Efectos en el pelo de los sulfatos del champú

La misión de un champú es eliminar la suciedad y la grasa del cabello. Cada tipo de pelo merece unos cuidados específicos, pero en general se deben utilizar champús sin ningún tipo de aditivo farmacológico. ¿Sabemos de qué se componen? No todo el mundo conoce que, precisamente, los componentes que permiten hacer espuma al lavar el pelo son los sulfatos del champú.

Efectivamente, los sulfatos del champú son sales añadidas que favorecen la formación de la espuma de jabón al frotar el agua con el cabello. Los sulfatos atraen el agua y el aceite de modo que, al aplicar estos champús, la acción que se produce es de separación de la suciedad y la grasa respecto a la piel y al pelo, es decir, su limpieza. Ese sulfato también es el responsable de la irritación de la piel y de los ojos si el champú entra en contacto con ellos.
Existen sulfatos de champú naturales y otros sintéticos. También hay sulfatos de distinta fuerza; por ejemplo, en los productos infantiles el nivel es menor. Otro tipo de sulfatos, como el de selenio o imidazol, se utilizan directamente para eliminar la caspa.

Al ser agresivos, abren la cutícula del pelo y retiran más apresuradamente las coloraciones (hasta en un 80 % de los casos), la keratina y los alisados permanentes, además de originar sequedad. De ahí que, desde hace unos años, los especialistas recomienden el uso de champús sin sulfatos.
La mejor opción es que acudas a cualquiera de nuestras clínicas para que uno de nuestros médicos te aconseje la mejor opción después de realizarte un estudio previo de tu cabello y tu piel. Es enteramente gratuito y te garantizas un tratamiento capilar de calidad, personalizado y avalado por estudios médicos.