A muchas personas les preocupa la duda recurrente de “¿Me estoy quedando calvo/a?”. Por ello es relevante estar atentos a los primeros síntomas de alopecia, dado que no es tan sencillo saber si se está ante un problema.
De hecho cualquier persona pierde cabello todos los días de su vida. Concretamente, entre 50 y 100 diarios. Unas lo conservan hasta sus últimos días (las menos); otras van perdiendo volumen y grosor con los años (la mayoría); y otras tantas lo pierden totalmente.
Eso quiere decir que no se puede englobar toda caída capilar como primeros síntomas de alopecia. Siempre dejamos un rastro capilar. Así que en nuestras clínicas capilares tratamos de valorar mucho más, no simplemente una preocupación puntual porque se le puede ver el cuero cabelludo con la luz. Tratamos de verlo desde una perspectiva médica.
Para nosotros, los expertos en la medicina capilar, lo verdaderamente importante es lo que no vemos: el crecimiento del cabello. Conforme pasa el tiempo, nuestros folículos pilosos pierden vigor y dejan de fabricar cabello. Pueden dejar de hacerlo totalmente, como es el caso de la alopecia. O también pueden seguir generando cabello, pero más lentamente y con un aspecto más débil. En ambos casos, un especialista puede ayudarte a mejorar tu salud capilar.
Aclarado esto, entonces ¿cuáles podrían clasificarse como primeros síntomas de alopecia? En realidad, las alopecias androgenéticas son las que dan pistas más confusas. Resulta mucho más sencillo identificar una alopecia areata (la de las calvas con forma de moneda), una difusa (la de las zonas irregulares sin cabello) o una cicatrizal (el cuero cabelludo es sustituido por una costra donde no crece el pelo). Pero distinguir entre unas entradas avanzadas, la caída propia de la edad, o una alopecia diagnosticada es una cuestión mucho más complicada de resolver. Vamos a intentar poner un poco de luz sobre ello.
Seguramente has escuchado hablar sobre qué es la alopecia androgénica, pero es posible que no te has parado a repasar la estadística sobre su incidencia según el género. Realmente el caso de la alopecia androgénica en hombres es mucho más común que en el caso de las mujeres. La estadística no falla: la sufren 9 de cada 10 hombres a partir de los 21 años. Es una estadística que deja poco lugar a las dudas. Pero hay letra pequeña: lo que para unos puede ser una calva incipiente en la región parietal a los 34, para otros pueden ser unas entradas avanzadas a los 50. O a los 21.
Hay hombres que valoran positivamente tener unas entradas poco disimuladas a los 50. Otros las detestan, pero no están tan a disgusto con su imagen como para iniciar un tratamiento para cambiarla. Cada caso es particular y depende exclusivamente de lo conforme que esté la persona con su apariencia.
Otra cosa son las entradas poco disimuladas a los 20, más complicadas de llevar. ¿Cuándo hablamos de una entrada y cuándo de un nacimiento del pelo retrasado? Si nos retiramos el cabello y vemos claramente una V, el llamado Pico de Drácula o Pico de viuda, son entradas. Pueden darse en los primeros 20, quedarse ahí y no prolongarse hasta llegados los 30. O pueden crecer recién cumplidos los 20. La predisposición genética influirá en el desarrollo de estas entradas, aunque hoy en día son muchas las fórmulas y tratamientos que pueden aplicarse siguiendo la investigación científica.
¿Tienes Pico de viuda y aún no has llegado a los 25? Comprueba si las entradas avanzan: sácate fotos cada semana durante 3 meses y descubre si las entradas se extienden hacia adentro o bien están paralizadas.
(Nota: las fotos, nunca en el baño con la luz encendida, pues la sombra de tu mano te impedirá ver con claridad)
La alopecia androgénica en mujeres resulta menos frecuente que en su variante masculina, pero también hay que tenerla presente, afecta a 2 de cada 10 mujeres antes de los 40 años, y a 4 de cada 10 después de esa edad. La buena noticia es que no es tan visible como en el caso de los hombres, pues la androgenética femenina se centra en la zona superior de la cabeza, donde nace el cabello, y son pocos los casos donde suele extenderse al resto de la cabeza.
La forma de comprobarlo en casa es parecida al caso masculino: hazte fotos cada semana durante 5 meses. ¿Ves más cuero cabelludo que antes? Entonces es posible que sufras alopecia, pero no es un diagnóstico concluyente, dado que el porcentaje de casos de alopecia femenina no es tan alto como con los hombres. De ahí que aumente el periodo de observación. Ante la duda, prolonga un mes más la observación.
Si tienes problemas de caída o alopecia y quieres ponerle solución, lo primero es un diagnostico médico correcto.
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La clave para solucionar un problema es conocerlo. Te damos toda la información sobre qué tipos de alopecia existen y qué tratamientos son eficaces para tratarla.
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