Aunque ya hemos hablado de las claves de una buena alimentación que fortalezca nuestro cabello, conviene incidir en la importancia que tiene la nutrición en la salud de nuestro pelo y, concretamente, en su influencia directa sobre la posible aparición de alopecias en las personas.
Por medio de la alimentación, nuestro organismo obtiene los nutrientes que necesita para su correcto funcionamiento: proteínas, vitaminas, sales minerales, agua, lípidos, etc. Y los utiliza bien transformándolos en constituyentes celulares, bien degradándolos para obtener energía.
El cabello, debido a sus contantes necesidades, es uno de los elementos que más rápido se altera cuando se produce una deficiencia en los nutrientes. Así, el descenso de biotina y cinc favorece el efluvio telógeno crónico, mientras que los regímenes hipocalóricos produce alteraciones metabólicas que favorecen la alopecia androgenética.
Una pregunta muy frecuente que nos hacen en nuestras clínicas es si la falta de hierro produce alopecia, y la respuesta es sí, ya que es un tipo de alopecia llamada sideropénica que se da con mucha frecuencia en las mujeres, aunque es muy extraña en los hombres.
Esta alopecia por falta de hierro en el organismo se puede producir por dos factores:
- Disminución del hierro circulante en la sangre, que produce un paso de la fase anagen a la telogen de forma intensa, lo que acelera la caída del cabello. Esto se debe a un déficit de alimentación de carnes rojas o a pérdidas excesivas por hemorragias o menstruaciones prolongadas.
- Disminución de las reservas de hierro en las células, lo que provoca que el hierro que se encuentra en los folículos pilosos en crecimiento se destine a atender las necesidades de otros órganos, lo que hace que los folículos entren en fase telogen y se produzca su caída.
Como vemos, la influencia de la nutrición en la alopecia es clara, por lo que conviene seguir una dieta equilibrada que nos aporte los nutrientes necesarios para nuestra vida.