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¿Es más higiénico el afeitado que la barba?

Las barbas contienen cientos de microorganismos pero la realidad es que las caras sin barba, también.
Hace unos años, presenciamos el ascenso imparable de la popularidad de las barbas. Pero toda gloria trae su pena, y la fama del vello facial masculino llegó de la mano de un gran escándalo relacionado con su higiene. Un estudio hecho en Nuevo México determinó que las barbas podían contener muchas cosas y no todas deseables.

Esas «muchas cosas» son, por ejemplo, estafilococos, bacterias y hongos. Saber de la existencia de esta flora puede inducirnos a inundar Internet con artículos alarmistas sobre ¿Por qué no deberías volver a besar a tu novio hasta que se afeite la barba? o Tu barba está más sucia que tu baño. Sin embargo, también podría llevarnos a hacer una pequeña investigación y observar que lo que tenemos delante es la microbiota facial.

¿Qué es la microbiota?

La microbiota es un conjunto de microorganismos, como un pequeño cosmos, que se encuentra en varios lugares de nuestro cuerpo y cumple diversas funciones. Estas pueden ir desde tener una buena digestión, hasta protegernos de bacterias y virus dañinos. Es tan importante para el correcto funcionamiento de nuestro organismo que se le ha dado el nombre de «el órgano perdido».

La piel también tiene su microbiota: la microbiota cutánea y está compuesta por hongos, bacterias y parásitos. Existe una microbiota residente y una transitoria, así como una fúngica y una parasitaria. Sin embargo, la microbiota no es igual a lo largo de toda la extensión de la piel, la cara tiene una microbiota particular que, además, suele mezclarse con las de las mucosas y la cavidad oral.

Entonces, ¿mi barba está llena de microorganismos?

Sí, lo está. ¡Y es normal! Los microorganismos que se encuentran en la barba son los mismos que se encuentran en la piel del rostro.
Si se mantiene una correcta higiene de las manos, la barba no debería tener microorganismos extraños en la flora natural de la piel y las mucosas de la cara.

El lado negativo

Lo que es más complicado cuando se tiene barba es mantener la salud de la piel que se encuentra debajo de ella. Por suerte, en estos años se han desarrollado una gran cantidad de productos específicos para el vello y la piel de la barba.
Es conveniente lavar la barba con un champú específico, no con uno diseñado para el cuero cabelludo y tampoco con jabón común. También es muy importante cuidar la hidratación de la piel con el uso de aceites.

No tener barba no es garantía de nada

Vale la pena resaltar que afeitarse la barba no es, en absoluto, garantía de una mejor salud del cutis facial. De hecho, la depilación, el afeitado y el roce en general con la piel del rostro pueden ocasionar problemas dermatológicos como la foliculitis y la pseudo foliculitis.

Dermatitis seborreica y cuero cabelludo

La dermatitis seborreica (también denominada eczema seborreico, o costra láctea en lactantes) es un trastorno frecuente y crónico de la piel, que afecta principalmente las zonas oleosas del cuerpo, como el cuero cabelludo, la cara y el tronco. Se caracteriza por lesiones descamativas (caspa) y placas eritematosas (piel enrojecida).

Aún se desconoce su causa exacta; sin embargo, la mayoría de los estudios se inclinan a que la presencia en la piel de un hongo llamado Malassezia juega un papel muy importante en la fisiopatología de esta entidad y que, junto a una respuesta irregular del sistema inmunitario, desencadenan las manifestaciones características.

Epidemiología

La prevalencia de la dermatitis seborreica está calculada entre un 3% y 5% de la población mundial, sin predominio de raza, etnia o situación geográfica. Es más común en hombres que en mujeres y la edad de presentación suele encontrarse en dos picos: el primero, antes de los 3 meses de vida, y suele resolverse entre los 6 y los 12 meses; el segundo, comienza tarde en la adolescencia, siendo su punto máximo la cuarta década de la vida.

La caspa (forma más leve de esta dermatitis) es la presentación más común de este trastorno. Por consiguiente, obtiene una gran inversión anual para su tratamiento.

Factores de riesgo

Existe una serie de factores que aumentan el riesgo de padecer dermatitis seborreica, tales como:

  • Historia familiar de dermatitis seborreica o psoriasis.
  • Trastornos neurológicos y psiquiátricos: enfermedad de Parkinson, trastorno depresivo.
  • Sistema inmune debilitado: como es el caso de los receptores de un trasplante de órgano, personas con infección por VIH/SIDA, algunos tipos de cáncer, etc.
  • Consumo de algunos fármacos: litio, metildopa, haloperidol, etc.
  • Eventos estresantes: infarto cardiaco, entre otros.

Síntomas

Las manifestaciones clínicas de la enfermedad suelen presentarse de forma intermitente, alternando periodos activos (invierno y principios de primavera) y periodos inactivos o de remisión (verano).
Durante la fase activa, los síntomas y signos predominan en el cuero cabelludo, cabello, cara (costados de la nariz, orejas, párpados), pecho, axilas, zona de la ingle y debajo de las mamas.
Los síntomas pueden incluir:

  • Ardor, eritema (enrojecimiento), prurito (picazón) y descamación de la piel.
  • Escamas leves y en parches.
  • Costras extensas, gruesas y adherentes.
  • Hipo pigmentación en personas de piel oscura.
  • Sobreinfección de las lesiones.
  • Costra láctea: parches secos y escamosos en cuero cabelludo o piel grasa del bebé (que no le generan ninguna molestia).

Diagnóstico

El diagnóstico de la dermatitis seborreica es primordialmente clínico, es posible que tu médico pueda determinar si padeces de esta enfermedad mediante la historia clínica y el examen físico de la piel. Es posible que opte también por derivarte a un especialista para que se asegure del diagnóstico y e tratamiento, posiblemente a un dermatólogo o incluso a un tricólogo, experto en la salud del cuero cabelludo. La biopsia de piel puede ser de ayuda para descartar enfermedades con síntomas parecidos como: psoriasis, dermatitis atópica, pitiriasis versicolor o rosácea; sin embargo, ¡es raramente indicada. Ya que Malassezia es un microorganismo presente en la flora normal de la piel, su sola presencia en el microscopio no es diagnóstica.

Tratamiento

No existe un tratamiento que erradique la enfermedad, pero existen algunas alternativas para controlar los síntomas.

Se pueden usar diversas cremas, geles, champús o ungüentos que contienen antifúngicos (ketoconazol o ciclopirox) o corticoesteroides tópicos. Estos últimos son efectivos para el control de la inflamación, pero deben ser usados con prudencia, ya que su uso prolongado puede producir efectos adversos. Por otro lado, los inhibidores de la calcineurina (tacrolimus y pimecrolimus) tópicos, son una alternativa fiable a los corticosteroides por presentar menor cantidad de efectos adversos, sin embargo, se mantienen como tratamiento de segunda línea.

Según el área afectada y la gravedad de los síntomas, el médico podría indicar antifúngicos en presentación oral. Ya que la presentación de la enfermedad es diversa y se deben descartar otras entidades de mayor riesgo, te recomendamos que acudas a un especialista para una valoración pertinente.

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