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Mejunjes capilares: echarse aspirinas en el pelo ¿sirve para algo?

Seguimos con nuestra serie Mejunjes capilares. Si antes ya hemos hablado de la cerveza y de la Coca Cola, hoy es el turno para las aspirinas. ¡¿Cómo?! Sí, la receta consiste en diluir aspirinas y echarse la mezcla en el cabello. Si esto sirve para algo o sólo es otra forma de ensuciarse la cabeza es de lo que hablaremos hoy.
Pero antes, hablemos de las propiedades de la aspirina. Cuando hablamos de aspirina, en realidad nos referimos al ácido acetilsalicílico. Aspirina es el nombre comercial que un laboratorio dio al medicamento en su día. El ácido acetilsalicílico tiene tres propiedades principales: reduce el dolor, reduce la fiebre y reduce la inflamación. También hay que añadir una función secundaria: es un anticoagulante, es decir, aumenta el flujo de sangre. Esta propiedad es importante de cara a su utilidad para el cabello.
Es cierto que ninguna de los tres efectos principales de la aspirina es útil para el pelo, pero sí que podrían serlo tanto la anticoagulación como el propio PH ácido del ácido acetilsalicílico. ¿Por qué? Porque ya sabemos que los ácidos funcionan muy bien para eliminar hongos del cabello. Los hongos y otros inconvenientes vivos no resisten ambientes con un PH bajo, que es lo que provocan los ácidos. De ahí que las madres ahuyenten a los piojos con vinagre, que tiene un PH bajísimo (entre el 2,4 y el 3,4). El vinagre, como los ácidos, no son capaces de matar a los piojos, aunque sí crean un entorno que no les es cómodo. Con los hongos es distinto, pues sí son eficaces para eliminarlos.
Bien, entonces tenemos ya un par de propiedades de la aspirina que pueden ser útiles para el cabello. Repasemos: elimina hongos y aumenta el flujo de sangre en el cuero cabelludo. No suena mal, ¿verdad? ¿Qué pasa con el resto de propiedades?

¿Funciona o no?

Aquí llega el quid de la cuestión. ¿Puede una aspirina machacada y disuelta en agua conseguir beneficios para nuestro cabello? Sí y no.
Empecemos por el lado positivo: la propiedad antifúngica de la aspirina. Como ya hemos dicho, el ácido crea un entorno incómodo para la vida de los hongos, así que echarnos un componente con un PH tan bajo (alrededor de 2,65) es una garantía de que los hongos lo van a pasar muy mal. ¿Y esto podemos conseguirlo con este mejunje? Así es. La aspirina tiene una alta solubilidad, así que basta con echarle agua para que libere el ácido acetilsalicílico. Haz la prueba, en seguida notarás un olor avinagrado: es el ácido del que hablamos.
Aspirina
Bien, punto para el mejunje. ¿Qué pasa con la segunda parte, con el aumento del riego sanguíneo? Esto ya es más difícil. Para que el ácido acetilsalicílico actúe, es necesario que el hígado lo metabolice, función que obligatoriamente ha de hacerse dentro de nuestro cuerpo. Es cierto que si mojamos la pastilla vamos a obtener ácido acetilsalicílico, pero su función anticoagulante sólo se activará si el ácido llega a la sangre, cosa que no va a suceder si nos limitamos a echarnos pasta de aspirina por la cabeza.
Como ya explicamos en otros episodios de nuestro repaso a los Mejunjes para el pelo, Internet y el saber popular están llenos de medias verdades. Muchos consejos tienen una base real, como éste del que hablamos (la aspirina realmente es un anticoagulante), pero la mayoría de los consejos muchas veces fallan al atribuir estas mismas propiedades al uso tópico, es decir, a aplicar el medicamento directamente sobre la piel. Nuestra piel está diseñada específicamente para no absorber la mayoría de las sustancias (¿imaginas que todo lo que tocas pasara automáticamente a tu torrente sanguíneo?), así que por mucha aspirina que nos echemos encima no vamos a conseguir los efectos que buscamos.
Veredicto. Echarse aspirinas diluidas en la cabeza puede alejar a los hongos, pero a cambio obtendremos un pelo sucio. Como esto es lo mejor que puedes conseguir de este mejunje, mejor usa un anticaspa de toda la vida.

Los huevos son sensacionales para el cabello, pero ¿qué pasa con el colesterol?

Los huevos son la fuente comestible de proteínas más completa de la naturaleza. Comparados con cualquier otro alimento, como las carnes o los pescados, los huevos los miran desde muy arriba. No sólo tienen más proteínas, y muchas veces incluso más vitaminas y minerales que los alimentos que proceden de la carne de los animales, sino que además nuestro cuerpo absorbe más cantidad de nutrientes cuando come huevos que cuando come cualquier otra cosa. Así de buenos son los huevos.

¿Y para nuestro pelo?

Pues si tenemos en cuenta que el 90% de nuestro cabello son proteínas, imagina cómo de beneficiosos son los huevos. Pese a todo, los huevos tienen un lado oscuro muy presente en nuestra sociedad. ¿Se merecen esta desconfianza? En el post de hoy hablaremos de ello.
Si hablamos de los mejores alimentos en sus categorías, los huevos tienen que estar ahí. Si el agua es la mejor bebida para nuestro organismo o el aceite de oliva, la mejor grasa, el huevo es la mejor fuente de proteínas.
El huevo, además, no sólo contiene proteínas de gran calidad, sino que viene bien cargado de vitaminas A y E, que son excelente antioxidantes, vitamina D, que ayuda a la absorción del calcio y un montón de vitaminas del grupo B, como la B1, B2, B6 y B12. En este blog ya hemos dicho muchas veces que si quieres tener un pelo sano, tienes que ayudar a que tu cuerpo metabolice lo que comes para potenciar la creación de nuevas células, y todo esto, que es muy importante, se consigue con grandes dosis de vitamina B.
¿Algo más? Sí, el huevo también tiene hierro, zinc y selenio, además de otros minerales. Destacamos estos porque los tres nos interesan para tener un pelo saludable.

El lado oscuro de los huevos

No todo podían ser ventajas, ¿verdad? Tradicionalmente se han considerado los huevos como alimentos con los que tener cuidado por su elevado contenido en colesterol. Como demostraron los numerosos estudios que se realizaron en EE.UU. durante los 60 y 70, el colesterol aumenta el riesgo de padecer ataques al corazón y otros problemas relacionados con el flujo de sangre en las arterias.
cesta-huevos
Sin embargo, estudios recientes, y no tanto, han demostrado que las conclusiones de los años 70 no eran del todo acertadas, pues si bien la grasa y el colesterol guardan relación con problemas de salud, lo cierto es que no hay una relación de causa-efecto. Los nuevos estudios demostraron que hay que hacer matices, y por eso se puso el foco en detallar qué colesteroles son más peligrosos y cuáles lo son menos.
De esta forma llegamos al colesterol. El colesterol es una grasa esencial en nuestro organismo, pues forma parte de todas las células de nuestro cuerpo y de procesos relacionados con hormonas tan relevantes como los estrógenos y la testosterona. Nuestro cuerpo necesita el colesterol.

Los detalles importan

El matiz viene en que el colesterol requiere de unas proteínas para que llegue a las células y haga todos estos procesos tan importantes. Y es aquí donde aparece el quid de la cuestión: hay proteínas, o mejor dicho lipoproteínas (pues tiene su ración de proteínas pero también de lípidos o grasas) que son buenas y otras que son malas. Las buenas reciben el nombre de HDL o colesterol bueno, para entendernos, y las malas, LDL o colesterol malo.
Lo que sí han demostrado los estudios es que a mayor cantidad de colesterol LDL, mayor riesgo de sufrir ateroesclerosis, que es la acumulación de grasa en las arterias, un problema que puede desembocar en ataques al corazón, embolias y otras consecuencias fatales. ¿Por qué ocurre esto? Porque el colesterol malo, el LDL, puede acumularse en las arterias, reduciendo así el espacio que tiene la sangre para circular.

¿Dónde entra el huevo en todo esto?

La importancia del huevo está en que es un alimento con mucho colesterol. Cada huevo tiene 200 mg, lo que puede ser mucho si se tiene en cuenta que el máximo recomendado es de unos 300 mg… al día.
La cuestión, y el motivo principal para la defensa del huevo, es que la mayor parte de este colesterol es HDL, es decir, del bueno. ¿Por qué este HDL se considera bueno? Porque, a diferencia del LDL, que se acumula en las arterias, el HDL sirve para limpiar el colesterol del organismo. Es decir, tener altos niveles de HDL en sangre es mejor que no tenerlos. Eso sí, cuanto menos LDL, mejor.
En resumen, los huevos son un alimento completo y beneficioso que ha sido maltratado durante décadas. ¿Son recomendables en todos los casos? No, pues tiene mucha grasa y un colesterol que hay que controlar, pero si se tiene el visto bueno del nutricionista, ya decimos que no hay un alimento mejor ni para nuestro organismo ni para nuestro cabello.

A ti puede gustarte pasear bajo la lluvia, pero a tu cabello no tanto

Los libros y las películas románticas nos han enseñado que los paseos bajo la lluvia son una buena forma de acabar las citas o de recuperar amores en peligro. Desayuno con diamantes, El diario de Noah, Match Point o Grandes Esperanzas tienen la culpa. Pero basta echar un vistazo por la ventana durante una tormenta para comprobar que aquellos que están en la calle ni pasean ni disfrutan ni se lanzan parlamentos románticos, sino que buscan desesperadamente un lugar donde guarecerse. De nuevo, la realidad no tiene nada que ver con la ficción, pero las películas siguen insistiendo. En el post de hoy nos concentraremos en por qué deberíamos quedarnos en casa un día lluvioso si queremos tener el pelo limpio y también hablaremos sobre esos productos que dicen contener agua de lluvia con propiedades mágicas.
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Aunque podríamos pensar que el agua que cae directamente del cielo es su forma más pura, lo cierto es que es muy rara vez el agua de lluvia está más limpia que la del grifo. La razón es muy sencilla: la contaminación. Para que podamos estar seguros de que el agua de la lluvia está libre de contaminación, tenemos que irnos a zonas sin industrializar, poblaciones muy, muy pequeñas y lejanas a las grandes ciudades. Zonas muy solitarias donde la presencia humana es escasa, por no hablar de infraestructuras y tecnologías modernas. Dicho de otro modo, si estás leyendo estás líneas (porque tienes Internet), muy probablemente el agua que llegue a tu casa a través de las cañerías sea mucho más limpia que la que llega en forma de lluvia.
Es posible leer en algunos foros de Internet que la lluvia tiene propiedades saludables para tu cabello que no tiene el agua corriente. Quienes afirman esto se basan en la limpieza del agua proveniente de las nubes y en que, al llegar directamente sin haberse filtrado a través de la tierra, el agua no tiene minerales. La segunda parte es cierta, pero es irrelevante si la primera es falsa: el agua de lluvia está sucia. No limpia mejor que la corriente, al contrario.
Por tanto, si puedes evitar pasear mientras llueve, hazlo.

Tratamientos con agua de lluvia

Algunos salones de belleza ofrecen tratamientos reparadores basados en agua de lluvia. Prometen que, debido a la pureza del agua, van a penetrar más fácilmente en la fibra capilar y repararla. La verdad es que estos argumentos no tienen ningún sentido, pues el agua, sea del grifo o de la lluvia, no tiene ninguna propiedad reparadora. Como hemos dicho otras veces, la reparación del cabello viene desde dentro, bien a través de la alimentación, bien a través de tratamientos médicos serios, no a través de cosméticos que se echen en el pelo. Pero es que en este caso ni siquiera hablamos de cosméticos que incluyan extractos de plantas o minerales que sí lograrían una reparación superficial del cabello –es lo que hacen los champús reparadores, los acondicionadores o las mascarillas–, sino que lo que se ofrece en estos salones de belleza es pura agua. Eso sí, a precio de serum.
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También es posible encontrar cosméticos enriquecidos con agua de lluvia en el supermercado o a través de tiendas online. Los venden incluso marcas de reconocido prestigio. Las promesas son las mismas: pelo más saludable, reparación a nivel celular y beneficios que llegan incluso a la piel, que rejuvenece y se vuelve más tersa y brillante. Demasiadas propiedades para un agua que cae del cielo, ¿verdad?
Nuestra recomendación es que huyas de estos tratamientos sin sentido y que no malgastes el dinero en productos que digan contener agua de lluvia con propiedades milagrosas. Un champú normal tiene un 0% de agua de lluvia, pero un 100% de ingredientes que limpiarán tu cabello.

Aguacate, la superfruta para el cabello

Si hubiera un concurso de frutas superbeneficiosas para nuestra salud que no gozan de popularidad, el primer puesto sería para el aguacate. Sin duda. Las fruterías están llenas de frutas que son poco más que agua, azúcar y fibra, mientras que los aguacates se cuentan con los dedos de dos manos. La gente no pide aguacates como pide peras o manzanas. Y es un grave error. En el post de hoy te contaremos por qué el aguacate tiene que convertirse en una de tus frutas favoritas.
beneficios del aguacate
Pero antes, conozcamos un poco al aguacate. El aguacate, o palta o abocado en buena parte de Latinoamérica, es una fruta tropical que se cultiva en climas tropicales y mediterráneos. Al contrario que muchas frutas, tiene muy poco azúcar, menos de un 1%. Es muy, muy poco: una naranja tiene alrededor del 9%, una manzana, en torno al 10%, lo mismo que una pera. ¡El aguacate tiene 10 veces menos azúcar que las frutas más vendidas! Punto positivo para la fruta tropical. ¿Dónde está el peligro? En la grasa, que tiene un 15% por cada 100 gramos, mucho, mucho más que una naranja (0,1%), una manzana (0,2%) o una pera (0,1%).
Como hemos hablado muchas veces, la grasa no es necesariamente mala para nuestro cuerpo, como sí lo es el azúcar. La clave es escoger sólo la grasa buena, la llamada grasa monoinsaturada, que es la que abunda en el aceite de oliva, en los frutos secos y en el aguacate. Esta grasa saludable lo es porque aumenta los niveles de colesterol bueno, el conocido como HDL, cuya función consiste en eliminar colesterol. (El colesterol malo, el LDL, se considera así porque si se acumula, acaba por bloquear las arterias, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas derivados de la circulación de la sangre, como paros cardiacos o embolias).
Pero no olvidemos que, aunque la grasa monoinsaturada del aguacate es saludable, no deja de ser grasa. Si no queremos ver cómo nuestra línea se convierte en curva, tendremos que consumir esta fruta con moderación. Las tostadas con aguacate, mejor para el desayuno. ¿Aguacate en la ensalada de la cena? Ni por asomo.

¿El aguacate nos puede ayudar a tener un pelo más saludable?

Rotundamente, sí. El aguacate tiene una buena cantidad de antioxidantes en la vitaminas C y E, pero sobre todo destaca por su colección de vitaminas B, fundamental en el proceso de regeneración del cabello: un cabello fuerte pasa necesariamente por tener unos niveles altos de vitamina B. Ahí entra el aguacate, que contiene varias de las vitaminas esenciales de grupo B, pero especialmente dos: la B6, o piridoxina, y la B5, o ácido pantoténico.
Mujer con pelo voluminoso
La vitamina B6 es fundamental para nuestro cabello porque ayuda a la formación de glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro, dos funciones que ayudan a que nuestro cabello esté bien “regado” de nutrientes y agua. El papel de la vitamina B5 no es menos importante: es un elemento universal, así que interviene en numerosísimos procesos fundamentales en nuestro cuerpo, entre los que se encuentra la regeneración celular que da como resultado nuevos cabellos. ¡Casi nada!
¿Hay más? Sí. El aguacate contiene además mucho agua (73%), las ya citadas vitaminas C, E y K (que ayuda a la formación de glóbulos rojos, como la vitamina B6), y un trío de minerales que van muy bien al cabello: potasio, que regula la cantidad de agua en nuestro organismo y evita el estrés (causa de la alopecia nerviosa); manganeso, que ayuda a la absorción de diversas vitaminas y potencia la creación de hormonas sexuales (que influyen en la calidad del cabello); y zinc, que favorece la creación de queratina y colágeno, las proteínas de las que está hecho el cabello.
Así que, si quieres un pelo saludable, ya sabes qué fruta tienes que añadir a tu compra habitual.

Vinagre y cabello, ¿una buena mezcla?

En otoño las estanterías de los supermercados se vacían de vinagre. ¿Es porque comamos más ensaladas en esta época del año? No, es porque es tiempo de piojos y el vinagre es probablemente la opción más efectiva, y barata, para combatir a estos insectos. Pero esta no es la única función que el vinagre cumple en el cabello, sirve para muchas otras cosas. ¿O no? En el post de hoy hablaremos sobre uno de los remedios caseros más extendidos para cuidar el cabello: lavarse el pelo con vinagre.
El vinagre es un líquido ácido que proviene de la fermentación del alcohol. Sin embargo, al contrario que los alcoholes habituales, el vinagre no reseca la piel ni el cabello. La cerveza sí lo hace.
Vinagre de vino, ¿bueno para el pelo?

Tres ventajas reales

Un punto importante del vinagre es que elimina hongos. Sus propiedades antifúngicas lo hacen especialmente útil para tratar problemas relacionados con la aparición de estos pequeños organismos en el pelo. El vinagre no es tan poderoso como para solucionar por sí sólo un problema de caspa excesiva, pero sí que puede servir para deshacerse de algún hongo solitario que haya llegado a tu cabeza.
Otra ventaja real: el vinagre es un ácido, es decir, tiene un PH muy bajo (entre 2 y 3), lo mismo que el limón o el jabón. En consecuencia, el vinagre también tiene las mismas propiedades limpiadoras que los jabones, si bien no es tan efectivo como estos. El vinagre puede eliminar el polvo o la suciedad superficial de tu cabello, pero si hablamos de un día entero recorriendo una gran ciudad, podrás echarte tanto vinagre como quieras en el cabello, pero no lo limpiarás.
Vale, entonces tenemos que el vinagre funciona contra los hongos y que limpia superficialmente el cabello y el cuero cabelludo. ¿Qué más propiedades tiene el vinagre? Pues vamos a acabar con la más conocida: elimina los piojos. Eliminar no es la palabra exacta, pues toda madre sabe que los piojos no se van solos, sino que hay que arrancarlos del cuero cabelludo, pero lo que sí es cierto es que el vinagre crea un hábitat en la cabeza del niño que no es nada cómodo para los insectos. Invita a salir a los que están y mantiene alejados a los que podrían venir. ¿Por qué? De nuevo tiene la culpa ese PH tan bajo del que hablábamos antes. Los piojos odian los hábitats tan ácidos.

Tres ventajas mágicas

Y hasta aquí las propiedades del vinagre. Espera, que nos olvidamos de las demás propiedades del vinagre: de que potencia el brillo, de que facilita el peinado y de que ayuda a recuperar el equilibrio del PH de la piel. ¿Nos hemos olvidado de todo esto o es que quizá estás propiedades del vinagre pertenecen al terreno de la fantasía?
El brillo que consigue el vinagre no proviene de propiedades mágicas de este aliño tan querido, sino de su poder limpiador: el pelo limpio brilla, así de sencillo. Compruébalo cuando te laves el cabello. Sobre que facilite el peinado, la respuesta es la misma que la anterior: el pelo limpio se peina con más facilidad porque no se enreda. Sencillo.
pelo nutrido

¿Y qué pasa con ese equilibrio del PH de la piel?

Veamos, la piel humana tiene un PH de alrededor del 5,5, es lo que se llama PH neutro. Si sube de ahí, malo, y si baja, lo mismo. Sabiendo eso, ¿cómo un producto con un PH de entre 2 y 3 puede conseguir un equilibrio si el punto que nos interesa es 5,5? Esto, simplemente, no tiene ningún sentido. Es más, los amantes del no poo, esa moda peligrosa que consiste en no lavarse el pelo y empaparlo de vinagre y bicarbonato, incluye el bicarbonato por una sencilla razón: para equilibrar. El PH del bicarbonato es alto, de alrededor de 9, así que funciona muy bien para equilibrar el bajo PH del vinagre. Ahí tienes la respuesta: si hasta los amantes del no poo tienen que echarse bicarbonato para nivelar el PH después de usar vinagre, ¿cómo el vinagre por sí sólo va a conseguir equilibrar el PH?
En conclusión, las ventajas de lavarse el pelo con vinagre no son suficientes como para olvidarse de los champús para siempre, pero no son tan decepcionantes como las de lavarse el pelo con cerveza. Tenemos que el vinagre elimina algunos hongos y que protege contra los piojos, así que puedes usarlo de vez en cuando si sospechas que vives en un lugar con tendencia a que los hongos floten en el ambiente (puede ser una planta baja o un baño de difícil ventilación, no tiene por qué ser una mazmorra). También puedes utilizarlo si vives expuesto/a a los piojos, lo cual no es nada complicado si nos lees en otoño y tienes hijos que van al colegio.

Acondicionadores, ¿para qué sirven?

Los acondicionadores son los grandes olvidados de las marcas y de los consumidores. Si se presta poca atención al aspecto del pelo, con usar el champú basta. Y si se presta mucha atención, el mejor aliado es la mascarilla. ¿Dónde queda el acondicionador? Exacto, en una tierra de nadie que no despierta interés. ¿Es justo esto? ¿Merece el acondicionador esta falta de entusiasmo por parte de los consumidores? En el post de hoy responderemos a esta cuestión.
El acondicionador es un cosmético para el cabello que mejora su aspecto. Suele aportar brillo y volumen, ventajas que consigue gracias a su formulación rica en… grasa. Así es, un acondicionador es básicamente agua y grasa. ¿No te lo crees? Echa un ojo a los ingredientes: el primero siempre es agua –recuerda que los ingredientes están ordenados de mayor a menor: a más cantidad, antes aparece en la etiqueta– y el segundo casi siempre es alcohol cetoestearílico. Y suele haber más alcoholes (como el cetílico). Pues bien, todos esos alcoholes son grasos.
Aplicando acondicionador en el cabello

¿Significa esto que el acondicionador engrasa el cabello?

Rotundamente sí. Pero no hay por qué echarse las manos a la cabeza. Los beneficios del acondicionador, ese cabello brillante e hidratado, se deben precisamente a esta grasa. Al envolver en grasa el pelo, se consigue brillo (la grasa brilla), más volumen (el pelo aumenta artificialmente su volumen), más facilidad para peinarse (el peine resbala fruto de la grasa) y se corrigen las puntas abiertas (la grasa actúa de pegamento, uniendo las puntas abiertas). Lo de la hidratación también es un mito. Como ocurre con las cremas para la piel, estos productos no hidratan, sólo extienden una capa de grasa que los fabricantes venden como hidratación, pero lo cierto es que la hidratación de verdad sólo se produce de dentro hacia afuera: bebiendo agua y suministrando a los folículos pilosos los nutrientes que necesitan.

Ventajas y… desventajas

Hasta aquí los beneficios del acondicionador, que no son pocos. Hablemos de las desventajas. La primera y más obvia es que engrasa el pelo. Muchas marcas de cosméticos dicen que es un mito, pero ya hemos demostrado que no lo es: los acondicionadores engrasan el cabello. ¿Cómo evitarlo? Usando el acondicionador con cabeza, como explicaremos un poco más adelante.
Otro problema muy extendido, y que está directamente relacionado con la grasa que los fabricantes niegan, es el apelmazamiento del cabello. Si nos pasamos con la cantidad de acondicionador, o no aclaramos bien, todo ese exceso de grasa va a pesar –literalmente– sobre el cabello, lo que va a provocar que se mantenga pegado al cuero cabelludo.
Planchando el pelo

Acondicionador y cabellos grasos, mala combinación

Todo empieza por adaptar el uso del acondicionador a las características de nuestro pelo. Si tenemos un cabello graso, lo ideal es que miremos con desconfianza al acondicionador, pues si lo usamos nos arriesgamos a que nuestro problema de grasa excesiva empeore. ¿Significa esto que si tengo el pelo graso y las puntas abiertas o una falta de volumen, no voy a poder arreglar estos problemas porque no puedo usar el acondicionador? Sí y no. Podrás arreglar estos problemas, pero no a través del acondicionador. Muchos de los problemas relacionados con las puntas abiertas y con el volumen del cabello vienen de dentro: el cabello nace débil o delgado porque no lo alimentamos bien. Si no comes suficiente vitamina B (verduras verdes y mucha carne), ahí puede estar el problema de tu cabello débil.
El acondicionador es un producto de riesgo para quienes sufren de pelo graso por todo lo que hemos explicado más arriba. Si tienes dudas, consulta con tu dermatólogo para que te sugiera el mejor producto.

Usa el acondicionador con cabeza

Pero volvamos al tema de los problemas derivados del uso del acondicionador. Recordemos: tras usar el acondicionador puede suceder que 1) el pelo quede demasiado graso o 2) el pelo se quede apelmazado. La solución para ambos casos –salvo que hablemos de cabezas con tendencia a la grasa, tema que justo acabamos de cubrir–, está muy relacionada con el tiempo de uso del producto.
El acondicionador tiene efectos casi instantáneos, que se activaran con sólo dejar actuar uno o dos minutos. Hay marcas que recomienda dejar el producto en la cabeza durante varios minutos más. No lo hagas, pues entonces tu pelo absorberá mucha más grasa de la necesaria y ni siquiera el mejor aclarado –siempre con agua tibia o fría– será suficiente para eliminar ese excedente de grasa.
El acondicionador es un producto muy recomendable para mejorar el aspecto del cabello, pero sus beneficios se acaban ahí, son simplemente estéticos. Problemas como las puntas abiertas, la falta de volumen o el brillo apagado tienen que ver con lo que comemos y con nuestros hábitos de vida, y no se puede esperar que un cosmético capilar, como es el acondicionador, los solucione. La clave es, como decimos siempre, nutrir convenientemente el cabello a través de una dieta saludable y con productos capilares.

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