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Mitos y verdades sobre el injerto capilar

hombre joven antes y después de tratamiento capilar

Mito: cualquier persona puede realizarse un injerto capilar

Verdad: no todo el mundo es candidato

Cada cabeza es un mundo, por dentro, pero también por fuera. A la hora de aplicar un tratamiento capilar, no se puede actuar de forma estandarizada, sino que es indispensable evaluar cada caso individualmente. Algunos pacientes no son candidatos para el injerto capilar —generalmente porque no cuentan con una zona donante lo suficientemente nutrida—, y necesitan otro tipo de soluciones, como la integración capilar .
Como siempre, lo recomendable es acudir a un experto para una evaluación de nuestro caso particular y un correcto acompañamiento a lo largo de todo el proceso de detección y cura de las patologías.

Mito: el injerto capilar siempre tiene éxito

Verdad: los resultados varían en cada individuo

El éxito del tratamiento depende de numerosos factores, muchos de los cuales están en manos del paciente y de los profesionales que realizan el trasplante. Sin embargo, otros factores dependen exclusivamente del organismo del paciente y de la manera en la que este reaccione al injerto. Incluso con procedimientos y cuidados 100% apropiados, podría no conseguirse un resultado idéntico al esperado.

Mito: el injerto capilar no se ve natural

Verdad: se ve natural porque, en efecto, lo es

De hecho, se trata del propio cabello del paciente, que vuelve a repoblar zonas en las que ya no crecía. Sin embargo, no puede esperarse que una operación de injerto capilar sea una máquina del tiempo para volver a la juventud perdida.
Hombre joven peinándose

Mito: el injerto capilar es temporal

Verdad: es permanente

Se suele pensar que los injertos tendrán un período de vida limitado en la zona de la cabeza en la que fueron implantados, pero esto es falso. Los injertos se establecerán en el cuero cabelludo, haciendo que esa nueva zona esté ahora dotada de folículos capilares, por lo que el pelo crecerá normalmente, como lo hacía en la zona de origen.
Es posible que no todos los folículos implantados se arraiguen en la zona tratada; sin embargo, esto se prevé desde el inicio, y se trasplantan más folículos de los necesarios para obtener el resultado deseado.

Mito: es necesario retocar el tratamiento

Verdad: es posible, pero no necesario

Si el tratamiento es exitoso, no necesita retoque. Muchas personas se someten a más de una operación de injerto capilar, pero es para aumentar la densidad de cabello en la zona afectada. Sin embargo, esto no significa que el procedimiento no requiera cuidados postoperatorios a corto y mediano plazo.

Mito: puedes retomar todos tus hábitos inmediatamente después de la operación

Verdad: son necesarios algunos días de reposo

A pesar de que se trata de una operación muy poco invasiva y molesta, es necesario extremar los cuidados para que el trasplante sea exitoso. Lo recomendable es tomarse un par de días de baja para evitar situaciones arriesgada y poder descansar, favoreciendo así la recuperación y el éxito del tratamiento.
También es necesario tomar la medicación recetada para evitar infecciones e inflamaciones, así como tomar algunas precauciones para dormir, lavarse el pelo y otros hábitos de la vida cotidiana.

Mito: el pelo lucirá como inmediatamente después del injerto

Verdad: deben pasar 100 días para ver el aspecto definitivo

Como cuando se realiza un tatuaje, al principio la piel estará inflamada, y el aspecto de la intervención no será el que tendrán la cabeza y el cuero cabelludo una vez sanados. La piel empieza a tornarse normal después de unos tres días, pero debe pasar al menos una semana para que comience a tener un aspecto más parecido al definitivo, y será solo unos dos meses después de la operación que se verán los resultados.

Mito: durante el proceso, se deben continuar todos los tratamientos capilares habituales

Verdad: hay que evaluar cada tratamiento

Si se sigue un tratamiento de Minoxidil, es necesario suspenderlo para llevar a cabo la operación. En cuanto a suplementos vitamínicos, se evaluará en cada caso los que pueden proseguir ininterrumpidamente y los que, por el contrario, se deben suspender.

Mito: la operación no puede causar daños en el cabello sano

Verdad: podría, pero no debería

Debido al estrés al que se somete el cuero cabelludo de la zona donante, puede producirse alopecia areata . Esto sucede en muy pocas ocasiones, pero, en cualquier caso, el cabello se restituye por completo al cabo de unos pocos meses.
Por otro lado, una mala extracción de las unidades foliculares puede generar cicatrices permanentes, pero este es un riesgo que no se corre en manos expertas como las nuestras.

Mito: un injerto low cost es igual de bueno que cualquier otro

Verdad: lo barato puede salir caro, siempre

Con el aumento de la demanda de injertos capilares, también ha aumentado la oferta, especialmente la oferta de dudosa procedencia. Hoy en día es posible encontrar tratamientos capilares para todos los presupuestos y con todas las condiciones posibles e imaginables. Sin embargo, en cuestiones de salud es muy poco recomendable tomar una decisión basados en el presupuesto. Lo mejor es evaluar con atención la calidad y la experticia del equipo médico al que le confiaremos nuestra salud capilar, y también nuestro capital.
Si estás buscando una clínica de confianza, en IMD nos avalan años de estudio y experiencia. Puedes informarte sin compromiso y de manera gratuita de nuestros tratamientos de microinjerto capilar en el siguiente enlace para que un especialista pueda valorar tu caso sin compromiso.

Mitos sobre la calvicie: el curry

El nutricionista Yoshiko Nakagawa cree que las especias encontradas en el curry tienen relación con la baja tasa de calvicie en Japón. Llegó a esta conclusión luego de una reciente encuesta, auspiciada por el mayor fabricante de pelucas en el país, con la que se elaboró un ranking sobre el porcentaje de calvos en 21 países del mundo (España ocupa el primer lugar, por cierto… ).

Bueno para la circulación, bueno para el pelo

La suposición de Nakagawa se basa no solo en la evidencia de los bajos índices de calvicie en Japón e India, sino en el hecho de que los componentes del curry —la cúrcuma, el azafrán, el ajo y la nuez moscada— potencian el flujo sanguíneo. Según el nutricionista, también los principios activos en los pimientos picantes mejoran la circulación y son beneficiosos para el crecimiento del cabello.
La circulación sanguínea es, en efecto, un factor importante para la salud capilar, ¿pero puede realmente considerarse que la ingesta de estos condimentos ha influido en la salud capilar de dos países enteros?

Correlación y causalidad

Otros nutricionistas, sin embargo, se oponen a la tesis de Nakagawa. Si bien puede existir una correlación entre comer muchas preparaciones con curry y sufrir menos de calvicie, esto no necesariamente implica una relación de causalidad. De hecho, el bajo porcentaje de calvos en Japón tiene que ver más con factores genéticos que circunstanciales.
Mientras que es cierto que los principios activos de estos alimentos pueden favorecer la salud capilar, es muy difícil que un individuo pueda beneficiarse de sus propiedades solamente gracias a una ingesta más o menos habitual de especias. Para ver un verdadero efecto, sería necesario sintetizar los componentes.

Mito desmentido

Existen muchos métodos para prevenir y combatir la calvicie , pero el pollo al curry no es uno de ellos. Sin embargo, esta no es una razón para dejar de comer el delicioso platillo, especialmente porque, aunque por sí solo no baste para mantener el pelo anclado a la cabeza, todo suma: un correcto tratamiento sumado a buenos hábitos (también alimenticios) son la clave para el éxito en todo lo que se relaciona a la salud.

¿Cómo está hecho un cabello?

Mucho hemos escrito en este blog sobre lo importante que es nutrir y preservar la fibra capilar para que cada cabello conserve intacta su estructura y, así, poder tener una cabellera sana. Sin embargo, tal vez no nos hemos detenido suficiente sobre la estructura misma… hasta ahora. En este artículo veremos cómo está compuesto el tallo piloso.

Cutícula


La cutícula es la capa más externa del cabello. No se trata, en realidad, de una capa uniforme, sino de una estructura escamada o con disposición de teja conformada por células muertas. Las capas se pegan entre sí gracias al CMC cuticular —in extenso: complejo de la membrana celular cuticular—, un lípido que cohesiona las células.
Cada escama o teja de la cutícula tiene, aproximadamente, 0,06 mm de largo y 0,00005 mm de grosor. La cantidad de capas de cutícula sobre el cabello puede variar de 6 a 10. Este número no tiene por qué mantenerse uniforme a lo largo de cada pelo, y será en las zonas con menos capas donde el cabello sea más propenso a quebrarse.
La función de la cutícula es proteger la fibra capilar en sí misma. Es la parte más fuerte del cabello y protege al resto de la estructura de las agresiones de los agentes externos, haciendo que la cabellera se mantenga más fuerte y saludable, pero también que se vea más brillante. Es muy importante, tanto para la estética como para la salud del cabello, mantener la cutícula en buen estado. Por eso es recomendable no someter el cabello a tratamientos agresivos que puedan debilitar esta primera barrera del cabello.

Córtex


El córtex es la capa más gruesa del cabello, y está compuesto de fibras de queratina. Se encuentra inmediatamente debajo de la cutícula, y es increíblemente fuerte, si está intacto. Es gracias al córtex que el cabello humano es elástico y puede soportar pesos difíciles de creer. Aquí es donde se fija la melanina, por lo que es en esta zona del pelo donde se determina su color.

Médula


La médula es un tubo hueco formado por células córneas, y constituye el centro del tallo piloso. Esta parte del cabello solo está presente en los pelos más gruesos.
Estudiar y conocer la composición del cabello es clave para saber cómo mantenerlo sano. En IMD analizamos cada caso y mediante un diagnóstico personalizado valoramos si tu cabello está sano o necesita un tratamiento.
¿Quieres saber si tu cabello está sano? Pide tu cita gratuita ahora.

Tu pelo necesita dormir bien

Dormir bien es tan importante como comer bien. De un correcto patrón de sueño dependen muchos procesos del cuerpo, mentales y físicos. No dormir una cantidad suficiente de horas puede provocar numerosos trastornos, como déficit de atención, irritabilidad y mala memoria; también puede ser el detonante para problemas de salud, como aumento de la presión arterial, diabetes, cardiopatías, debilitamiento del sistema inmunitario, obesidad, depresión y ansiedad. La falta de sueño puede acortar considerablemente la expectativa de vida de un individuo.

El sueño de belleza

Imagen de una chica tumbada entre flores con los ojos cerrados
Lo que parecía ser un mito no lo es tanto. El período de sueño es el momento en el que el cuerpo se regenera y reequilibra; durante él se regulan, entre otras cosas, nuestros ciclos hormonales. Si no tenemos patrones de sueño regulares y saludables, empiezan a producirse numerosos desequilibrios que afectan nuestro aspecto físico. Las hormonas juegan un papel importantísimo en la salud capilar, y un desequilibrio hormonal puede causar o potenciar la pérdida del cabello, de forma temporal o definitiva.

Una cuestión de estrés

El estrés es un factor importante para la pérdida de cabello; puede causarla o favorecerla, cuando ya existen otras causas. Un sueño insuficiente y de mala calidad potencia la ansiedad y perturba las capacidades cognitivas, provocando errores en el ámbito laboral, discusiones en la vida personal, accidentes de todo tipo y toma de malas decisiones. Todos estos factores, a su vez, causan más estrés, por lo que algunas noches de mal sueño pueden convertirse en un círculo vicioso difícil de romper. Es posible que tras una temporada durmiendo menos de lo que necesitamos comencemos a percibir los primeros síntomas que nos preocupan, generalmente las mujeres empiezan a detectar la calvicie con la pérdida de densidad en el cuero cabelluda.

Atacar los síntomas no basta

Imagen de las manos de una persona cogiendo las raíces de una planta
Cuando se observa una pérdida anormal del cabello, no es suficiente con tratar el síntoma, sino que es necesario determinar cuál es la causa de esta caída. Será de poca utilidad aplicar tratamientos regenerantes si los factores de salud que están ocasionando la caída del cabello permanecen inalterados y continúan trabajando en pro de la calvicie.
Muchas veces, iniciar un tratamiento de recuperación capilar implica también iniciar un cambio de hábitos de vida: cambiar la alimentación, hacer actividad física y asumir hábitos de sueño saludables.

El pelo en la animación

Al escuchar la palabra animación solemos pensar en ordenadores, programas avanzadísimos de diseño, profesionales gráficos y, también, mucho dinero. Igualmente, de primera tirada, se nos vienen a la cabeza las películas de animación que nacieron en los 90. Sin embargo, si hacemos un poco de memoria, recordaremos que había vida en los dibujos mucho antes del uso de estas tecnologías.

Todo empezó hace más de 30.000 años…


Los artistas rupestres ya se enfrentaron a la necesidad de que sus dibujos reprodujeran la realidad lo más fielmente posible. Es por esto que, a la hora de pintar los animales que los rodeaban, los dotaron de cuatro pares de patas o los hicieron en secuencias de imágenes para intentar mostrar que estaban en acción.

El caballo en movimiento


Un día de 1872, en California, un grupo de aburridos y acaudalados hombres se debatía sobre la mecánica del trote del caballo: unos sostenían que había un momento de la carrera en el que ninguna de las patas del caballo tocaba el suelo, mientras que los otros lo negaban. Tristemente, no había manera de comprobar quiénes, entre estos ilustres caballeros, tenían la razón.
Un fotógrafo inglés que se encontraba en la zona llevó a cabo un experimento con la intención de desvelar el misterio. El primer intento fracasó por limitaciones técnicas, pero un Muybridge más experimentado lo retomó un año después, logrando capturar 12 fotografías secuenciales de 30 segundos de carrera de la yegua Sally Gardner con las que haría historia.
Los editores hicieron el resto: cinco años más tarde, la revista Scientific American publicó una serie de grabados, hechos a partir de negativos de Muybridge, que debían ser recortados y montados en un zoótropo. Se trata de un disco que, hecho girar, crea la ilusión de movimiento. ¡Voilá!, la animación, tal y como hoy la conocemos, había sido inventada.

¿Y el pelo del caballo?

Muybridge sacrificó el detalle por la nitidez. Para conseguir su propósito de estudiar el movimiento del caballo, necesitaba ver la silueta del caballo, pero no todos los detalles de la fotografía. Es por esto que disparó fotografías subexpuestas —más oscuras de lo normal—. El pelo del caballo, entonces, pierde detalle y se convierte en una silueta uniforme.
Algo similar pasa con los primeros dibujos animados. Hacer una tira animada significaba dibujar una y otra vez la misma escena con variaciones mínimas, por lo que los dibujos debían ser muy vistosos y atractivos pero, a la vez, simples.
Este es el caso del primer largometraje animado de la historia: El apóstol, realizado en Argentina por Quirino Cristiani. Lamentablemente, esta película se perdió.

El pelo de animales y personas no es más que una silueta que alude a su textura: lisa o rizada. Lo mismo sucede con Félix, el gato. También en la primera animación con audio sincronizado el pelo y las plumas de los animales protagonistas no son más que irregularidades en su silueta y algunas pocas líneas sueltas:

Las superproducciones


En 1915 los hermanos Fleischer idearon la rotoscopia, o el proceso Fleischer, que permitía calcar los dibujos y modificarlos para hacer movimientos más fluidos según lo que se fuera a mostrar en cámara. Con esta técnica nacieron Popeye y Betty Boop.
La ilustración y posterior animación digital facilitaron la creación de personajes más detallados y peludos, pues es posible duplicar de forma automatizada los diseños y crear las variaciones sobre una misma base. Sin embargo, aún hoy sigue existiendo una diferencia notable entre las producciones pequeñas (los dibujos animados para la televisión) y aquellas destinadas a la gran pantalla —o a otro tipo de fines, como espectáculos y campañas publicitarias—.
En los albores de los largometrajes de animación incluso superproducciones como las de Disney no tenían la capacidad técnica para realizar un pelo demasiado realista. La primera película de esta casa fue Blancanieves y los siete enanitos:

Y de ahí siguieron todas las grandes películas animadas que han marcado la vida de grandes y pequeños.

La persistencia de la tradición


Más realistas, y más similares a las primeras animaciones, son las películas creadas en stop motion. Se trata de objetos reales con los que se crean fotografías cuadro a cuadro que, pasadas a gran velocidad, crean la ilusión de movimiento. El viejo truco.
Aunque no tenga nada que ver con pelo, uno de los ejemplos más recientes e impresionantes de esta técnica es la película Loving Vincent, en la que se animaron un total de 65.000 pinturas al óleo pintadas por 125 pintores al estilo de Vincent Van Gogh a partir de sus pinturas originales.

La era digital


En 1973 los Laboratorios Bell comenzaron a trabajar en técnicas de digitalización para empezar la era de la animación digital, que llegó de forma estable a la televisión un año antes que a la gran pantalla.
En 1995 se estrenó la primera película completamente animada en computadora: Toy Story. En el proceso trabajaron 110 personas, en contraste con las 800 que habían colaborado en la animación de El rey león apenas un año antes. La computadora había llegado para quedarse.
A pesar de los avances tecnológicos, el pelo de la primera Toy Story seguía siendo extremadamente precario (incluso más que el de las películas animadas de forma tradicional). Dejando de lado los juguetes, el pelo de los humanos y del perro de Sid dejan mucho que desear.

https://www.youtube.com/watch?v=fsbsxC8i8JE

El pelo hiperrealista


En 2002 llega al cine Monsters, Inc., probablemente la primera superproducción con pelaje hiperrealista de la animación digital. Gracias a modelos 3D que simulan el movimiento y las dinámicas físicas, contamos ahora con un gran número de personajes peludos dotados de pelo “de verdad”.
Y cada vez que creemos que hemos alcanzado la cima, el cine nos sorprende con nuevos retos. En 2016 aparece Zootopia, con un elenco enteramente animal, compuesto por 64 especies distintas. Guion aparte, realizar esta película fue una verdadera proeza. Los animadores investigaron largamente el pelo de los animales y concluyeron que cada pelaje era distinto en tamaño, densidad y textura. Además, para lograr hacer que el pelo fuera realista, no debían pensar en el pelaje como un todo, sino en cada pelo como una unidad —cosa que ya se sabía desde hacía un tiempo—.

Zootopia requirió de la creación de un nuevo lenguaje de programación que permitiera manipular cada pelito de los 800.000 modelos de personajes. Para hacerse una idea del volumen de trabajo que implicó la película, basta pensar que un ratón tiene 480.000 pelos —80.000 más que la cabellera de Elsa en Frozen, creada apenas tres años antes— y una jirafa, alrededor de 9.000.000.

Los remakes


Desde hace unos años, parece que la industria cinematográfica se ha propuesto rehacer todas las películas animadas de éxito, ahora con las técnicas novedosas de animación y, en la mayoría de los casos, combinándolas con otras técnicas modernas, como el live action. Es así como recientemente hemos podido disfrutar de una nueva faceta de algunos de los pelajes más amados, como el de El rey león.

Hoy en día hay trabajos de animación tan detallados que hacen muy difícil distinguir si se trata de personajes reales o simulados. Curiosamente, los efectos más realistas se consiguen imitando pequeñas imperfecciones, como una diminuta cicatriz o un cabello un poco rebelde. ¿Cómo de lejos nos llevarán estas nuevas técnicas de animación?