La caída del pelo en niños, o alopecia es un fenómeno tan raro como llamativo. De hecho, es muy poco frecuente dar con casos que resulten relevantes o que se mantengan en el tiempo. Los bebés quedan excluidos de esta regla, ya que pierden cabello y lo regeneran con facilidad durante sus primeros meses de vida. No es un pelo grueso como el que tendrán más tarde, sino un vello que surge, cae, y se repone como una parte más de su crecimiento.
Salvando esa distancia de edades, cuando hablamos de caída del pelo en niños sí podemos hablar de alopecias infantiles, aunque la mayor parte serán temporales.
En este post analizamos las causas más habituales que pueden provocar la caída del cabello en niños. Sin embargo, aunque la información es ofrecida por profesionales especializados en dermatología capilar, es fundamental que consultes con un pediatra, o un dermatólogo pediátrico, puesto que solo ellos podrán hacer un correcto diagnóstico y determinar la causa real de la pérdida del cabello.
Nosotros pretendemos ayudar con información verídica, pero no sustituir al verdadero profesional.
Hay varias causas habituales en la caída del pelo en niños. De hecho, la misma puede originarse por factores tan diversos como los que analizamos a continuación:
La que actualmente está considerada como primera causa de alopecia en niños no es estrictamente una alopecia,. De hecho, podría definirse como la pérdida de cabello en zonas muy localizadas.
La razón son los peinados que ejercen demasiada tracción como trenzas, recogidos y coletas tirantes, especialmente si se usan gomas sin recubrimiento de tela y horquillas sin baño plástico. En este caso, el pelo se arranca al quitar estos complementos.
Los peinados que recogen el pelo tienden a tirar desde las puntas a la raíz, un mal que no siempre se detecta porque el niño acaba acostumbrándose a la molestia. Cuando estos peinados se repiten, la cantidad de pelo arrancado empieza a ser considerable y provoca pequeñas calvas en las zonas donde nacen los peinados tirantes. La mejor forma de evitar esta alopecia es reducir la tensión de estos peinados y espaciarlos en el tiempo.
La alopecia areata es una enfermedad rara cuya causa se desconoce. La teoría más extendida es que se trata de una reacción autoinmune: el organismo toma algunos folículos pilosos como amenazas y los neutraliza. Esto provoca que el pelo se caiga y no se reponga. Las calvas con forma de monedas son la firma de este tipo de alopecia. El origen de esta enfermedad es tan misterioso como su evolución, pues existen casos de enfermos que sí recuperan el pelo y otros que no.
Son los llamados efluvios. Consisten en que el ciclo de vida del cabello, que comprende tres fases (crecimiento, reposo y caída) cambia, o se interrumpe. El resultado es que el pequeño sufre alopecia hasta que el ciclo vuelve a activarse. La causa de este tipo de alopecia está en el consumo de medicamentos y en tratamientos médicos agresivos, como la quimioterapia y la radioterapia.
La alopecia por estrés o alopecia nerviosa está mucho más extendida entre los mayores, pero también se da entre pequeños sometidos a fuertes entornos de tensión. Convivir con situaciones estresantes puede incrementar los niveles de cortisol y provocar, entre otros problemas, la pérdida del cabello en niños.
Aunque siempre se ha pensado que la tricotilomanía, o hábito compulsivo de arrancarse el cabello, tenía que ver con situaciones de estrés, lo cierto es que hay estudios que afirman que estos hábitos se dan con mayor facilidad cuando los jóvenes están tranquilos, muchas veces incluso cuando ven la televisión.
La tricotilomanía está más extendida entre los adolescentes, aunque no es raro encontrar casos en niños más pequeños. Al igual que la alopecia por tracción, las calvas se producen al arrancar voluntariamente el pelo, no por la caída, como en el resto de casos vistos hasta ahora. Resolver por qué el pequeño se arranca el pelo sin darse cuenta es una tarea para el psicólogo.
La alopecia más habitual provocada por hongos en pequeños es la tiña del cuero cabelludo. Se produce por unos hongos parásitos que se instalan en el cuero cabelludo y producen una costra amarillenta que impide el trabajo de los folículos pilosos. La consecuencia, además de picores y piel escamada, es que el pelo empieza a caerse.
La dermatitis seborreica o caspa grasa se produce por la sobreproducción de grasa de las glándulas sebáceas. Estas glándulas segregan la grasa que envuelve nuestro cabello para protegerlo y dotarle de flexibilidad. Pero puede ocurrir que produzcan más de la necesaria, lo que provoca problemas de caspa y de pelo grasiento. O, en el peor de los casos, también puede provocar la dermatitis seborreica, que lleva a la formación de costras en el cuero cabelludo y a picores, infecciones y la pérdida de cabello.
La alopecia areata también podría formar parte de este apartado, pues otras teorías sugieren que su aparición se debe a la predisposición genética. La alopecia androgenética es la alopecia de origen genético más extendida y, como el resto de alopecias genéticas, suele manifestarse en edad adulta.
Puedes ampliar la información de este artículo en una de las fuentes más fiables sobre este tema; en la Academia Española de Dermatología y Venereología.
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