinogénico no probado la cafeína, el paracetamol, la sacarina o la luz fluorescente, entre otros productos.

Tintes y embarazo

Aunque se considera como poco probable que algunos componentes agresivos del tinte, como las aminas aromáticas, el amoniaco, la formalina, el plomo o el peróxido de hidrógeno, puedan influir en el feto, no se recomienda el uso de tintes con estos componentes durante el embarazo. La alternativa más segura es usar un tinte natural sin añadidos de ningún tipo.