El verano es una época complicada para el cabello y para las personas que necesitan usar peluca, puede serlo todavía más. Al final, por muy dañado que esté, el pelo de nuestra cabeza recibe nutrientes e hidratación constantemente, tiene una especie de conexión nutritiva a través de la sangre. Algo que no sucede con una peluca y somos nosotros los que tenemos que nutrir e hidratar constantemente la pieza para evitar males mayores. Es lo normal, así que no hay por qué preocuparse. En este post te recordaremos los mejores hábitos para conservar tu peluca en verano.
Una de las ventajas de las pelucas sintéticas es que son más resistentes a las agresiones del entorno, como el sol, el agua salada o el cloro. La preocupación fundamental es proteger la peluca de la acción directa del sol; no va a cambiar de color, como suele ocurrir con las pelucas de pelo natural, pero si las fibras no son de muy buena calidad, se calentarán, lo que puede afectar a su resistencia, además de que puede sorprender a alguien si te toca la cabeza.
El sobrecalentamiento también es perjudicial para los adhesivos, bien porque termina por deshacerlos o porque, al calentarse, sudas y el sudor hace que resbalen y pierdan adherencia. Así que protégete del sol, no tanto por la durabilidad de la peluca, aunque también, como por los daños a los adhesivos.
En cuanto a lavar la peluca, la buena noticia es que no necesita tantos cuidados como las pelucas naturales. Bastará con sumergirla en un cubo con agua tibia y jabón y moverla lentamente. Si vieras que el agua se vuelve turbia, cámbiala y repite el proceso hasta que el agua no quede tan sucia. Y para secar la peluca, colócala en un soporte para pelucas, como la cabeza de un maniquí, y cúbrela con una toalla hasta que absorba toda el agua. Luego, deja que la peluca se seque sola.
Aquí viene la complicación. En verano las pelucas de pelo natural necesitan un extra de hidratación y también de protección. Usar champús hidratantes será obligatorio siempre que vayas a salir de casa, pero no sólo eso: también productos con protección solar mientras la peluca esté expuesta al sol. Y cuando vuelvas a casa, acondicionador, incluso en seco. El champú hidratante y el acondicionador serán tus mejores herramientas para conservar tu peluca de pelo natural en verano.
Y el sombrero. Lo que hemos comentado antes sobre el peligro del calor directo para los adhesivos también se aplica en las pelucas de pelo natural, si bien éstas no suben tanto de temperatura como las pelucas de pelo sintético. Pero hay un problema más: todas las pelucas de pelo natural se aclaran con el sol. Más o menos, pero les pasa a todas. Por eso, si quieres conservar su color, protégete con un sombrero o un pañuelo.
A la hora del baño es esencial que antes de meterte en el agua deshagas los nudos. Puede parecer trabajo doble, pues luego también te tocará desenredar, pero, si lo haces antes, luego te costará menos. Recuerda la regla del desenredo por partes: primero, las puntas, luego, la parte intermedia y, por último, desde la raíz. Es la mejor receta contra los tirones cuando te peines.
Peluca natural en tono claro + agua de piscina = pelo verde. Es algo muy habitual, tan habitual que ya hay productos protectores específicamente diseñados para evitar estas sorpresas verdosas. Suelen funcionar pero, si no quieres arriesgarte, consulta antes con el fabricante de la peluca y pídele consejo.
Es muy probable que, aunque hayas seguido los consejos anteriores, el verano pase factura a tu peluca. Cuando se aproxime el cierre de la piscina y la depresión posvacacional esté a la vuelta de la esquina, prepara la sala de interrogatorio y el foco de luz y somete a tu peluca a un tercer grado. ¿Ha perdido color? ¿Tiene las puntas abiertas? ¿Se ha encrespado? ¿Siguen funcionando los adhesivos?
Si hablamos de una decoloración no muy agresiva, es posible que un tinte sea suficiente para recuperar el color original. (No olvides consultar antes con el fabricante). Daños más graves son los que tienen que ver con la estructura del pelo, como las puntas abiertas o el encrespamiento, o con la propia funcionalidad de la peluca, como la pérdida de adherencia de los adhesivos; en estos casos sí es recomendable visitar el centro que te vendió la peluca para que la restauren. Puede ser un poco engorroso, pero piensa que sólo así recuperarás tu imagen original.
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