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Trucos para mantener un pelo corto sano y estiloso

El pelo corto tiene multitud de posibilidades, un corte pixie, a lo garçon, ondulado, con o sin flequillo… Si te has decidido a decir adiós a tu melena y atreverte con cualquiera de los estilos de cabello corto que existen, sigue leyendo.
Es cierto, cuidar del pelo corto es más sencillo que cuidar de una larga melena pero tampoco podemos descuidarlo.
Si sigues nuestros consejos lograrás mantener un pelo corto sano, brillante y cuidado.
Imagen de una chica de perfil con el pelo corto morena

¿Qué recomendamos para un pelo corto?

Utiliza un peine natural y de calidad

Este consejo sirve para todo tipo de melena, incluso para las más largas. Al usar un peine de madera evitas la electricidad estática y conseguirás que tu pelo se rompa menos. ¡Además contribuirás a que el planeta sea más sostenible

¡O péinate con tus propias manos!

Tus dedos pueden convertirse en aliados perfectos a la hora de peinarse, solo debes darle a tu peinado la forma que desees. Un mechón por aquí, otro por allá… ¡y conseguirás un look más natural!
Además, también puedes aplicarte algún producto en las manos como la gomina, el aceite o la cera para ayudarte a moldear tu peinado con más facilidad.
También puedes echarle un vistazo a nuestro hidratante capilar, te ayudará a moldear tu cabello con éxito.

Atención al calor

Un abuso de los utensilios como el secador o las planchas de pelo es negativo para cualquier tipo de cabello porque el pelo se vuelve más frágil y puedes quemar tus puntas rápidamente.
Al tener el pelo corto, hay que tener en cuenta que el volumen de pelo es menor y por lo tanto es necesario utilizar productos de calor de una potencia más baja y aplicarse un tratamiento protector de altas temperaturas antes.

Retoca tu corte

No somos conscientes de cuánto crece el cabello hasta que nos lo volvemos a cortar.
Si quieres mantener un corte de pelo estiloso, deberás acudir a tu peluquería favorita a retocar las formas de tu cabello con cierta frecuencia, si no tu corte puede irse al traste.
Chica con el pelo castaño y corte de pelo corto

Aclárate el pelo con agua fría

Intenta lavarte el pelo con agua fría. Aunque tan solo lo hagas con el último aclarado, notarás que tu pelo se verá más brillante y sano, esto ocurre porque la cutícula del pelo se cierra y el cabello sufre mucho menos que con el calor.
Además si tienes el pelo ondulado, ¡notarás que el pelo no se te encrespa como antes!
Si quieres leer un poco más en profundidad sobre este truco, te aconsejamos entrar en este link.

Protege tu cabello

Con el pelo corto la incidencia de la luz solar en el cuero cabelludo y el cabello es mayor. Así que no olvides utilizar productos que protejan tu cabello y tu cabeza de la exposición solar.
Chica con el pelo corto rizado, color moreno
Como puedes ver, un look de pelo corto tan solo requiere una serie de cuidados para conseguir mantenerlo sano y fuerte.
¿Conocías estos trucos? ¡Anímate a compartir tu rutina de cabello con nosotros!

Shakira y la revolución de las mechas

Sí, como has leído en el título, vamos a hablar de las mechas de Shakira y de cómo esta diva del pop hizo que media España decidiera imitarla.
Veníamos de una época en la que Britney Spears nos había enseñado que el alisado y las coletas a los lados eran lo más, pero la colombiana vino para dejar claro lo contrario.

¿Cómo hizo Shakira que las mechas fuesen tan populares?

No vamos a desmentir que los inicios de la cantante fueron bastante sosos en cuanto a su cabello, ella también estaba bajo la influencia del alisado y la monotonía.
Pero cuando llegó su disco “¿Dónde están los ladrones?” todo cambió, de golpe empezó a experimentar con su cabello y a adornarlo con pequeñas tiras de colores.
Entre trenzas y rastas, ya empezaba a ser diferente, seguramente recuerdes que esto también fue algo que nosotros llevamos al día. Todo el mundo de golpe llevaba trenzas con colores o estaba loco por tener una rasta y demostrar rebeldía.
https://www.instagram.com/p/tiTHa9Ijr1/?utm_source=ig_web_copy_link
A algunas personas se les iba de las manos y llegaban a parecer Monica Geller de Friends cuando de golpe se ponían trenzas de más.

Teñirse el pelo como Shakira, toda una aventura

Y después ocurrió lo que nadie esperaba y con lo que llevan muchas actrices luchando durante años. Shakira decidió teñirse su pelo de color rojo pero dejando bien visible la raíz de color moreno oscuro.
Nos imaginamos que alguien como Jennifer Aniston debió soltar un pequeño grito diciendo “¡Por fin!”, dado que ella había sido bastante criticada por llevar esta misma tendencia.
Por si el alocado cambio de pelo de Shakira no era suficiente, entró bien fuerte con su golpe de cadera y dejó a toda España con la boca abierta.
Para poco después pasarse a ese color rubio que la haría inolvidable.
https://www.instagram.com/p/gtLWPKojh3/?utm_source=ig_web_copy_link

¡Con melena y a lo loco!

Otro de los sellos de la cantante es lo voluminosa que siempre ha sido su melena, haciendo que algunos peinados fuesen, de golpe, lo más.
Dando paso a que todo el mundo quisiera hacerse unos rizos y parecer igual de despeinados, el rubio había invadido el país y todo el mundo se enorgullecía de dejar bien claro que llevaba mechas.
En otro artículo te hemos contado sobre cómo mantener el pH del pelo así que si quieres conocer más en profundidad cómo los cambios de color pueden afectar a tu cabello, lee ese post para mantenerte informado/a.

De lo radical a lo natural, Shakira ha bajado a la tierra de los mortales

Es cierto que tras esta increíble revolución que Shakira consiguió, los siguientes pasos no han sido tan escandalosos. En alguno de sus videoclips nos asustó con pelucas de color púrpura, pero no eran más que eso, pelucas.
Actualmente ella lleva un color rubio más relajado, no tan llamativo y ha aclarado mucho más sus raíces aunque sigue haciendo notar que su cabellera es una mezcla entre moreno y rubio.
https://www.instagram.com/p/BpG5OHTH3lT/?utm_source=ig_web_copy_link
Aún así los peinados siguen siendo muy de su estilo, rizos y ondulaciones y en ocasiones varias trenzas con algún toque de color.
¿Podemos afirmar que Shakira es quien marca tendencia en cuanto a las mechas? Quizás no definitivamente, pero tenemos claro que tuvo mucho que ver a principios de los 2000 para que de golpe todo el mundo decidiera teñirse de rubio.
¿Has vivido alguna época similar? Si crees que también hay otra diva del pop que haya influenciado en el tema de las mechas, háznoslo saber y comparte con nosotros tu opinión en los comentarios.
 

¿La caspa está relacionada con la caída del cabello?

Imagen de un hombre con chaqueta negra en la que se ve la caspa
Una de las preocupaciones más habituales que puedes tener a lo largo del año es ¿por qué no para de salirme caspa? Y esto suele estar relacionado con observar que cuando barres tu casa, cuando te cepillas el pelo cada día o, incluso, al enjabonarte en la ducha, el cabello se te cae con más frecuencia.
¿Sabías que la caspa y la alopecia están relacionadas? Te contamos por qué.

¿Qué es la caspa y por qué aparece?

Realmente todo el mundo tiene en el cuero cabelludo aquello que provoca lo que conocemos como caspa. Se trata de un hongo llamado Pityrosporum ovale que, cuando crece desmesuradamente, acaba provocando la descamación de la piel del cuero cabelludo que es lo que finalmente forma los puntitos blancos que conocemos como caspa.
Sin embargo, otros estudios también aseguran que causas como el estrés, problemas digestivos o fatigas pueden provocar la aparición de la caspa.
Hombre que refleja ansiedad, estrés, problemas digestivos

Pero… ¿Qué relación tienen la caspa y la alopecia?

Las causas de la alopecia son muchísimas y dependen de factores muy diferentes. Entre ellos podemos encontrar:

  • Factores hormonales
  • Factores genéticos
  • Factores nutricionales
  • Factores psicológicos
  • Y muchos, muchos más.

En lo que sí coinciden todos los tipos de alopecia es en la caída de pelo de forma progresiva.
¿Y cuándo aparece la caspa? Te estarás preguntando. Y es que antes de esa caída de cabello, se produce un efecto llamado: miniaturización del pelo.
Ese efecto contiene síntomas como la irritación del cuero cabelludo, picores, seborrea y un aumento de la descamación (caspa).
Sin duda podemos tomar esos síntomas como avisos para darnos cuenta de la posibilidad de pérdida del cabello que tenemos.
Ahora llega la pregunta que seguramente te estás haciendo en este instante.

¿Significa eso que si tengo caspa es que voy a tener alopecia?

Por supuesto que no. Aunque la caspa es un síntoma que indica el inicio de la alopecia, no es algo que siempre vaya de la mano con este tipo de problema capilar.
Sin embargo, el hecho de que la caspa provoque un picor extremo en el cuero cabelludo y que esto provoque que te rasques, si puede contribuir a la caída de tu pelo.

Consejos si aprecias caspa en tu cabello

Nosotros somos partidarios de prevenir los efectos graves a tiempo, por ello, si te notas caspa en abundancia en tu pelo, lo mejor que puedes hacer es iniciar un tratamiento anti-caspa y buscar una ayuda profesional que te diga qué debes hacer.
Esperamos haberte ayudado con este artículo y que a partir de hoy tengas más información sobre los problemas de la caspa y su relación la alopecia.
En el siguiente enlace puedes encontrar más información acerca de la caspa y nuestros mejores productos para combatirla.
Champú y mascarilla anti caspa IMD

¿Por qué aparecen las puntas abiertas y cómo evitarlas?

Tener las puntas abiertas es un inconveniente que todo el mundo ha sufrido, sufre o sufrirá antes o después. Aunque hay casos más agresivos que otros, las puntas abiertas llegan sí o sí al cabo del tiempo, así que es muy recomendable contar con algunos trucos para retrasar su llegada.
Las puntas abiertas no necesitan mucha presentación: si tu melena no acaba en cabellos definidos sino en una amalgama de pelos finos y ligeros, entonces sufres de puntas abiertas. Todo el mundo las sufre así que no hay de qué preocuparse.
Chica se sujeta el pelo por las puntas y ve que están estropeadas

Por qué salen las puntas abiertas

Las puntas abiertas son la consecuencia del desgaste del cabello. La punta del cabello es la parte más alejada de la raíz, por tanto la que más tiempo lleva sometida a los daños del entorno y al paso del tiempo.
Una punta abierta es un cabello con la cutícula deteriorada, lo que facilita que el cabello se separe en varios pelos finos y endebles. Imagínate una cuerda. Si es nueva, te costará ver algún hilo suelto. Con el paso del tiempo, la cuerda perderá fuerza y los pequeños hilos que la forman empezarán a romperse y a asomarse del hilo principal. Es lo mismo que ocurre con el cabello.
Pero aunque las puntas abiertas siempre llegan, hay algunas causas que provocan que lleguen antes:

Electrodomésticos capilares

Son los sospechosos habituales del daño a la cutícula. Secadores, planchas, rulos eléctricos atacan directamente la cutícula y la desgastan. Quizá pienses que puedes recuperar la salud de la cutícula con cremas y sérum, que algo hacen, pero lo cierto es que el daño es mucho más intenso que el remedio. Cada vez que usas un electrodoméstico de este tipo, desgastas el cabello y adelantas la llegada de las puntas abiertas.
Rizador de pelo eléctrico, planchas, secadores, rulos

Tintes

Los tintes más agresivos afectan directamente a la cutícula, rompiéndola para que penetre el color que queremos. Cuanto mayor sea la duración del tinte, más fuerte es el producto y más daño causa a la cutícula. El resultado de todo esto ya lo conoces.

Mala alimentación

Las puntas abiertas también son sinónimo de que quizá no comemos como es debido. El cabello necesita una alimentación sana y equilibrada, además de mucha agua. Si faltan las verduras verdes, los frutos secos, la carne, los huevos y el pescado, entonces falta el combustible para tener un cabello sano y fuerte.

Peines de mala calidad

Un peine metálico o de mala calidad (por ejemplo, uno de plástico con las púas mal perfiladas) también puede romper el cabello. Serán pequeñas heridas casi invisibles, pero con el tiempo se notarán. Elige peines o cepillos buenos.

Secarse el cabello con rabia

Si castigas a tu cabello todas las mañanas frotándolo con la toalla arriba y abajo y aprisionando las puntas unas con otras, estás llamando a la puerta de las puntas abiertas.

Cómo retrasar las puntas abiertas

Lo más práctico es que visualices los cinco puntos que hemos comentado más arriba y coloques delante de cada uno de ellos un “Huir de…”. Es así de fácil. Más que usar un acondicionador o un caro producto protector o someterte a un tratamiento regenerador, si tu problema son las puntas abiertas, lo mejor es que cuides tu cabello empezando por lo básico. Y eso significa no abusar del secador ni del tinte, comer bien, usar peines de calidad y secar tu cabello posando la toalla sobre él y esperando, sin frotar.
Pero hay algo más. Las puntas abiertas son como las fugas de agua: si no se cierran pronto, crecen. En el caso del cabello sucede algo parecido: si no se corta una punta abierta, la fractura del cabello empieza a extenderse hacia la raíz, dañando el pelo por el camino.
Imagen de una peluquera cortando las puntas del pelo
¿Cómo se puede evitar que las puntas abiertas se extiendan? Cortando por lo sano. Literalmente. Ve a la peluquería y pide que te corten las puntas. El peluquero o la peluquera cortarán 2 o 3 centímetros de cabello, que te crecerán en nada, y asunto resuelto.
¿Puedes hacerlo en casa? No lo recomendamos. Primero, porque basta con que un lado del cabello te quede algo más corto para que empieces a igualar por el otro lado, y lo que parecía un corte de pocos centímetros se convierta en un estropicio. La segunda razón es que las tijeras de peluquería están diseñadas para cortar el cabello limpiamente, de modo que si hay una punta abierta ¡zas, corte limpio!, ni rastro. Salvo que tengas unas tijeras de profesional, que no suelen estar al alcance de cualquiera, al cortar no vas a cerrar del todo la punta, con lo que no terminarás con el problema.
En resumen, no puedes evitar las puntas abiertas pero sí retrasar su aparición. Cuida tus hábitos capilares y, cuando veas que tienes puntas abiertas, acude a la peluquería.

Tomar aceite de oliva es muy sano, ¿lo es también para el pelo?

La regla no escrita es clara: nuestro cabello es reflejo de lo que nos pasa por dentro, así que si algo nos sienta bien por dentro, también le sentará bien a nuestro cabello. ¿Ocurre lo mismo con el aceite de oliva? Claramente, sí. En un post anterior describimos el aceite de oliva en detalle, e incluso lo enfrentamos a la mantequilla en nuestra serie de post sobre desayunos saludables. En el post de hoy sólo destacaremos lo más importante a nivel nutricional de este alimento y si nos ayuda a tener un pelo fuerte y bonito.

Propiedades nutricionales

El aceite de oliva es una grasa muy saludable, de las llamadas monoinsaturadas. ¿Has oído hablar de las grasas trans, esas que aumentan el colesterol malo y que puedes encontrar en la bollería industrial, en los snacks y en las salsas? Pues las grasas monoinsaturadas son justamente lo contrario: grasas que disminuyen el colesterol malo (LDL) y aumentan el bueno (HDL). Grasas buenas.

Recuerda que el colesterol malo lo es porque se acumula en las arterias (problema que conocemos como aterosclerosis) y aumenta el riesgo de sufrir embolias, hemorragias, infartos e incluso muerte súbita. El colesterol bueno se encarga precisamente de reducir esta grasa que dificulta la circulación de la sangre en las arterias. La receta saludable es reducir el colesterol malo y aumentar el bueno. Exactamente lo que hace la grasa monoinsaturada del aceite de oliva.

¿Y para el cabello?

Tener unos niveles controlados de colesterol es muy bueno para nuestra salud pero no tiene unos efectos directos en nuestro cabello más allá de que no estar sano es incompatible con tener un cabello sano. Si hablamos de relaciones directas, tenemos que hablar de dos vitaminas presentes en el aceite de oliva: la vitamina K y la vitamina E.

La vitamina E es importante porque es un antioxidante. Si lees estas líneas en verano, te interesa, y mucho, tomar muchos antioxidantes. Los antioxidantes reducen el daño de los radicales libres, que son deshechos que se producen cuando las células de nuestro cuerpo se transforman, se crean o se destruyen. ¿Un ejemplo? El sol. Cuando tomamos el sol, nuestro cuerpo absorbe los rayos UV a través de nuestra piel en lo que es un proceso celular que genera radicales libres.

El principal daño de los radicales libres es que entorpecen cualquier proceso celular, como la regeneración de la piel, por ejemplo. Por eso decimos que los radicales libres provocan el envejecimiento prematuro de nuestra piel (en realidad de todo nuestro cuerpo). La televisión nos recuerda constantemente que existen cremas para frenar el envejecimiento prematuro. Pues esas cremas van hasta arriba de antioxidantes. (Otro día explicaremos que los antioxidantes cuando de verdad funcionan es cuando los comemos, porque así es como los asimila nuestro cuerpo, no untándolos en nuestra piel, que es 99% impermeable)

La vitamina K también es importante para nuestro cabello, aunque por razones distintas. Una de las funciones principales de la vitamina K es crear glóbulos rojos, unas células que forman parte de la sangre. ¿Y cuál es el propósito de los glóbulos rojos? Sirven para transportar oxigeno a cada rincón de nuestro cuerpo, lo que incluye a los folículos pilosos. Un folículo piloso bien oxigenado hará mejor su trabajo y producirá más y mejor cabello.

Así que ya lo sabes: si quieres tener un pelo saludable y favorecer que crezca sano y fuerte, toma aceite de oliva y aprovecha sus vitaminas E y K. Eso sí, ten en cuenta que es una grasa y que no conviene abusar. Un par de cucharadas en las ensaladas será suficiente para cuidar tu cabello a la vez que controlas tu línea.

El cabello en el Barroco

Si en el Renacimiento (siglos XV-XVII) pudimos comprobar que había cierta preocupación por la vestimenta y los peinados, algo que no ocurrió durante la Edad Media, en el Barroco esta preocupación se vuelve una obsesión para las clases altas, que invierten tiempo y dinero en conseguir los peinados más extravagantes. En el post de hoy recorreremos lo que significó el Barroco para la evolución del cabello.
Pongámonos en situación. El Renacimiento fue un periodo de luz y aperturismo: los avances tecnológicos, especialmente en el campo de la navegación, ampliaron el mundo y muchos personajes intrépidos descubrieron nuevas tierras y riquezas. Estos avances y esas perspectivas de riquezas allende los mares atrajeron a muchísimas personas que vivían en las zonas rurales a las grandes ciudades. Fruto de este crecimiento, los comerciantes empezaron a ganar dinero de verdad, lo que empezó a despertar los recelos de los nobles. Florecieron las artes y las invasiones bárbaras que habían protagonizado sangrientas batallas y un clima de terror durante la Edad Media desaparecieron. El Renacimiento fue un periodo de prosperidad.
Y así llegamos al Barroco, que se extendió entre los siglos XVII y XVIII, un periodo histórico que, como el Renacimiento, se considera una bisagra entre la Edad Media y la Edad Moderna. Pese a los avances del Renacimiento, este periodo generó unas expectativas que no se cumplieron: el nuevo mundo se convirtió en un deseo al que muy pocos llegaban (si es que sobrevivían a las expediciones en barco), el progreso general no llegó a las clases bajas y los monarcas, lejos de abrir la mano, la cerraron. En parte porque siempre lo habían hecho, en parte porque los viajes transoceánicos habían reducido sus fortunas y en parte porque no querían ceder nada de poder a esos burgueses que tan ricos se estaban volviendo. ¿Significó esto que los monarcas empezaron a mostrarse más modestos en sus comilonas y en sus gastos? No. De hecho, sucedió todo lo contrario.
Chica con un estilo exagerado de pelo barroco

La cabeza marca la diferencia

Con una clase burguesa en ascenso, los monarcas y la nobleza vieron que su poder e influencia no era suficientes para diferenciarse de los burgueses, que eran cada vez más ricos y que incluso tenían acceso a pintores y escultores cuyas obras rivalizaban en belleza y espectacularidad a las de los propios monarcas. ¿Y qué hicieron? Mirarse por encima del hombro y ponerse a competir entre ellos por ver quién resultaba el personaje más llamativo.
Con este objetivo, florecieron los peinados más extravagantes hasta la fecha. Tal fue el exceso de rizos, tirabuzones, formas geométricas, lazos, diademas, flores y complementos de toda clase, que rápidamente el cabello fue insuficiente para aguantar tantas cosas sobre la cabeza. Así que las pelucas se convirtieron en el complemento básico. Y no hablamos de pelucas discretas, nada más lejos, sino de auténticas estructuras que debían aguantar maquetas de barcos, reproducciones de animales y cualesquiera motivos que la dueña de la peluca, pues las más excesivas eran las mujeres de la nobleza, tuvieran a bien llevar sobre los hombros. En ocasiones, las pelucas conseguían tal altura que las nobles tenían que doblarse para acceder a los carruajes y sujetarse con fuerza sus estructuras capilares para que un soplo de aire no revelara su auténtica cabellera.
Estas pelucas ultrarresistentes eran el objetivo de las nobles, pero no todas podían permitírselas, así que debían recurrir o a pelucas menos ostentosas o a su propio cabello. Como fuera, los peinados más habituales crecían hacia arriba y eran imponentes y majestuosos: el cabello se apelmazaba sobre la frente y se dejaba caer sobre las orejas en forma de trenzas o de mechones rizados. Si el rizo era natural, perfecto, si no, lo mejor era recurrir a la técnica habitual en la época: forzar el rizo en la peluca enrollando el cabello en palos de madera y metiendo la peluca en hornos de pan para fijar la forma rizada. Como suena.
Pelo rizo exagerado barroco, abanico
Los monarcas y los nobles competían en una liga menos extravagante que la de sus mujeres, pero tampoco había ni rastro de naturalidad. Las pelucas, pues también ellos las usaban, amontonaban volúmenes importantes de cabello rizado y ondulado en dos grupas sobre la cabeza que quedaban separadas.
Si el Renacimiento hizo que nobles y burgueses se empezaran a preocupar por su cabello, el Barroco convirtió esta preocupación en una prioridad. ¿Pasó lo mismo con las clases medias y bajas? En realidad, no, se quedaron en los mismos estilos que durante el Renacimiento. Y tiene lógica: sólo los monarcas podían gastar tiempo y dinero en la confección de sus pelucas. Por mucho que las clases bajas hubieran querido imitar los peinados reales e imperiales, como de hecho habían hecho en los siglos pasados, las pelucas y los adornos estaban completamente fuera de su alcance.
La Revolución Francesa acabó con este periodo. Semejante carrusel de excesos por parte de las monarquías, cuyas pelucas monstruosas no fueron sino un símbolo de todo este periodo de opulencia para unos –la nobleza– y de escasez para otros –el pueblo–, no podía tener un final que no fuera desgarrador y violento. Como fue la Revolución Francesa, el primer capítulo de lo que luego conoceríamos como la Edad Moderna.

El cabello en el Renacimiento

Si cuando hablamos de la Edad Media nos encontramos con que el cabello era un tema secundario, en el Renacimiento el pelo se vuelve importante. ¿Por qué? Porque el Renacimiento supone la vuelta a los valores grecolatinos, donde la estética era más que un tema de conversación. Como pasa en muchos periodos de la Historia, una época es la cara opuesta de la anterior, y eso mismo es lo que pasó en el Renacimiento, un periodo luminoso opuesto al oscurantismo de la Edad Media. También para el cabello.
mujer con peinado del renacimiento
El Renacimiento fue un periodo de transición entre la Edad Media y la Edad Moderna, es decir, entre los siglos XV y XVII. Si la Edad Media fueron más de 1.000 años, el Renacimiento apenas fueron 200, pero con cambios decisivos en muchos aspectos. Por ejemplo, el feudalismo empezó a perder importancia. Como ya no había tantos ataques a pueblos y aldeas, los señores feudales no tenían de qué proteger a sus súbditos, salvo de otros señores feudales que guerreaban entre sí.
Esto, unido a la mejora de los caminos y de los transportes, y a las promesas de nuevos mundos por descubrir gracias a los viajes por los océanos, llevó a los campesinos a mudarse a las ciudades, donde el poder y la influencia de los nobles se diluyó debido al surgimiento de una nueva clase social: la burguesía, los comerciantes. Surgió así una nueva forma de ganarse la vida. Quien nacía campesino podía intentar poner un puesto en el mercado y vender sus alimentos y pieles ¿Se volvería rico? Probablemente no, pero vería mundo y eso enriquecería sus perspectivas.
Porque el Renacimiento fue, sobre todo, un periodo de perspectivas y esperanzas, precisamente lo contrario que propugnó la Iglesia y su oscurantismo durante la Edad Media. ¿Y de qué forma va a renacer esta nueva sociedad? Pues intentando hacer borrón y cuenta nueva y volviendo a los valores clásicos; literalmente: a los valores griegos y romanos. Las artes, la ciencia, la medicina, el comercio o la filosofía serán los ejes del cambio. Un cambio que afectó también al cabello.

Reinventar lo antiguo: de vuelta a los griegos

El cambio más importante fue que las mujeres ya no sentían (tanto) miedo a mostrar su cabello. Durante la Edad Media tenían que enfrentarse a las miradas de acusación de los clérigos, pero con la apertura de la Iglesia gracias al Protestantismo de Lutero, esta vigilancia se relajó. El resultado fue que los recogidos seguían siendo la primera opción –el flequillo será un invento muy, muy moderno– pero ya no había tantas cofias y cintas para cubrir la cabellera.
Lo importante entonces era enseñar cabello y lucir unos recogidos altos e imponentes. Esta clase de recogidos fueron populares entre la nobleza y la burguesía, quienes podían permitirse pagar a los peluqueros. Los tintes se popularizaron también: de rojo para las británicas que querían imitar a la reina Isabel I, de rubio para la otra gran potencia de la época, Florencia (si te suenan los Medici, son de este periodo), cuyas mujeres querían recordar las cabelleras rubias típicamente mediterráneas.
Todo lo anterior corresponde a las clases altas. Las mujeres más humildes no podían permitirse complementos como tiaras o diademas de materiales nobles e incrustaciones, pero tampoco querían llevar siempre el pelo suelto, que se había recortado con respecto a la Edad Media. Trenzas y moños fueron recursos muy habituales para complementar lospeinados con raya en medio, una fórmula que se puso muy de moda.

Los hombres descubren el pelo corto y el bigote

En cuanto a los hombres, también cambiaron de estilo. No es que se volviera a los tirabuzones griegos, pero sí que las melenas empezaron a tener peor fama. El pelo corto, o incluso muy corto, se popularizó entre todas las clases sociales. Las clases altas lo llevaban mejor recortado que las bajas, pero tampoco es que hubiera una gran diferencia. Todavía había quien prefería las medias melenas propias de la Edad Media, pero quienes lucían esta imagen eran considerados anticuados.
Lo que sí resultó novedoso fue el bigote. Los griegos siempre habían preferido las barbas pobladas y rizadas, los romanos algo menos, y en la Edad Media, pues sí era común ver barbas sin arreglar. ¿Pero el bigote? Antes apenas se pensaba en el bigote como algo más que la parte de la barba que estaba sobre los labios. Pero en el Renacimiento el bigote empieza a tener importancia, y lo mismo pasa con la perilla. La barba ya no es el todo, así que muchos nobles y burgueses empiezan a experimentar: barbas puntiagudas, bigotes cuyos extremos se fijan con cera, incluso perillas a modo de modelos de peluquería actual.
Al ser un periodo de transición, el Renacimiento no supuso una verdadera revolución para el cabello, pero sí una apertura, especialmente para las mujeres, que marcó los estilos de cabello que veremos en siguientes épocas.

Qué es la clonación capilar

Es probable que últimamente hayas leído o visto algún reportaje sobre la clonación capilar, una técnica “nueva” que va a acabar con la alopecia para siempre. En realidad, la clonación capilar lleva décadas siendo estudiada por los expertos y, aunque su objetivo es exactamente ese –acabar con la alopecia–, lo cierto es que todavía tiene que pasar mucho tiempo hasta que resulte eficaz en humanos. Sin embargo, este escenario podría darse. Si te interesa esta técnica y quieres conocer en qué consiste, sigue leyendo.

Para entender en qué consiste la clonación capilar, una técnica que están investigando algunos expertos en salud capilar (si tienes dudas sobre qué es la tricología, en IMD te ayudamos a saber más), vamos a dar un pequeño rodeo, pero ya verás que así se entiende mejor. La clonación capilar parte del mismo principio que el microinjerto capilar: se extrae del paciente “algo” que todavía produce cabello y se inserta en una zona que ya no produce cabello.

El “algo” que se extrae en un microinjerto capilar es un folículo piloso sano. La alopecia androgenética, que es la alopecia común, se produce porque una hormona masculina –la dihidrotestosterona o DHT– bloquea los folículos pilosos, las cavidades donde crece el cabello, y los vuelve inservibles. Lo que hace un microinjerto capilar es extraer los folículos pilosos sanos para injertarlos allí donde los folículos han quedado bloqueados. Así de simple.

Pues bien, la idea de la clonación capilar es semejante pero un poco más compleja. La esencia de esta técnica consiste en extraer células madre de la zona sana del paciente, modificarlas para que produzcan unas células determinadas e insertar las nuevas células en el paciente. Las células madre son células que tienen dos propiedades cruciales: la primera es que pueden convertirse en nuevas células sin que se pierda por el camino la célula madre original (vamos, que de una célula madre puedes sacar muchas más), y la segunda propiedad crucial es que las células madre pueden dar lugar a células de varios tipos. Atención a esto.

La papila dérmica

Las células que nos interesan que produzcan las células madre son las células de la papila dérmica, una zona intermedia entre la dermis y la epidermis. Para entendernos, la piel es la suma de la dermis y de la epidermis, pero lo que palpamos si nos tocamos la mano es la epidermis; la dermis queda debajo de la epidermis (el prefijo griego “epi” significa encima de). Uniendo ambas zonas está la papila dérmica, que, entre otras cosas, dirige a la epidermis los nutrientes que llegan a la dermis. En la papila dérmica se encuentra el origen de cada folículo piloso, que es a su vez el origen de nuestro cabello.
Retomando el tema de hoy, la técnica de la clonación capilar persigue producir células de la papila dérmica para que se puedan producir folículos pilosos sanos.

La diferencia principal con el microinjerto es que la clonación capilar no está limitada al número de folículos pilosos sanos del paciente, sino que, en términos ideales, la clonación capilar permitiría la producción infinita de folículos pilosos sanos.

Suena ideal, ¿verdad? Y lo es o, mejor dicho, lo acabará siendo. De momento, el experimento ha salido bien con ratones, como suele ser habitual en estos casos, pero las pruebas con humanos no son satisfactorias.

Por qué ahora

Como hemos dicho más arriba, la clonación capilar ya aparecía en reportajes y titulares a principios del siglo XXI. Entonces, ¿por qué se ha recuperado tan sorprendentemente el entusiasmo por esta técnica? La razón es muy simple: a mediados de marzo se celebró en Madrid un curso sobre tricología, la ciencia que estudia el cabello, y la clonación capilar fue uno de los temas de los que se habló.

Es poco frecuente que los encuentros científicos entre expertos salten a la actualidad pero, en el caso de todo lo referido a la alopecia, sí suelen levantar gran expectación. Esto demuestra el gran interés que tiene la sociedad por esta ciencia en general y por resolver los problemas de alopecia en particular. (Si este es tu caso, si quieres resolver tu problema de alopecia, estás en el sitio indicado: consulta tus dudas con los expertos de IMD)

El pelo ya era importante en Egipto

Nuevo capítulo de nuestro repaso a la Historia a través del cabello. Hoy hablaremos de Egipto, una de las civilizaciones que más atención ponía a sus peinados o, como veremos a continuación, a la falta de ellos. Comenzamos.
Egipto estatua
Lo primero es situar en el tiempo la civilización egipcia. En total, hablamos de más de 6.000 años, un periodo de la Historia que comenzó alrededor del 5500 a. C. y que continuó hasta alrededor del siglo VII, ya en nuestra era. Egipto mantuvo sus características propias incluso durante las épocas griega y romana, y formó parte del Imperio romano de oriente, llamado Imperio bizantino, hasta la conquista de los árabes en el 640 d.C.
A lo largo de todos estos milenios, el cabello tuvo mucha importancia entre los egipcios. Al igual que en otras civilizaciones, había una gran diferencia entre cómo llevaban el pelo los miembros de la nobleza y cómo lo llevaba el pueblo raso, pero en el caso egipcio, hay un rasgo común: casi todas las cabezas, independientemente de su poder, preferían no tener pelo. ¿Por qué? Por los insectos. Piojos y liendres crecían y se multiplicaban con facilidad y rapidez. Recordemos que las principales ciudades de Egipto se construyeron en las orillas de los ríos, especialmente del Nilo y de sus afluentes.
Así que la higiene obligaba a llevar el pelo rasurado, incluso más allá de la cabeza. Siempre había excepciones, como la de algunos nobles poderosos que sí acudían a los salones reales con largas melenas. En este caso, era un sinónimo de mucho poder: sólo los muy ricos o poderosos podían permitirse las dos condiciones necesarias para lucir una larga melena: una, tener el dinero y tiempo suficientes para cuidar el cabello, y dos, no tener que trabajar de ninguna forma para que así el cabello no molestara. Todos los demás egipcios, aquellos ocupados en tareas agrarias, de artesanía, construcción, etc. no podían dejar que los largos cabellos les molestaran mientras hacían sus trabajos.

Pelucas para quien pueda permitírselas

¿Significa todo lo anterior que Egipto era una colección de cabezas mondas y lirondas? En absoluto. A falta de cabello, las cabezas más poderosas se cubrían con pelucas. Los historiadores no se ponen de acuerdo: hay quienes afirman que las pelucas estaban muy extendidas y hay quienes dicen lo contrario, que en realidad las imágenes que nos han llegado, con todos esos peinados parecidos, no suponen que todo cabello fuera peluca, sino que los cortes que se hacían los egipcios eran muy similares.
Cleopatra pelo
Fueran masivas o no, lo cierto es que las pelucas eran comunes, tanto entre hombres como en mujeres. Estas pelucas han resistido el paso del tiempo, y hoy podemos ver decenas de ellas en museos de todo el mundo. Las que pueden verse son pelucas de pelo natural, cuyos cabellos quedaban unidos gracias a cera de abeja.

Complementos y pérdida de la juventud

Otra pista sobre la moda capilar egipcia son los complementos. Había una variedad enorme de diademas, cuentas y rosetas (como anillos robustos hechos de madera o marfil). Las egipcias solían usar mucho este tipo de objetos para adornar sus cabelleras, fueran postizas o no. Las diademas eran dignas de la alta nobleza, así como las incrustaciones de oro, pero las cuentas, muchas veces insertadas en rastas, las rosetas, las cintas flexibles y las guirnaldas, llenas de flores silvestres, eran muy habituales entre egipcias de toda condición.
En cuanto a los niños, había una costumbre que incluso hoy podemos ver en las películas sobre la época. En vez de rapar completamente la cabeza de los niños, se les dejaba un mechón de pelo que crecía con el tiempo. Cuando el niño alcanzaba la edad juvenil, este acontecimiento se representaba con el corte de ese mechón. Esta costumbre, claro está, era propia sólo de las familias poderosas. El resto de niños, como los adultos de las clases corrientes, paseaban sus cabezas rapadas por las ciudades, los ríos y los desiertos de la gran civilización egipcia.

El espectacular cambio capilar de Antonio Conte

Hace poco, el diario “El Mundo Deportivo” se hacía eco del muy destacable cambio de imagen del entrenador italiano, que, en sus tiempos de jugador de la Juventus, sufrió una notable pérdida de cabello hasta quedarse prácticamente con la cabeza despejada.

pelo conte calvo

Pues bien, tomó la decisión de no dejarse amedrentar por la alopecia y recuperar su imagen y, hoy por hoy, es un hecho que lo ha conseguido y es que, habiendo remedio ¿qué sentido tiene no aplicarlo?

El técnico luce hoy en día una melena frondosa, sana y firme, y ello es debido a una combinación de tratamientos capilares, como el Láser Medico de Baja Potencia más un trasplante.

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