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Tinea capitis: una enfermedad capilar sin mucho protagonismo

La Tinea capitis es una enfermedad micótica, es decir, producida por un hongo, más frecuentemente causada por cualquiera de los dermatofitos pertenecientes a dos géneros: Trichophyton y Microsporum. Dicha enfermedad afecta principalmente al cuero cabelludo, sin embargo, puede llegar a afectar las pestañas y las cejas también. Los principales agentes causales suelen ser el Trichophyton tonsurans (T. tonsurans) y Microsporum canis (M. canis).

En líneas generales, la Tinea capitis se presenta con mucho prurito (picazón) y áreas con alopecia. Esta es la enfermedad infantil más común producida por un dermatofito.

Cuadro Clínico

Se han descrito dos formas clínicas de tiña en el ser humano:

Clínica no inflamatoria:

Suele ser la presentación más común en donde prácticamente no existe ninguna reacción inflamatoria. Lo más frecuente es que aparezcan zonas con lesiones descamativas, alopecia con numerosos puntos negros y pelos rotos distribuidos a lo largo de la epidermis (la capa mas superficial de la piel).

Clínica inflamatoria:

En esta presentación de la enfermedad, como su nombre lo sugiere, se pueden observar porciones del cuero cabelludo con zonas inflamadas y alopecia, así como también lesiones escamosas y foliculitis pustulosa. Estas lesiones suelen venir acompañadas de mucho prurito (picazón), dolor y hasta fiebre. Si la enfermedad se prolonga y empeora, pudiese incluso aparecer Querion de Celso, unos nódulos purulentos en el cuero cabelludo como resultado del proceso inmunitario de la persona.
 

Epidemiología

La Tinea capitis tiene prevalencia a nivel mundial, sin embargo, es más frecuente en niños entre los 3 y 7 años de edad. No suele ser observada en adultos, recién nacidos ni en ancianos. Se cree que la prevalencia es mayor en niños debido a la baja producción de sebo, lo cual disminuye los ácidos grasos e incrementan el pH del cuero cabelludo, facilitando por ende la colonización e infección por dermatofitos. En la población pediátrica, esta enfermedad es mas frecuente en los sujetos masculinos, mientras que en los adultos se suele observar más en los sujetos femeninos.

Existen factores que predisponen a sufrir de esta enfermedad tales como mala higiene, exposición en el hogar, bajo estatus socioeconómico, infección micótica concomitante, uso compartido de fómites contaminados (como por ejemplo peines, cepillos, almohadas o sombreros), participación en deportes con contacto físico, ambientes cálidos y húmedos, cabello corto (ya que la espora del hongo puede llegar más fácilmente al cuero cabelludo), inmunodeficiencia, entre otros.

Diagnóstico y tratamiento

El principal método diagnóstico de la Tinea capitis es la aparición de la clínica previamente mencionada, en especial si existen adenopatías occipitales o cervicales. Otro método común de diagnostico es a través de la dermatoscopia, un procedimiento sencillo, rápido y económico con una alta sensibilidad para la determinación de Tinea capitis. Sin embargo, el Gold standard (es decir, el método predilecto para detectar la dermatofitosis) es el cultivo fúngico, lo cual suele tardar entre 7 y 14 días para dar resultados. En el día a día, dicho cultivo no suele ser realizado, salvo que se trate de una cepa resistente a tratamiento, una infección severa o dudas sobre su diagnóstico.

El tratamiento suele consistir en antifúngicos orales, tales como itraconazol o fluconazol, suministrados durante 4 a 6 semanas, pudiéndose extender o modificar en caso de que no exista mejoría.

En cualquier caso, siempre se recomienda consultar con un dermatólogo para que determine y prescriba un tratamiento correcto que ayude a solventar el problema lo más rápido posible. Si necesitas la ayuda de expertos, te invitamos a que solicites tu cita gratuita aquí para aclarar todas tus dudas.

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¿Cómo afecta la nutrición al cuero cabelludo?

La piel y el cabello se ven sumamente afectados por nuestras acciones del día a día. La contaminación ambiental, el estrés, las enfermedades e incluso la nutrición afectan enormemente la salud y el aspecto del cabello. De hecho, una forma bastante sencilla de conocer nuestro estado de salud de forma general es a través del cabello.

En determinadas enfermedades y ciertas circunstancias, el cuerpo humano puede carecer de algunos micronutrientes esenciales, lo cual conlleva un deterioro del cabello. Es por esto que los complementos nutricionales sirven para actuar como ayudas en la dieta de la persona. Asimismo, otra medida eficaz en el mantenimiento saludable del cabello consiste en diversos productos cosméticos diseñados para cada tipo de cabello.

Un examen adecuado del cabello es una herramienta sumamente útil a la hora de diagnosticas algunos trastornos como la anorexia, la bulimia, el marasmo, el síndrome de kwashiorkor y otros trastornos de los cuales no siempre son conscientes los pacientes. En estos casos, el cabello suele no tener un aspecto óptimo debido a dichas alteraciones funcionales. La manifestación de una cabellera enferma se debe puede deber a alteraciones hormonales, infeccionas, digestivas o dietéticas. Desde un punto de vista dietético, una nutrición adecuada es esencial para el desarrollo y el bienestar del organismo, lo cual se traduce en un cabello saludable.

Déficit de macro y micronutrientes

Las necesidades de aminoácidos por parte del cabello son sumamente altas debido a su constante recambio celular. Por ende, la falta de proteínas conlleva una alteración en la producción de colágeno y el tejido conectivo, afectando la salud del cabello.

Por ejemplo, la Taurina, que es un aminoácido no esencial, se acumula en la piel y el cabello, cumpliendo una importante función protectora. Existen muchos estudios donde se demuestra que una suplementación con Taurina es beneficiosa para la salud del folículo piloso.

Por otra parte, la falta de vitamina C reduce o ralentiza la reparación tisular y la dehiscencia de heridas, al ser este un cofactor primordial en la producción del pro-colágeno. La vitamina A también contribuye a la salud del cabello, puesto que también es un cofactor para la síntesis de colágeno y cumple una función importante en la epitelización y la producción del folículo piloso.

Existen muchas otras vitaminas para cuidar la salud de tu cabello y tienen una función importante en mantener un buen estado para tu tejido capilar como la riboflavina (B2), piridoxina (B6), tiamina (B1) y cobalamina (B12).

Otro micronutriente importante es el zinc, el cual se encarga de la síntesis de queratina, epitelización y proliferación de fibroblastos. De hecho, la mayor parte de este mineral se encuentra en el pelo, las uñas y la epidermis. Un signo precoz de déficit de zinc se puede observar directamente en el cabello al ver afectado su crecimiento. Este mineral interviene en la producción de queratina y ácidos grasos esenciales, los cuales protegen el folículo piloso.

Otros micronutrientes esenciales son el hierro, el cobre y el magnesio, los cuales cumplen un rol importante en la producción de un folículo piloso saludable y fuerte.

Antioxidantes nutrientes

Las vitaminas C y E son sumamente efectivas para contrarrestar el efecto de los radicales libres que se encuentran en el medio ambiente. Estos radicales libres, al entrar en contacto con el organismo, pueden generar daños graves en las células de la piel y el cabello en ausencia de los antioxidantes. Dichas vitaminas consiguen convertir los radicales libres en compuestos mucho mas estables que no tienen toxicidad mediante la donación de electrones. Luego, la célula repone estos electrones a las vitaminas para que puedan realizar el proceso nuevamente y neutralizar nuevos radicales libres. Es por esto que es esencial una ingesta adecuada de vitamina C y E, para evitar la acción tóxica de los radicales libres que se encuentran comúnmente en la atmosfera en zonas urbanas muy pobladas.

Si deseas que nuestros expertos te den más información sobre la salud de tu cabello y su relación con la nutrición, solicita tu cita gratuita para aclarar todas tus dudas.

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