Logo IMD

Elementos artísticos elaborados con cabello en el siglo XIX

Todo comenzó dos siglos antes. La mortalidad infantil era altísima y, con ella, se extendió también la costumbre de conservar mechones de cabello para insertarlos luego en la joyería familiar. Cuando el Romanticismo se robó la escena artística (finales del siglo XVIII), también exacerbó este tipo de prácticas, que alcanzaron su clímax en el siglo XIX.
The fashion for mourning, la moda del luto, fue particularmente popular en la Inglaterra victoriana impulsada, precisamente, por la reina que le da nombre al período. Ascendida al trono a los 19 años, la Reina Victoria permanecería en él durante 62 años, hasta su muerte, en 1901. Su amado marido, el príncipe consorte Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, murió a finales de 1861, sumiendo a la reina Victoria en un luto que le duraría los 30 años que le quedaban de vida.

Además de generar algunos movimientos antimonárquicos, el luto de la reina también serviría para impulsar el gusto por la estética fúnebre, que se extendió a las colonias inglesas, particularmente a los Estados Unidos, donde la subsiguiente guerra civil acrecentaría el auge de esta tendencia.

Broches post mortem


Solían elaborarse joyas coloreadas con los propios pigmentos del cabello, que se pulverizaba para este fin y se esparcía sobre la joya o se aplicaba como pintura. En el reverso del broche se conservaba un mechón de cabello que reposaba sobre el corazón del ser querido. Esta práctica se fue haciendo cada vez más común hasta establecerse entre los ritos fúnebres tradicionales.
La Primera Guerra Mundial acabó, entre otras cosas, con estas prácticas.

Señal de vida

Pero las joyas con pelo no eran dominio exclusivo de la muerte. De hecho, era igualmente popular utilizar cabello para ensamblar árboles genealógicos y joyas de amor y amistad. Con frecuencia, se acompañaba un poema de un rizo o una fina trenza para demostrar amor y devoción.
También era relativamente común ver retratos de familia enmarcados con pequeñas esculturas, frecuentemente florales, elaboradas con el cabello de los retratados. Accesorios, adornos y todo tipo de objetos fueron elaborados con pelo a lo largo de estos años.

 

Los artesanos

Se sabe poco sobre las manos detrás de estas piezas, especialmente debido al carácter íntimo de las elaboraciones. Sin embargo, algunos documentos apuntan a que la factura estaba en manos de las mujeres, que en cierta época aprendieron a confeccionar joyas con cabello de la misma manera que aprendieron a coser o bordar.
Existe un interesante libro compilado por Mark Campbell y publicado en Nueva York en 1867 cuyo título se traduciría: Autoaprendizaje en el arte de los trabajos del cabello. Peinados, rizos, extensiones, trenzas y joyas de cabello de cada descripción. Este tipo de publicaciones son indispensables para el registro histórico de las elaboraciones capilares.
Hoy en día aún se practica el Hair Art, arte de cabello, pero sus aplicaciones están muy lejos de las de antaño, así como su popularidad.

Componentes de los productos capilares que nunca imaginarías

El homo sapiens, en general, es una especie omnívora que se alimenta de toda clase de alimentos orgánicos e inorgánicos provenientes del mar y la tierra. Del mismo modo, esa gran flexibilidad que demuestra en sus artes culinarias —prueba de su enorme capacidad para adaptarse y aprovechar los recursos que encuentra— se ve reflejada en la diversidad de sus viviendas, vestidos, ornamentos y tratamientos médicos.
En la rama de la cosmética, el hombre ha venido experimentando desde el principio de sus días con toda clase de sustancias, y como el cabello es un elemento indiscutiblemente importante de su personalidad, ha probado de todo para hacerlo lucir de las más diversas formas.

Oveja


La placenta es el tejido que envuelve a los fetos de los mamíferos y les permite respirar, nutrirse y excretar mientras se desarrollan dentro de sus madres. Debido a que la placenta posee gran cantidad de proteínas y células madre —famosas por sus propiedades regenerativas—, existen muchos tratamientos cosméticos para la piel y el cabello que buscan restaurar y nutrir sus fibras empleando placenta en sus fórmulas.
Algunos famosos como Tom Cruise y Kim Kardashian han confesado haberse comido las placentas de sus hijos, lo que ha popularizado mucho más el mito de sus propiedades antienvejecimiento.

Ballena


El nombre común que se le da en inglés es Physeter macrocephalus, conocido en español como cachalote. Este es un cetáceo que puede llegar a medir hasta 20 metros. Del cráneo del cachalote se obtenía en el pasado un alcohol graso con grandes propiedades lubricantes y astringentes llamado alcohol cetílico (de cetáceo). La demanda de la industria cosmética hizo que la población mundial de los cachalotes se redujera peligrosamente. En la actualidad, el alcohol cetílico se sintetiza en los laboratorios. Los enormes cachalotes ya no tienen que preocuparse por acabar en pomadas o acondicionadores, pero se enfrentan a otras amenazas como las líneas de pesca, la contaminación marina y la colisión con barcos.

Huevo


El huevo es un ingrediente muy extendido en la cosmética capilar, tanto natural como industrial. La clara de huevo es rica en riboflavina (vitamina B2), magnesio, potasio y proteínas; mientras que la yema tiene propiedades acondicionadoras que suavizan y dan brillo al pelo seco. Al tratarse de un ingrediente económico y de fácil acceso, existen muchas recetas para la fabricación de tratamientos caseros para la salud y el fortalecimiento del cabello que lo incluyen.

Resinas generadas por insectos


El Kerria lacca o gusano de la laca es un insecto del sudeste asiático que habita en los árboles y secreta una sustancia resinosa de la que se obtiene la goma laca. Además de utilizarse en la industria alimentaria, en pinturas, carpintería y otros sectores; la goma laca se emplea en la cosmética capilar para la fabricación de algunos fijadores de pelo.

Injerto capilar: No todas las FUE (Follicular Unit Extration) son iguales

Cuando se habla de injerto o trasplante capilar, no se habla siempre de lo mismo. Existen diferentes técnicas para realizar este tratamiento. Dentro de ellas, también existen variaciones de prácticas que pueden impactar positiva o negativamente en los resultados finales. Hoy comentaremos brevemente algunas de estas diferencias para entender por qué no cualquier técnica es válida para todos los pacientes y qué diferencia a IMD de otras opciones en el mercado.

Técnica FUSS

Consiste en exportar una tira de cabello de la zona donante, cortarla para separar cada uno de los folículos y, finalmente, implantar estos en las incisiones hechas en la zona receptora. A pesar de que se ha utilizado, con más o menos variaciones, durante cierto tiempo, hoy en día se prefiere la técnica FUE.

Técnica FUE

Consiste en extraer los folículos pilosos del área donante de manera individual gracias a tunelizadores del diámetro mínimo necesario.
Esto posibilita extraer más unidades foliculares útiles sin despoblar excesivamente el área donante. Posteriormente, las unidades foliculares se conservan en solución fisiológica mientras llega el momento de su implantación.

Para la implantación, la mayoría de las clínicas utilizan una técnica manual que se sirve de pinzas para ir insertando las unidades foliculares en una incisión. En cambio, en IMD utilizamos implanters, unos utensilios de implantación de punta. Esta sencilla diferencia posibilita obtener resultados mucho más naturales y estéticamente mejores. A pesar de que supone un costo mayor, el rendimiento es notablemente superior.
Utilizando los implanters, nuestros cirujanos injertan cada uno de los folículos según el diseño capilar que se haya realizado anteriormente.

Principales diferencias entre la técnica FUE realizada en IMD y otras clínicas

  • Anestesia sin agujas (pioneros en España).
  • Extracción con tunelizadores de bajo diámetro.
  • Implantación con implanters.
  • Intervención del cirujano durante todo el proceso. La implantación no se delega al personal técnico o de enfermería.
  • Acabado final más natural.
  • Técnica combinada con la estimulación de folículos en la zona donante para evitar la despoblación.

Si has pensado en la posibilidad de hacerte un injerto capilar y estás evaluando tus opciones, no dudes en solicitar una primera cita gratis para que hagamos una evaluación de tu caso y podamos aclarar todas tus dudas.

Pide tu primera consulta gratuita.