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Cómo lavar bien tu cabello

Todos nos lavamos el pelo, ¿no es cierto? Se aplica el champú, se limpia el cabello y luego se enjuaga con agua; es bastante sencillo. Pero ¿qué tal si descubrieras que no es tan fácil, después de todo?
Resulta que es bastante común cometer errores a la hora de llevar a cabo la rutina cotidiana que todos damos por hecha. No hay nada de qué preocuparse: repasemos algunos errores comunes en el lavado del cabello y cómo remediarlos para que se mantenga sano y brillante.

¿Cómo de seguido hay que hacerlo?

Empecemos por lo básico, ¿cada cuánto deberíamos lavarnos el cabello?
La mayoría de las personas suelen lavarse el cabello todos los días, pero, al contrario de lo esperado, esto lo único que va a lograr es ensuciarlo más. El cabello humano es protegido por aceites naturales. Nadie quiere tener una cabellera grasienta como la de Severus Snape, pero lavarlo demasiado hace que haya una sobreproducción de sus aceites.
La respuesta como en la mayoría de las cosas, es un sano balance: dejar el cabello sin lavar al menos un día entre lavados hará que esté más sano.

El cómo es tan importante como el cuándo

Ya que estamos hablando de temas básicos, ¿cómo aplicas el champú?
Es importante saturar el cabello con agua antes de aplicarlo, de lo contrario no se aprovechará al máximo. Lo recomendable es mojar y masajear el cuero cabelludo por unos momentos antes de aplicar el champú. De esta manera, además, se incluye el masaje del cuero cabelludo en la rutina. Así se aprovecha mejor el lavado al tiempo que se estimula la circulación del cuero cabelludo, uno de los principales beneficios del masaje capilar, matamos así dos pájaros de un solo tiro.

Hay que llegar a todas partes

Pero esto no es todo, ¿estás lavando todo tu cuero cabelludo?
Muchos peluqueros insisten en que se deben lavar un par de zonas que usualmente son olvidadas: nos referimos a la zona detrás de las orejas y de la nuca.
La mayoría de las personas aplican champú en sus raíces y el tope de su cabeza, dejando que la espuma sobrante se encargue de las zonas en cuestión. Esto debe evitarse, pues no solo no basta enjuagarlas con espuma, sino que estas zonas no pueden transpirar ¡y son de las que están más sucias!

Ahora el acondicionador

Una vez enjuagado el champú, no hay que olvidar el acondicionador; ¡pero no en el cuero cabelludo!, este no lo necesita.
Lo que se debe hacer es exprimir suavemente el exceso de agua del cabello y aplicar el acondicionador a los últimos dos tercios de este. Se le deja actuar un par de minutos para que haga su magia y, ¡voila!, a aclarar se ha dicho.
Hay que asegurarse de enjuagar bien el acondicionador para evitar que el cabello se vea pesado y apagado.

Temperatura del agua

Hemos cubierto el cuándo y el cómo, es momento de hablar de agua. Sí, ¡esto también debe ser regulado para cuidar mejor del pelo!
Las duchas con agua muy caliente debilitan el cabello y el cuero cabelludo; estos quedan deshidratados, lo que causa resequedad y picazón. Lo recomendable es que la temperatura del agua sea tibia.
También hay algo más, un truco de parte de los que saben: al terminar tu ducha una última rociada de agua fría en el cuero cabelludo sellará tus cutículas, manteniéndolas humectadas para tener un cabello brillante, fuerte y sedoso.

¡No olvides el secado!

Aún no hemos terminado: el secado del cabello luego de lavarlo también es de suma importancia.
Es común tomar cualquier toalla y frotarla contra el pelo hasta que deja de gotear. Pues, es momento de dejar esto de lado, ¡eso solo lastima el cabello!
Lo recomendado es enrollar toda la cabellera en una vieja camiseta o, mejor aún, en una toalla de microfibra. Sobre estas toallas y sus beneficios hemos hablado en este artículo , no dudes en echarle un vistazo para conocer mejor las bondades de este tipo de toallas.
Utilizar secador y planchas a altas temperaturas deteriora la fibra capilar. Es recomendable utilizar un producto protector, mantener las temperaturas controladas y no hacerlo con mucha frecuencia.

Una última cosa

Está de más decir que todas las técnicas y secretos del mundo no serán de mucha ayuda si no se usan los productos apropiados. Nuestra salud capilar se beneficia de productos de calidad , especialmente diseñados para su cuidado, y de la atención de expertos.

Secarse el cabello con toallas de microfibra, ¿sí o no?

una pila de toallas verdes sobre una banqueta
Las últimas décadas han traído con ellas una abrumadora cantidad de innovaciones tecnológicas que se suceden las unas a las otras a una velocidad exorbitante. Ha habido innovaciones revolucionarias que se establecieron sólidamente en nuestro estilo de vida, mientras que otras permanecen como inútiles objetos de colección en los trasteros de los early adopters.
¿Cómo discriminar un producto que debemos tener de uno que será completamente irrelevante al cabo de unos meses? Al parecer no existe una fórmula mágica, pero investigar acerca de sus características y aplicaciones, así como evaluar de forma crítica sus ventajas y desventajas, podría acercarnos a acertar en la decisión de compra. Precisamente eso intentaremos hacer aquí.

La microfibra

La sección de hogar no está completa sin toallas de microfibra en sus anaqueles, pero se trata de un fenómeno reciente. Hace apenas un par de décadas no se veía tal cosa por ningún lado. Sin embargo, la microfibra estaba ahí, haciéndose camino entre la vorágine de innovaciones, desde la mitad del siglo pasado. Poco a poco se ha ganado el lugar privilegiado que hoy tiene, empezando por el mundo industrial y democratizándose hace poco más de 10 años.
Ahora encontramos microfibra en todo: toallas para viaje, bayetas para limpieza, ropa deportiva, accesorios tradicionalmente fabricados en cuero y hasta albornoces para perros.

¿Por qué?

La microfibra es compacta, ligera, suave, duradera, muy absorbente, hidrorepelente y de rápido secado. Todas cualidades muy apreciables, especialmente cuando se trata de los productos utilitarios mencionados arriba.
Entre los productos de microfibra con mayor auge encontramos las toallas-turbante diseñadas para colocar en el pelo recién lavado. Dadas todas las cualidades del material, parece evidente que tener una toalla hecha de microfibra es una buena decisión. Sin embargo, existe una diferencia entre un producto bueno y un producto que necesitamos.

¿Es la toalla de microfibra un producto que necesitamos?

chica en el baño con toalla enrollada en la cabeza
Dejemos que las ventajas respondan la pregunta. Definitivamente queremos secarnos el pelo con algo que absorba muy bien el agua, pero las toallas convencionales se las han arreglado bastante bien con esa tarea desde hace tiempo. A simple vista, lo que le da ventaja a las toallas de microfibra es su rápido secado y el almacenamiento en menor espacio. Están muy bien, aunque no parecen suficientes razones para tirar todas las toallas de casa…

Pero hay algo más

Las fibras que componen la microfibra son más delgadas que el cabello humano (exactamente 5 veces más delgadas), ¡incluso son más delgadas que un hilo de seda! Y este parece un dato irrelevante para la cuestión que nos ocupa, si no fuera porque las fibras capilares se encuentran en su estado más frágil cuando están mojadas porque se estiran aproximadamente un 30% de su tamaño.
Sin importar qué tan suaves se sientan nuestras toallas al tacto, la manera en la que están tejidas hacen que su superficie sea rugosa y abrasiva para la fibra capilar. Por eso, frotar el cabello mojado con una toalla tradicional puede debilitar el cabello y hacerlo más quebradizo. Eso sin mencionar que la fricción causa o empeora el indeseado frizz.
Además, que la microfibra sea capaz de absorber hasta 8 veces su peso en agua —y con cierta velocidad, dada la estructura de su tejido, pensada para maximizar la superficie de secado— nos permite reducir métodos de secado más agresivos y dañinos, como la fricción y el secador.

Sí, la necesitamos

Es la respuesta a la cuestión sobre la toalla para cabello de microfibra. Pero, como la mayoría de las buenas invenciones, esta tampoco está exenta de advertencias. A pesar de que la microfibra es un tejido mucho más amable con el cabello, debemos continuar secando el pelo ejerciendo suave presión sobre la cabellera y no frotándola bruscamente.
Una vez más queda en evidencia que nuestra salud capilar se beneficia de productos de calidad , especialmente diseñados para su cuidado, y de la atención de expertos.

Conocer las señales de advertencia de la diabetes

Diabetes: Conciencia social para una acción temprana

Desde el blog de IMD, nos enorgullece unirnos a la causa de concienciación y prevención liderada por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1991. En un mundo donde la diabetes sigue en aumento, es crucial actuar.

Cada año, esta campaña aborda temáticas diversas, desde la relación entre la diabetes y la vista hasta los riesgos renales, trastornos de obesidad y su impacto en niños y personas con discapacidad. Desde 2007, hemos ampliado su alcance, y el año pasado, lanzamos una iniciativa de prevención y formación familiar para identificar señales tempranas y garantizar un diagnóstico precoz y tratamiento adecuado.

Es esencial que las familias estén equipadas con información sobre la diabetes tipo 2, especialmente porque sus síntomas pueden ser sutiles y confusos. ¿Pero qué es la diabetes en sus dos tipos?

¿Qué es la diabetes?

La diabetes es una enfermedad crónica que ocurre cuando el páncreas no produce suficiente insulina (la hormona que regula el azúcar en sangre) o cuando el organismo no la utiliza eficazmente, lo que causa un aumento en el nivel de azúcar en la sangre (hiperglucemia).

  • Diabetes tipo 1: Aquí, el páncreas no produce suficiente insulina, y las personas afectadas deben administrarse insulina diariamente. Suele aparecer en edad temprana, y sus causas no se comprenden completamente.
  • Diabetes tipo 2: Esta forma se desarrolla debido a una gestión ineficaz de la insulina en el organismo, a menudo asociada con sobrepeso o inactividad física. Afecta a adultos, pero lamentablemente, también a niños.

También existe la diabetes gestacional, que se manifiesta durante el embarazo, aunque no llega a los niveles de hiperglucemia de la diabetes normal y aún puede causar complicaciones en el feto.

¿Cuáles son las señales de advertencia más comunes en la aparición de diabetes?

La FID ofrece un cuestionario en su sitio web para evaluar el conocimiento de las familias sobre la prevención de la diabetes tipo 2. Algunos signos alarmantes incluyen sed excesiva, frecuencia elevada de micción y entumecimiento en manos y pies.

Otras señales pueden incluir la caída del cabello, ya que la diabetes afecta al equilibrio hormonal, que es vital para el crecimiento del cabello.

¿Cómo afecta la diabetes a la caída del pelo?

La diabetes puede provocar la caída del cabello al dañar el sistema circulatorio, esencial para nutrir los folículos pilosos. Además, puede desencadenar la alopecia areata, relacionada con problemas autoinmunes, más común en personas con diabetes debido a su sistema inmunológico comprometido. También, el estrés asociado con la enfermedad puede desencadenar la pérdida de cabello.

Cómo controlar la caída del cabello producida por la diabetes

Los síntomas de la diabetes tipo 1 suelen ser evidentes: sed intensa, micción frecuente, hambre constante, pérdida de peso y fatiga crónica. Los de la diabetes tipo 2 pueden ser más sutiles, lo que dificulta el diagnóstico.

Lo importante es que una vez detectada, la diabetes se puede controlar con una dieta adecuada, ejercicio regular y sin fumar. Estas medidas también son efectivas para prevenir la diabetes tipo 2. Y lo mejor, la alopecia causada por la diabetes es temporal y se resuelve cuando la enfermedad está bajo control.

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Co-Washing una nueva tendencia viral para el cabello

Desde el Ice-Bucket Challenge hasta el balconing, en los últimos años hemos asistido a una alarmante cantidad de tendencias virales más o menos peligrosas. Ahora muchos blogs de belleza y estilo de vida han empezado a recomendar técnicas alternativas de lavado de cabello, como el co-washing. Y, aunque estamos muy lejos de los efectos nocivos que podría tener saltar de un balcón, esta es otra de esas recomendaciones del internet que hay que mirar con cuidado.

¿Qué significa co-washing?

La etimología latina del término parecería sugerir que se trata de una especie de lavado colaborativo, pero lo cierto es que co-washing viene del inglés conditioner washing: lavado con acondicionador. Es decir, que no se usa champú.

¿Es realmente un lavado?

El co-washing es un lavado en cuanto el pelo se moja, se trata con un producto y luego se aclara; pero a la vez no lo es, porque no se usa ningún detergente. En realidad, el agua eliminará parcialmente la suciedad del pelo, dando una sensación de limpieza y frescor, pero el producto actuará mayormente en la hidratación del mismo, no en su limpieza. Se podría decir entonces que es una técnica para espaciar el verdadero lavado del cabello, al tiempo que se nutre y suaviza.

¿Cómo se hace?

Se aplica una generosa cantidad de acondicionador sobre todo el cabello, incluyendo el cuero cabelludo. Se masajea suavemente y se deja actuar unos minutos. Luego, se aclara con suficiente agua y voilà: co-washed hair.
Es indispensable lavar el pelo de manera tradicional al menos un par de veces al mes para eliminar la grasa y suciedad.

¿Por qué se hace?

Las personas que han empezado a practicarlo lo adoptan porque tienen un pelo muy reseco o difícil de manejar, bien sea por su constitución natural (pelo rizado) o por otros factores (como teñido) . A diferencia del lavado con champú, el co-washing no aporta un aspecto de cabello recién lavado, sino lo que se conoce como “pelo del segundo día”; es decir, un cabello que ha recuperado parte de sus aceites naturales, y aparece más manejable, libre de frizz y con un movimiento más natural.

Advertencia

¡El co-washing no es para todo el mundo! Como es de suponer, esta técnica propicia la acumulación de grasas, tanto en la fibra capilar como en el cuero cabelludo, por lo que puede resultar extremadamente contraproducente para personas que tengan problemas de seborrea u otros tipos de problemas dermatológicos en el cuero cabelludo.
Como siempre, la recomendación es consultar a un experto antes de adoptar cualquier hábito higiénico que pueda alterar la salud capilar.

Breve historia de los remedios contra la calvicie

La pérdida de pelo es algo que ha traído de cabeza a hombres de todas las épocas. Ya en tiempos bíblicos unos desconsiderados muchachos se burlaban del profeta Elías llamándolo calvo. Y aunque en hoy en día hombres sin problemas de alopecia decidan lucir un reluciente cráneo rasurado, algunos de los que están en vías de disponer de él de forma natural siguen preguntándose si hay algún remedio que evite la caída.
Es innegable que el cabello tiene para nosotros una función estética y social, y es por eso que llevamos tanto tiempo —¡milenios!— buscando remedios para que no se nos caiga. Los hay de todo tipo: algunos difíciles de creer, unos verdaderamente curiosos, otros simplemente extravagantes, y, por supuesto, los más importantes: aquellos avalados por la ciencia.
Hoy haremos un breve recorrido a lo largo de esta búsqueda milenaria.
Esfinge egipcia

Egipto

Los antiguos egipcios tenían muchos remedios para la calvicie. Uno de ellos consistía en frotar el cuero cabelludo afectado con una mezcla de espinas quemadas de erizo sumergidas en aceite con miel, alabastro, ocre rojo y (¡!) raspaduras de uñas.
Partenón de Grecia

Grecia

El médico griego Hipócrates (uno de los calvos ilustres de la historia de la humanidad) creía que la mejor cura para la calvicie consistía en mezclar excrementos de paloma con rábano picante, comino y ortigas.
Fiordos y paisaje nevado en Escandinavia

Escandinavia

Los vikingos usaban una loción de excrementos de ganso. Sí, también los guerreros nórdicos hacían cualquier cosa por lucir una buena melena.
cruz celta

Irlanda

Un remedio celta para la calvicie consistía en meter ratones en un frasco de arcilla, sellarlo, enterrarlo junto al fuego y sacarlo después de un año. No se sabe si el remedio haría brotar el cabello, ¡pero su olor seguramente causaba algún efecto!
Big Ben y London bridge

Inglaterra

A finales del siglo xix, los médicos británicos creían que la calvicie podía prevenirse con ejercicio al aire libre y una buena higiene. Cosa que, vistos los antecedentes, no estaba tan descaminada, después de todo.
Times Square. Nueva York

Estados Unidos

En la década de los cincuenta, un médico de Nueva York consigue mover mechones de cabello de un área fecunda a una zona afectada de alopecia, y así comienza la era del trasplante capilar, que ha ido avanzando desde entonces hasta nuestros días.
En la actualidad hay también disponibles tratamientos farmacológicos para luchar contra la calvicie —como el Minoxidil — sin necesidad de llegar a la cirugía. Y aunque nuestro recorrido termina aquí, la ciencia sigue el suyo investigando nuevas formas de combatir la alopecia que cada vez son más esperanzadoras.
Eso sí, no todos los tratamientos son válidos para todos los pacientes, y cada caso requerirá un diagnóstico previo para aplicar el más apropiado. Por eso, lo mejor es ponerse siempre en manos de profesionales. Nadie mejor que un buen especialista para estudiar las causas del problema y aconsejar la solución más adecuada. Solicita una cita diagnóstica gratuita en uno de nuestros centros.